☪」Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ |24

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Amber llego a casa y su madre estaba en la sala con una mirada matadora, apunto de sacar las garras y enterrarselas a su hija

—¿Te crees que es momento para ser una niñita?—Refunfuño la señora Hunt—Tienes 19 años Amber, actúa como una adulta—

—¡¿Y qué quieres que haga?! No te importa nada de lo que me pasa. Tu deberías comportarte como una madre de verdad—
—¿Te crees que no lo hago? Trato de darte lo mejor—
—¡Pues no me estás dando nada de eso!—contestó fastidiada

Y como siempre una vez más las lágrimas hicieron presencia, madre se quedó callada al ver cómo las manos de su hija temblaban, recordando su propia niñez, recordando cuando su madre le gritaba por una nota que no fuese el diez, recordándose a sí misma con las manos temblorosas  después de que su padre o madre le dieran una buena paliza por sacar un nueve y no un diez, la señora Hunt apretó lo labios para no soltarse a llorar, trato de acercarse a su hija y abrazarla, pero Amber dió un paso atrás, era demasiado tarde

—¡Quiero mi oportunidad de ser irresponsable, infantil, de ser terca!¡Estoy cansada!¡Cansada de dar lo mejor de mi y que tú no lo veas!—
—Cariño...—

—¡No me llames cariño!—Retrocedió una vez más—Encontré el amor que necesitaba, y no voy a permitir que me alejes de él, así que guardate tus reproches porque ahora mismo me marchó ya—

Amber se limpió las lágrimas y subió rápidamente a su habitación, su madre gritaba su nombre una y otra vez e iba detrás de ella

—¿Pero de qué hablas Amber?¿A dónde vas?¡No puedes irte!, Esta es tu casa, es tu hogar—
—¡Esto no es un hogar!¡No me siento en casa!—

Lloraba mientras buscaba una maleta en su closet, la señora Hunt no iba a permitir que su hija se fuera de casa, así que la tomó de las brazos y la abrazó con fuerza, contra su pecho, y Amber no pudo evitar soltarse a llorar con tanta desesperación

—Cariño perdóname, no es necesario que te vayas, te quiero mi pequeña Amber, te dije que yo no haría nada, lo único que debiste hacer es confiar en mi—

La mujer mayor le acariciaba con suavidad la espalda, mientras su hija soltaba todas las lágrimas acumuladas, sabía que era una madre muy estricta, a veces se culpaba por ello. La señora Hunt tampoco había recibido el amor suficiente de su madre y mucho el de su padre, no sabía cómo ofrecerle un amor tierno a su hija porque ella lo único que recibió fueron reproches, y reproches era lo que le daba a Amber

—No tienes porque seguir avergonzadote, ya puedes relajarte, todo está bien Amber—Musito madre—Lo siento cariño—

Mi madre se disculpaba pero no sentía nada, porque cuando necesitaba que lo hiciera no lo hizo y ahora no lo necesito...

—Te dije que quiero lo mejor para ti Amber, no te vayas de casa, eso no es lo mejor y lo sabes—

Amber solía pensar en irse a veces, mentira, siempre solía pensar en irse pero el egoísmo se mezcla con cobardía y eso la detiene, tiene miedo. Y por un segundo por fin pudo sentir ese amor de madre que le había hecho falta muchos años atrás, no sabía si era real pero quería que nunca se acabara. Amber seguía llorando entre sollozos sin intenciones de parar, la señora Zhang veía alejada aquel momento, pudo sentir un poco de tranquilidad al ver que el corazón de la señora Hunt se había tal vez ablandado.
Horas más tarde Amber se encontraba en la cama mientras su madre había permanecido a su lado, acariciando su pelo corto, prometió no irse hasta que su hija se calmara y pudiera dormir, la habitación había estado en un silencio total hasta que la señora Hunt hablo;

𝗦𝗼𝗹𝗼 𝗨𝗻𝗮 𝗡𝗼𝗰𝗵𝗲; Georg ListingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora