Parte 37

15 1 0
                                    

Manejó a alta velocidad por las calles de Moscow levantando improperios mientras esquivaba cada uno de los carros que se metían en su camino.
No podía hacer nada, solo estaba trancada en un fuerte tráfico que se había hecho en una de las avenidas cuando su desesperación para llegar a aquel lugar aumentaban...

Leo: Las vas a pagar con intereses y donde mas te va a doler entrometida de *** - golpeando el volante lo mas fuerte que podía - te metiste con la persona equivocada *** sea te voy a matar, inservible!!!!!

A pesar del tráfico pudo llegar de inmediato a su destino. Abriendo de golpe la puerta de vidrio de aquel conocido consultorio para pasar como si fuese propio dejando a mas de un paciente que allí se encontraba con la boca abierta por la manera tan desbocada de actuar de aquella castaña que estaba en ese momento poseída por el mismo demonio en persona.

Roberta: Srta no puede entrar así, que le pasa?
Leo: Escuchame algo *** vieja - acercándose mucho a la cara de una ahora confundida secretaria - me tienes obstinada y yo entro así a donde se me de la regalada gana, así que no abras mas tu boca o te va a ir bien mal - alejandose por el pasillo donde claramente se podia leer el nombre de la reconocida psicóloga.

La puerta se abrió de golpe dejando a un paciente algo alterado levantándose de inmediato de aquel sillón donde su terapia recién comenzaba; para dirigir la mirada hacia el sitio donde aquella chica resoplaba por su nariz cual toro a punto de embestir a su víctima.
Sus ojos estaban inyectados de rabia y sus puños estaban mas pálidos de lo normal por la fuerza que ejercía en cada uno de ellos.

Nastya: Srta por favor, qué le pasa? Por qué entra así al consultorio? - levantándose de golpe de la silla que ocupaba al dictar la consulta.
Leo: Quiero hablar contigo y has que este tipo se largue ya - gritando muy fuerte
Nastya: Discúlpeme Sr Komissarov, solicite mañana una nueva consulta con mi secretaria y le atenderé con gusto y no se preocupe por los gastos, yo corro con ellos - haciendo que el caballero asintiera para salir de allí lo mas rápido que pudo - y a ti que demonios te...

Leo:...me pasa - abalanzándose encima de la rubia para tomar con una mano su cuello mientras lo apretaba fuertemente - me pasa, que tu estúpida novia se esta metiendo donde no la llaman. Me pasa, que tu ridícula mujer esta haciendo que yo pierda la paciencia.

Nastya: Suelt...ame Leone...lla por favor - tratando de encontrar su respiración de nuevo - su..elta...me!

Leo: Esta bien - lanzándola de nuevo a la silla donde antes estaba sentada - escúchame muy bien y con bastante atención lo que voy a decirte - acercándose hasta hacer que sus respiraciones fueran una sola - a tu novia la quiero lejos, a distancia, a kilometros si es posible de mi mujer porque Yulia aun es mía, lo entiendes? - marcando con su índice la frente de una ahora petrificada Nastya - la quiero lejos, que no se meta con ella, que ni la toque porque ves estas dos manos que están acá? - moviendo ambas manos delante de ella - con estas manos la voy a torturar hasta saciarme, me entiendes? Y tú - nuevamente haciendo lo mismo con su índice - imbécil, la verás morir delante de tus bellos y hermosos ojos. Así que actua, sé una verdadera mujer - apretándole ahora un seno con una mano mientras que con la otra le desabrochaba el pantalón de vestir - y reténla a tu lado, que no se te escape de tu jaula porque si la veo de nuevo cerca de Yulia Volkova, aunque sea a una cuadra - levantándola de la silla por la fuerza - a unos centímetros, así como estamos tú y yo, lo va a lamentar y vas a llorar lágrimas de sangre, me captaste?

Nastya: Eres una enferma, como pude sentir tanto por ti? *** enferma - sintiendo como su cabeza giraba hacia la izquierda después de recibir una fuerte cachetada dejándola aun mas adolorida por el golpe recibido en su labio la noche anterior.
Leo: Lo que tú pienses me tiene sin cuidado preciosura, así que piensa bien que es lo que les conviene a las dos o lo lamentaras y solo tú, serás la única culpable de lo que pase y otra cosa - haciendo que la rubia la mirara a la fuerza apretando su brazo - si no estas a mi merced para lo que yo disponga, despídete también de este *** mundo porque observo todos los movimientos que haces.

Encuentros Cercanos en Cualquier Sitio (t.A.T.u.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora