☪」Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ |19

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La campana sonó para el cambio de clases. Al menos para Kate era de esa forma, Amber venía con ella, las miradas ajenas no dejaban de verla con mucha curiosidad o tal vez con un poco de decepción

—¿Y qué tal vas con el chulo del malandro?—
—Se llama Georg Kate. Y no lo se, ayer dijo que iría a verme pero nunca llego—Respondió

Había estado esperándolo toda la noche pero jamás apareció, de hecho toda la noche se quedó pensando en que si había hecho algo mal, o si se había molestado por el enfrentamiento que tuvo con Jack. Pero no exactamente, Georg se había quedó practicando la carrera junto con Tom, y no es que lo había olvídalo si no que prefirió no causar más molestias, al menos no más en lo que restaba de la noche

—¿Te dejo plantada?—
—Si, supongo—
—¿Y qué hay de Tom?—Pregunto Kate

—Y yo que se—Dijo—Tengo que irme Kate, mis clases ya terminaron—

Se despidió de su amiga con un beso en la mejilla, cuando salió del portón su chófer aún no llegaba, sacó el móvil para verificar que estuviera en camino, y de repente el claxon de una moto se dejó sonar, con algunas sirenas de patrullas detrás de él

—¡AMBER!—Ella levantó la mirada cruzando con los ojos verdes de su novio—¡SUBE!¡SUBE!¡SUBE YA!—

—¿Has robado la moto?—
—¡Sube Amber!—Dijo con desesperación al ver que las patrullas ya estaban dando la vuelta

La pelinegra se montó a la moto, sus manos se enrollaron a la cintura de su chico cerrando los ojos con fuerza al ver cómo este arrancó a toda velocidad, los jóvenes que se encontraban también saliendo de la facultad se quedaron boca abierta a ver a la capitana de porristas huir en esa moto mientras los oficiales iban detrás de ellos. Georg tenía mañas entraba por callejones que de pura suerte daban a salidas y no a un muro, Amber podía sentir la frustración  por su pecho al ver cómo los oficiales iban tras ellos sin parar y es que no solo era uno, eran tres

—¡JODEEEEEEEeeer!— Refunfuño Georg cuando el tráfico hizo presencia gracias al semáforo
—No estás pensando en brincarte el semáforo ¿Verdad?—
—Agarrate fuerte—
—¡Georg no!¡No!—

Tomó las manillas de la moto acelerando con mucho más intensidad, dejando sus vidas a la suerte, pasó entre todos los autos que estaban estorbando. En cuanto más se acercaba a la avenida más autos pasaban del sentido contrario. Amber se abrazó más a su cintura, como una pequeña atemorizada en la oscuridad y lo único que podía mantenerla segura era un peluche y ¡BAMMM! La moto paso en medio de las cuatro avenidas, autos de su lado derecho e izquierda frenaron rápidamente dejando los neumáticos rechinando sobre la calzada, algunos otros quejándose con el claxon

Fue la única forma para dejar a los tres patrullas atrás en el tráfico. La velocidad empezó a bajar cuando la carretera estaba libre de cualquier auto. Pasando a un cartel que decía "Hasta la próxima visita" y en unos centímetros otro cartel "Bienvenido a Múnich". Enseguida una risa de diversión empezó a sonar mientras la moto quedaba parada en la calzada. Amber se bajó molesta con los puños cerrado al oír la risa de su chico

—¿Estás loco?¿Qué te pasa?—
—Admite que fue divertido, nadie puede atraparme ni siquiera los oficiales de Rottannenweg—Dijo entre risas

—¿Te causa gracia?—Se quejó—¡Pudiste habernos matado! ¿Te das cuenta de eso?—

𝗦𝗼𝗹𝗼 𝗨𝗻𝗮 𝗡𝗼𝗰𝗵𝗲; Georg ListingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora