CAPITULO 8

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Y ahí estaba yo echada en mi cama deseando que no amanezca, pero vuelvo a escuchar la alarma, de cólera agarro mi celular, apago la alarma y lo tiro, salió volando hasta llegar a caer muy cerca de la puerta, y justo en ese momento mi mamá entra, mira mi celular botado en el suelo, luego me mira a mi y yo vuelvo a mis cerrar ojos.

Ella se acerca a la ventana sabia que lo iba hacer, no me podía hacer esto, pero yo me tapo rápidamente con las sabanas, ya era muy tarde mi mamá había sido más rápida que yo y había abierto las cortinas, todos los rayos daban en mi cara.

-Apúrate Leonie, se te hace tarde -me mira furiosa- ¡Ya! ya te haz levantando - esta vez alza más la voz.

-Por favor, mamá no me obligues ir a la escuela, no quiero ir estoy muy enferma mírame parezco un muerto- trato de sonar lo más real posible, pero no lo logro, ya que mi mamá me mira, y suelta una risa, una risa muy malvada. A veces así era mi mamá, media rara pero me comprendía a la perfección, pero en esta ocasión ella no me comprende, no sabe no tengo ganas de ir ala escuela, ¿Porque? porque veré a mis amigas quienes de seguro me harán un interrogatorio peor al del FBI eso de seguro, creo que seria mejor estar en una corte que estar al frente de ellas, y que te bombardeen con full preguntas acerca de León, porque salí corriendo ayer, quien era el chico con quien estaba conversando, aunque no converse mucho con él, y muchas más. Esas iban hacer sus preguntas y yo estaba segura de que no iba a poder contestar todas sus preguntas. Vuelvo a insistir

-Por favor, mamá no me obligues a ir a la escuela, hoy no, cualquier día menos hoy, por favor - la  miro con una cara de suplica, una cara que la mayoría de veces me ha funcionado para salir con mis amigos, o para irme a los conciertos, pero creo que esta vez no esta funcionando.

-Me mira fijamente - No Leonie tienes que ir a la escuela y punto - se dirige ala puerta y al salir cierra la puerta, pero luego escucho que grita - Leonie ya apúrate, vas a llegar tarde.

-Ya voy mamá- me tapo con las sabanas y comienzo a odiar este día, mi día esta comenzando mal y sé que seguirá peor.

Entro a bañarme, estoy alrededor de 15 minutos en la ducha, salgo y me pongo mi uniforme, odio el uniforme de la escuela, me peino, meto mis cosas en mi mochila y bajo rápidamente de las escaleras, llego al comedor y ahí estaba mi mamá terminando de hacer el desayuno.

Como rápidamente las tostadas que izo y tomo un sorbo de zumo de naranja, veo la hora y grito

-¡Oh! ¡No! ya es tarde mamá, yo me voy me voy- me pongo de pie y agarro mi mochila

-Te dije- me mira con una mirada ganadora, si sé que tubo razón siempre la tiene, bueno todas las mamas la tienen, así que no le reprochare nada.

Vuelvo a tomar otro sorbo de zumo y salgo de la casa.

(...)

Estaba a punto de entrar a la escuela cuando siento una mano que sujeta mi muñeca, volteo y veo esos ojos verdes, era de nuevo ese chico, esta vez traía el uniforme, y antes que pudiera vocalizar alguna palabra, él me sonríe y me dice:

-Hola, me recuerdas- me suelta la muñeca, sigue con su sonrisa, tiene una sonrisa muy bonita.

Como no recordarte, si toda la noche me la pase pensando en ti, en tus hermosos ojos verdes, y si en verdad te volvería a ver, aunque la verdad sabia que de alguna manera si te vería pero quería sacar todos esos pensamientos de mi mente, no quería pensar en alguien que no conozco, y menos en alguien al que no acepte su ayuda, por diferentes razones.

-Ah mm... hola, claro que me acuerdo de ti, eres el chico que me hizo caer ayer- estamos frente a frente, nuestros cuerpos están muy cerca, mi piel se eriza, y mis ojos no saben a donde dirigir la mirada.

MI PRIMER ENAMORADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora