my son? ─ ✧ heejake

08.

recomendación musical por : @JaramilloZzz
sería genial que la escucharan mientras leen el capítulo 💗

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—Riki, amor, asegúrate de conseguir tus botas para el invierno, ¿sí?— pidió Jake a su hijo amablemente.

El niño asintió obediente viendo a su madre desaparecer de la habitación cargando entre sus brazos a Jungwon, su hermano pequeño.

Riki abrió las puertas de su armario y se agachó para buscar sus zapatos de invierno y así completar su conjunto para ir a jugar afuera en la nieve. Su mamá le permitió hacerlo con la condición de abrigarse bien. Jake siempre se encarga de priorizar la salud de sus dos amados hijos.

Riki hace una mueca cuando intenta sacar uno de sus zapatos que se encuentra atorado entre el piso del mueble. Se da cuenta que una de las tablas está levemente levantada, así que con mucha fuerza jala de su zapato.

Cae sentado contra el suelo de su habitación cuando no lo consigue, y en cambio, se gana un buen golpe en el trasero.

Está a punto de gritarle a su mamá por ayuda, pero sus ojitos se mueven curiosos hacia la fotografía que cayó a su lado cómo una hoja seca. Toma la pequeña foto entre sus dedos y la estudia con cuidado. ¿Por qué había una vieja fotografía en su armario?

Riki reconoce a Jake en la foto. Se ve más joven que ahora y sonríe bonito, tal cómo está acostumbrado a verlo. Sus ojos estaban cerrados debido al beso que dejaba la persona a su lado sobre su mejilla, rodeando por completo su cuerpo entre sus brazos.

Estuvo cerca de dejarla a un lado al suponer que se trataba de una vieja fotografía de su madre y el esposo de este, pero eso fue exactamente lo que llamó su atención. Sunghoon no era el de la foto.

Riki se levantó, olvidando por completo el dolor en su trasero, y corrió con rapidez hacia la sala. Jake acomodaba un pequeño gorro sobre la cabeza de Jungwon, sonriendo enternecido en cuánto su bebé soltó un pequeño balbuceo.

—Mami, encontré esto —. anunció llegando a su lado.

Jake vió con curiosidad lo que sostenía entre sus manos y su sonrisa cayó de inmediato. Vió ahora a su hijo con sorpresa.

—¿De donde lo sacaste?

—Estaba en mi armario...— contesta con algo de timidez.

Jake frunce sus cejas y se levanta para caminar con pasos rápidos a la habitación. No encontró nada extraño ahí, sólo un ropero con las puertas abiertas de par en par. Riki señala con su dedito hacia el suelo del mueble y Jake lo ve mejor. Su zapato está atorado, pero eso es lo de menos; su viejo equipaje se encuentra ahí. Vacío, se supone.

Cierra sus ojos con lentitud y muerde sus labios.

Genial, ¿así es cómo el destino se pondrá a jugar con él ahora?

—¿Él es Sunghoon?— pregunta con curiosidad el niño a un lado de sus piernas.

Jake quiere gritar.

No, por supuesto que no es Sunghoon.

—¿Necesitas ayuda para sacar tu zapato?— prefiere ignorar la pregunta y se agacha para hacer lo susodicho.

Levanta la tabla con facilidad y saca el zapato de su hijo, agregando una nota mental de que deben arreglar el mueble cuanto antes para evitar que se lastime. Una parte de su mente le susurra que también debería agregar a la lista de cosas pendientes el contarle la verdad sobre su padre a su hijo.

Riki se olvida de la fotografía en cuanto tiene sus zapatos de vuelta. Salta con alegría y los toma entre sus manos, antes de lanzarlos al suelo y comenzar a ponérselos con la ayuda de su mami.