rusted scabbard / loving sword (TRADUCCIÓN)

Caballero (rojo) de la mesa redonda-8

Capítulo 8 : Lancelot y Galahad: el Caballero del Lago y su hijo.

Sir Lancelot del Lago.

Caballero de la Mesa Redonda.

Héroe de la Dama del Lago.

Consorte de la reina Ginebra.

...y el hombre que, aunque sin malas intenciones, provocó la caída de Gran Bretaña.

La muerte de cientos, si no miles, de personas recayó sobre sus hombros. La muerte de sus siempre leales camaradas fue forzada por su mano: Agravain, Gaheris... y Gareth. Todos Caballeros leales y todos asesinados por su mano.

Un Sirviente de tal mito, leyenda y controversia – y aquí estaba, de pie ante EMIYA sobre... esta maldita cosa.

El Caballero del Lago con su pseudo-hija, pidiéndole consejo y ayuda, asistencia relacionada con Artoria. O, en las propias palabras del Caballero:

"...Sir Emiya – el Rey está de muy mal humor con nosotros después de una... pelea. ¿Podría aconsejarnos para resolver este asunto?

No se le escapaba lo cómico de la situación, pero tenía preocupaciones más apremiantes.

A decir verdad, a EMIYA no le agradaba Lancelot – bueno, eso no estaba del todo bien. El Berserker y EMIYA se llevaban tan bien como un Berserker podía hacerlo; su problema era con el Sabre.

EMIYA conocía bien la leyenda del propio Lancelot. Era natural que el amante y consorte del Rey despreciara al hombre que había causado la caída del reino de su amante, incluso sin intenciones maliciosas. Sin embargo, no era tan blanco como odiar a Lancelot como un Espíritu Heroico. El Arquero se había encontrado con ambas variaciones del Caballero, uno vestido de negro y niebla, y el otro de púrpura. Un Berserker y un Sabre. Ambos tenían sus diferencias y estaba claro por qué.

El Caballero del Lago, como Berserker, mostró claramente remordimiento y penitencia por sus acciones; comprendió la gravedad de sus errores y no quiso repetirlos. Lo sentía; eso era evidente, hasta el punto de que literalmente se había vuelto loco de culpa. Aunque el caballero negro había recuperado gran parte de su compostura y autocontrol durante su estancia en Chaldea, permaneció mudo e incapaz de perdonarse a sí mismo por sus acciones. Había aprendido de sus errores, jurando alejarse de los impulsos de la carne. No era como si EMIYA quisiera que el hombre se hundiera en su culpa, pero el Saber era completamente diferente.

El Saber, aunque aparentemente arrepentido por sus acciones, claramente no había aprendido nada. Todavía perseguía innecesariamente a casi todas las sirvientas atractivas que Ritsuka convocaba, y todavía causaba problemas innecesariamente al intentar cortejar a las esposas de otros hombres. La cantidad de peleas en las que había participado el Caballero era asombrosa.

Para ir al grano: EMIYA no era fanática de este Sabre. Ni un poco, pero hizo a un lado estos sentimientos infantiles. Su Saber estaba enojado – eso tendría que ser rectificado. Trabajaría con este hombre color berenjena, por ahora.

"...Está bien. Entra, Lancelot, Mash. Toma asiento, hay una mesa de café a tu izquierda. Estaré contigo en breve".

-Bien. Mash también estuvo aquí.

Mash Kyrielight era una especie de enigma para EMIYA. Una semi-sirvienta era la primera vez para él, a pesar de su veteranía como contraguardián, y su naturaleza optimista, esperanzada y moral contrastaba con su supuesto padre. Ella era devota de Ritsuka y nunca miró a ninguno de los otros sirvientes masculinos con otra cosa que no fuera respeto u odio, un refrescante cambio de ritmo respecto a los muchos pervertidos y mujeriegos en su vida. Supuso que le había tomado cariño a la joven, muy parecido a...