Encuentros Cercanos en Cualquier Sitio (t.A.T.u.)

Parte 63

Unos besos y varias caricias hicieron que despertara con una amplia sonrisa en su hermoso rostro bañado de pecas que hacían un espectacular contraste impregnado por lo rojizo de su cabellera y aquellos ojos verdes con grises aun somnolientos. Sintió unos besos recorrer su cuello mientras los rayos del sol entraban en aquella habitación que había sido testigo de la mas placentera bienvenida a la capital papal, Roma.

Lena: Mmmmm! Que rico es despertar así - estirándose poco a poco mientras sentía los labios de Yulia jugar con su cuello.
Yulia: Es co...mo -beso- quiero desper...tarte siempre -beso- esposa - beso, subiendo su cara para quedar frente a frente a la de Lena.
Lena: Me encantaría que me despertaras así por el resto de nuestras vidas - beso, cambiando de posición para quedar encima de Yulia.
Yulia: Me gusta sentir tu piel en las mañanas, pero; no le debemos una explicación a tus padres por no bajar anoche a cenar?
Lena:......mmmm! - besos - mmmm! No sé - besos.
Yulia: Además, la idea de hacernos las dormidas mientras tocaban la puerta creo que no se la han creído. Escuché muy bien como tu madre reía por lo mas bajo. Lena.....!!!
Lena:.....mmmm!! - besos.
Yulia: Qué van a pensar tus papás de mí? De nosotras? Venimos a verles y termi....
Lena: - no le permitió concluir ya que selló los labios de su novia con los de ella haciéndola callar por unos instantes, luego se separaron y la miraba a sus ojos azules - Amor, se supone que tú y yo nos vamos a casar y vivimos juntas y ellos lo saben, deben pensar que tenemos necesidades de pareja y que vinimos en un vuelo por mas de 5 horas y era evidente nuestro cansancio.
Yulia: Tienes razón - beso - y qué haremos hoy en nuestro primer día en Roma?
Lena: Primero, voy a terminar lo que estabas empezando cuando me despertaste, lo demás será un paseo - arqueó una ceja mientras lanzaba una mirada maliciosa y llena de picardía a su mujer para así de nuevo comenzar una batalla campal de sus cuerpos dándole la bienvenida a la mañana.

Después de haber culminado con su plancentera faena esa mañana, cada una fue a darse un baño. La primera en salir fue Yulia, dándole paso a su novia que volvía a dormir mientras ella se duchaba. Sutilmente la despertó para que pasara al cuarto de baño a lo que la pelirroja la obedeció a regañadientes.
Una vez ya listas, cada una bien enfundada con ropa bastante cómoda, decidían salir de la habitación.....

Lena: Amor, no piensas salir con esos mini-shorts, o sí?
Yulia: Claro que si mi amor - dando una vuelta - verdad que son lindos?
Lena: Claro, que son lindos pe...
Yulia: ...ro nada, somos turistas y siempre he visto que los turistas van a todas partes en shorts o no?
Lena: Pero van en unos donde no dejan la imaginación divagando...
Yulia: Te amo - beso - así voy a salir. Además, no son muy cortos, si quieres me cambio por otros mas largos.
Lena: Me parece perfecto, no quiero que media Italia ande viéndote las piernas de manera descarada.
Yulia: ¬¬ está bien. Espérame.

Pasaron 5 minutos cuando la morena salió del baño....

Yulia: Y así? Te gustan?
Lena: Qué le bajaste? 1 cm a cada manga?
Yulia: Amor - dijo acercándose para abrazarla - quiero estar cómoda, además hace calor y tu estarás conmigo para defenderme.
Lena: Jaja! Si claro, se me olvidaba que soy la mujer maravilla, vamos -beso - mis padres deben pensar que jamás saldremos de la habitación y si paso mas tiempo contigo acá arriba creo que voy a volver hacerte mía.

Ambas salieron de la habitación para encontrarse con los padre de la pelirroja que ya también se disponían a desayunar. Al terminar de bajar las escaleras, la chica de servicio, Isabella; iba pasando hacia el comedor con el desayuno y al ver la escena desde las escaleras, río muy por lo bajo y siguió su camino.

Lena: Hasta Isabella ríe por tus niñerias.
Yulia: No importa! Jum! - enterrando nuevamente la cabeza en el cuello de Lena.

Inessa, que venía pasando también en ese momento, no pudo contener la risa al ver como Lena bajaba cargada a Yulia ya que ésta venía amarrada - literalmente - a la cintura de la pelirroja y con su cabeza despeinada natural, en el cuello de la pecosa.