12.

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!¡ mención de violencia física
y agresión sexual.

—Eso fue lo que sucedió.— contó el rubio con la mirada perdida en su hijo menor.

El pequeño estaba recostado sobre el sillón de Heeseung, durmiendo plácidamente mientras su frente, cuello y diminutas manos brillaban debido al sudor. La calentura finalmente estaba comenzando a bajarle.

Luego de aquella pequeña sesión de abrazos consoladores, Heeseeung dejó que Jake entrara a su casa y lo invitó a ponerse cómodo, con la intención de que se tranquilizara y con el tiempo le contara lo que realmente sucedía. Claro que no pudo hacer nada de eso debido a que el niño nuevamente comenzó a llorar pidiendo la atención de Jake, quién al cargarlo en seguida entendió que el jarabe que le recetaron en la farmacia no le había sido de mucha ayuda.

Y, si por algo Jungwon no había querido quejarse hasta ahora, era porque le preocupaba más el estado de su mami.

Jake le pidió a Heeseung que le dijera dónde podía encontrar la clínica más cercana, ya que no estaba para nada familiarizado con el lugar luego de años sin vivir ahí. Sin embargo Heeseung lo ayudó a mantener la calma y le contó que contaba con un amigo pediatra que podía llegar a revisar al niño.

Jake no se calmó hasta que un hombre joven ingresó al apartamento y se presentó cómo Lee Sohee, el amigo de Heeseung. Resulta que eran tan cercanos que este se ofreció para atender a Riki en cualquier momento desde que se hizo oficial que era hijo de Heeseung. Aún así nunca necesitaron de sus servicios hasta ahora.

El chico atendió tan bien a Jungwon y lo trató con tanto cariño. Jake se preguntaba si en algún lugar de Busan habrían tratado al niño así, considerando que incluso las medicinas ni siquiera eran del todo efectivas.

Ni siquiera Sunghoon lo habría tratado así.

Al terminar, Sohee le regaló una paleta a Jungwon y a Riki. Le dió ciertas recomendaciones a Jake y le pidió que dejara reposar al niño y esperara a que la fiebre comenzara a salir por si sóla. También le recomendó comprar algunos sueros para mantener hidratado al niño.

El pediatra se fue con una sonrisa amable y Heeseung y Jake quedaron completamente solos en la sala del hogar, con Jungwon durmiendo en el sillón y Riki en la cocina comiendo (tarde) la comida que había pedido su papá.

Ambos sentados en el sillón frente al de Jungwon. Jake le terminó dando una explicación en voz baja a Heeseung sobre su temprana visita. Esperaba dársela con lágrimas en sus ojos, con dolor en su pecho; pero tal vez era el hecho de que ya estaba tan cansado de llorar y sufrir, que ya no le quedaba nada más que sacar.

Sí tenía la mirada cristalizada y más de alguna lagrima traicionera se había deslizado por su mejilla, sin embargo, su tono de voz había sido frío y monótono. Cómo si sólo estuviera cansado de su vida en general.

Había una gran distancia entre ambos, uno en cada esquina de aquel sillón. Jake no dejaba de ver a su hijo y Heeseung solo podía concentrar su mirada en el ventanal con las cortinas cerradas.

Ese maldito Park.

—Gracias por lo que hiciste por Jungwon.— volvió a hablar Jake —Y gracias por haber aceptado y cuidado a Riki todos estos días.— y gracias por haberme recibido. Gracias por haberme abrazado y consolado. Gracias por aceptarme a mí también. —Pero... creo que es hora de que me lleve a Riki de vuelta a casa.

Heeseung volteó su cabeza lentamente, encontrándose con los ojos llorosos de Jake ya puestos en él. Su labio inferior siendo mordido cómo si se estuviera conteniendo de algo, o cómo si estuviera nervioso. No lo sabía. Jake siempre había sido tan difícil de leer para él.

my son? ─ ✧ heejakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora