Omegacember Xicheng [FINALIZADA]

*Día 13 *

Gargantilla.

El ambiente en la Secta Yummeng Jiang estaba tenso después de la visita de Wei Wuxian y Lan Zhan. Jiang Cheng, aunque intentaba ocultar sus emociones, se sentía herido y molesto por las palabras imprudentes de Wei Wuxian. Se había retirado a su habitación, buscando un refugio en la soledad.

Lan Xicheng, consciente del estado de ánimo de su pareja, decidió abordar la situación de inmediato. Se acercó a la puerta de la habitación de Jiang Cheng y golpeó suavemente.

—Jiang Cheng, ¿puedo entrar?

No hubo respuesta, pero Lan Xicheng entró de todos modos, encontrando a Jiang Cheng recostado en la cama, mirando fijamente el techo.

—¿Estás bien? —preguntó Lan Xicheng con preocupación.

Jiang Cheng suspiró, sin mirarlo.

—Estoy bien, no te preocupes.

Lan Xicheng se sentó a su lado y le tomó la mano.

—Jiang Cheng, sé que estás lastimado por lo que dijo Wei Wuxian. Pero quiero que sepas que él estaba equivocado. No eres una carga, eres precioso y valioso para mí.

Jiang Cheng le miró, sus ojos revelando la tristeza que intentaba ocultar.

—Fácil para ti decirlo.

Lan Xicheng acarició su mejilla suavemente.

—No me importa lo que piense Wei Wuxian. Me importa lo que pienses tú, y para mí, eres el Omega más increíble y hermoso del mundo.

Jiang Cheng suspiró, permitiendo que las palabras de Lan Xicheng lo afectaran. Lan Xicheng se levantó y fue hacia su escritorio, donde guardaba algunas pertenencias personales. Regresó con una pequeña caja y se arrodilló frente a Jiang Cheng.

—Quiero que sepas cuánto significas para mí. Por eso, quiero regalarte algo especial.

Abrió la caja, revelando una hermosa cinta de seda. Era delicada y adornada con patrones que recordaban a las nubes de la secta Gusu Lan.

—Jiang Cheng, esta cinta es para ti. Quiero que la lleves como una gargantilla. Para recordarte que eres el Omega más bonito del mundo, y que un Omega bonito merece una cinta que adorne su cuello.

Jiang Cheng miró la cinta con sorpresa antes de que una pequeña sonrisa jugara en sus labios.

—Eres imprudente y cursi.

Lan Xicheng rió suavemente.

—Sí, tal vez lo soy. Pero también quiero que te sientas especial, porque para mí, lo eres.

Jiang Cheng aceptó la cinta con gratitud. Lan Xicheng se puso de pie y rodeó su cuello con ella, atándola con cuidado. La cinta resaltaba contra su piel y, de alguna manera, hizo que Jiang Cheng se sintiera más ligero, más querido.

—¿Mejor? —preguntó Lan Xicheng.

Jiang Cheng asintió, tocando la cinta con los dedos.

—Gracias, Lan Xicheng.

—De nada, Jiang Cheng. Siempre estaré aquí para ti.

La tarde se desvaneció mientras Lan Xicheng y Jiang Cheng compartían el espacio íntimo de la habitación. Las palabras de consuelo y afecto de Lan Xicheng comenzaron a curar las heridas emocionales de Jiang Cheng. Se sintió apreciado, amado y especial.

Finalmente, Lan Xicheng sugirió salir de la habitación, rompiendo la reclusión de Jiang Cheng.

—Hay un hermoso jardín de loto afuera. Podemos caminar juntos y disfrutar del paisaje.

Jiang Cheng asintió, agradecido por la presencia reconfortante de Lan Xicheng.

Mientras caminaban por el jardín, Jiang Cheng se dio cuenta de que, incluso en medio de las adversidades, tenía a alguien que lo amaba y lo hacía sentir único. Y con la cinta alrededor de su cuello, recordó que era el Omega más bonito del mundo, según las palabras de Lan Xicheng, y eso era suficiente para iluminar su corazón.

No saben lo enamorada que estoy de escribir que Jiang Cheng, sea minado por Lan Xicheng, como que es mi debilidad. :3

Los veo mañana en otro capítulo, espero les haya gustado, :3