rusted scabbard / loving sword (TRADUCCIÓN)

una pelea (in) terminada-2

Resumen:

A EMIYA no le está yendo muy bien contra Berserker. Por suerte, ¿su sobreprotector... amigo? ¿Esposa? ¿Amante del universo alternativo? ¿Aplastar? Sea como sea, su vida amorosa es un desastre, pero el punto es que Artoria está aquí para ayudar.

Notas:

jaja, sí, hola amigos, lamento haber estado ausente, atrapado en asuntos familiares. Seré honesto, escribir escenas de lucha me exige mucho, por eso tiende a ser corto y un poco malo, lo compensaré pronto con un poco más de tontería. Espero que lo disfruten.

 CAPITULO 2: Artoria salva a EMIYA

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... Ah.

He perdido.

EMIYA no pudo hacer nada más que maldecir cuando fue arrojado, nuevamente, contra la pared de la caverna. Podía sentir algo - no, rasca eso, todo dentro de él se rompe. Tosió sangre mientras, casi cómicamente, se despegaba de la pared de piedra, cayendo débilmente al suelo mientras Berserker (no, Hércules) merodeaba hacia él, ansioso por acabar con su presa. Ennegrecido por el grial, y habiendole quedado ocho vidas al comienzo de la pelea, el Arquero admitió que tal vez luchar solo contra él había sido una mala idea.

Sin embargo, no es que tuviera la oportunidad de corregir ese error

Algo en esta situación me resulta extrañamente nostálgico.

—

"¿Un último sirviente, Maestro?" Ritsuka asintió con la cabeza y sacó un mapa de Fuyuki.

"Sí. El Berserker de esta guerra no tenía ningún vínculo con Artoria Alter, por lo que no se dispersó con ella".

EMIYA miró fijamente a su Maestro por un momento, antes de responder.

"Hemos dispersado el Santo Grial en esta Singularidad. ¿Seguramente se consumirá tarde o temprano?" "Permitirle permanecer activo aún podría alterar la línea de tiempo; no se sabe qué podría pasarle a la Singularidad si le permitimos correr desenfrenadamente, incluso si es solo por unas pocas horas. En estos momentos se encuentra en estas cavernas, al oeste de Fuyuki. Lo acorralaremos allí y terminaremos esta pelea de una vez por todas".

Los plazos eran una mierda.

Como si hubiera escuchado sus pensamientos, el Saber a su lado asintió.

–

El Espíritu Heroico se obligó a levantarse, apenas capaz de mantenerse consciente y atado a su Maestro. Hércales era el último sirviente que quedaba en esta singularidad: el Berserker era poderoso, pero, una vez más, EMIYA había subestimado cuánto del intelecto del guerrero permanecía intacto, a pesar de su locura. Al comienzo de la batalla, el griego había logrado provocar un derrumbe, separando a su enemigo, el Arquero, del resto de su equipo.

Aunque normalmente, unas pocas rocas no causarían muchos problemas a un Servant, la pura densidad de los escombros les estaba causando problemas, y los pocos sirvientes que poseían Noble Phantasms capaces de destruirlos todos de una sola vez no podían usarlos sin causar el todo el sistema de cuevas en el que estaban luchando colapsara. Un conjunto de circunstancias que se habían formado simplemente para ser un dolor en el trasero de EMIYA.

Quizás podría haberse esforzado un poco más en detenerse o huir, en lugar de intentar matar a Hércales directamente, pero parecía como si se hubiera permitido volverse complaciente y arrogante mientras luchaba junto a un equipo.