Ojos de cachorro.
El sol se ponía en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos cálidos mientras Jiang Cheng y Lan Xicheng compartían un tranquilo momento en la puerta de la habitación de Xicheng, después de haber estado días enteros por el celo de Jiang Cheng, tenían visita.
Wei Wuxian y Lan Wangji, quienes habían llegado para visitar a sus amigos, se encontraban también presentes. La atmósfera relajada recordaba a los viejos tiempos cuando los cuatro compartían risas y travesuras en la niñez.
—¿Recuerdan cuando solíamos pasar horas jugando en los campos de Yunmeng? —Wei Wuxian señaló con nostalgia.
Jiang Cheng asintió con una pequeña sonrisa, mientras que Lan Wangji y Lan Xicheng compartieron una mirada cómplice. La presencia de Lan Xicheng en la vida de Jiang Cheng había traído una nueva vitalidad y alegría, y todos disfrutaban de la compañía mutua.
—Sí, pareciera que volvimos a los viejos tiempos —comentó Lan Xicheng, su sonrisa iluminando la habitación.
La conversación fluía entre risas y anécdotas compartidas, evocando recuerdos de amistad y camaradería. Después de un rato, Wei Wuxian y Lan Wangji anunciaron que debían retirarse.
—Gracias por la cálida bienvenida, pero es hora de regresar a nuestra habitación, Wei Ying, ya está cansado y es hora de su masaje de pies, dentro de dos meses nacerá ya nuestro cachorro y sus tobillos le duelen demasiado. —dijo Lan Wangji con cortesía.
Jiang Cheng se levantó para acompañar a sus amigos hacia la puerta. Lan Xicheng, con una chispa traviesa en los ojos, se quedó en la habitación.
—¿Qué sucede, Lan Huan? ¿No vas a despedir a tu hermano? —preguntó Jiang Cheng al notar que Lan Xicheng se quedaba atrás.
—Oh, ya iré después. Hay algo que quiero preguntarte. —Lan Xicheng miró a Jiang Cheng con ojos de cachorro, una expresión que nunca dejaba de hacer mella en el corazón del Omega.
Jiang Cheng, curioso, se sentó nuevamente. —¿Qué quieres saber?
—Cuéntame alguna de tus travesuras de niño. Algo que nunca hayas compartido antes. —Lan Xicheng sonrió con anticipación.
Jiang Cheng rodó los ojos, pero la sonrisa en su rostro mostraba que disfrutaba la idea. —Bueno, una vez, cuando fui a estudiar a Gusu Lan, Wei Wuxian y yo robamos algunas botellas de vino de la bodega. Nos las bebimos todas en una sola noche.
Lan Xicheng rió, imaginándose la escena. —¿Y qué pasó después?
—Oh, después de eso, Wei Wuxian y yo estábamos tan borrachos que terminamos cantando canciones ridículas en medio de la noche. Casi nos expulsan de la secta por el escándalo. —Jiang Cheng recordó la situación con una mezcla de diversión y vergüenza.
Lan Xicheng rió más fuerte. —Eso suena como algo que Wei Wuxian haría. Y no recuerdo haber sabido de ese suceso, ¿Cómo fue que yo no me enteré? ¿Y porque Wei Wuxian no fue expulsado? ¿El tío Qiren se enteró?
—Sí, lo hizo. Pero lo más sorprendente es que Lan Wangji nos ayudó a cubrir, lo que habíamos hecho. Supongo que los viejos tiempos no eran tan diferentes. —Jiang Cheng sonrió, sumergido en la nostalgia.
La risa de Lan Xicheng llenó la habitación mientras compartían historias de la infancia. Jiang Cheng se dio cuenta de que, con Lan Xicheng a su lado, los recuerdos del pasado se volvían más ligeros y llenos de alegría. La conexión entre ellos era un puente que unía los viejos y nuevos tiempos, creando una historia única que ambos compartirían.
Casi que no termino de escribir esto, :c, pero aquí está, intente que en este capítulo mejorará un poquito la relación de Jiang Cheng y Wei Wuxian, así que aquí nació este pequeño one shot, mañana escribiré algo más picante, :3.
Nos vemos mañana y desde ya, feliz navidad para todos, :3
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Omegacember Xicheng [FINALIZADA]
RomanceNo podía evitar escribir una historia del Xicheng Omegaverse, por eso decidí crear esta historia para retratar desde un punto de vista diferente, como sería la unión d estos dos líderes si en la novela original fueran parte del omegaverse, y que mej...