LA VERDAD TRAS EL CRISTAL - Diego Escamilla

CAPÍTULO 2.4 - Puntos de vista

Como escribí en un monólogo de lengua castellana, todo depende de los puntos de vista. Cuando vas madurando eres capaz de llegar a respetar, o incluso, a entender el opuesto al tuyo. Y pese a que, gracias a todo lo que me pasó, maduré bastante, aún no era capaz de hacer lo dicho.

Posiblemente, aquel día fuera el inicio de los grandes cambios en mi vida. No lo sabía, pero lo sucedido dio lugar a otros sucesos que, mirando con perspectiva, fueron consecuentes a este, los cuales llevaron a decisiones que nunca me había planteado tomar.

Habían pasado cuatro días de la conversación con Thomas y el encuentro con Michelle. Dos días donde Emily seguía desaparecida y Johnson no hacía nada por encontrarla, y aunque corría el rumor de que se estaba preparando una búsqueda en Hatzic, nadie tomaba acción. Estábamos sentados Thomas, Olivia y yo en el patio y conversábamos sobre la desaparición.

- ¿Qué hacíais el otro día en casa de William? - preguntó Olivia, dejándonos atónitos.

- ¿Cómo lo sabes? - pregunté.

- Lo sabe todo el mundo. La gente no se cree lo que dice William.

- ¿Y qué dice?

- Que fuisteis únicamente a verle. Pero como coincide con la desaparición de Emily, hay gente que está especulando sobre que los tres habéis organizado su muerte.

- ¿Pero qué fumada es esta?

- No sé, Jack, por eso os preguntaba. 

Thomas y yo nos miramos para encontrar la aprobación del otro para contarle la conversación que tuvimos con William. Realmente, no había motivos para esconderle nada a Olivia. De hecho, era mejor hacerlo para poder demostrarle que nosotros no estábamos relacionados con esto, y William tampoco, aunque eso no le importaba a ella.

- ¿Seguro? - preguntó Olivia.

- ¿Por qué te íbamos a engañar? - pregunté un poco alterado.

- No sé. Lo digo porque todo el mundo piensa que habéis sido vosotros tres. 

- Pero, pero, pero... ¿Por qué?

-  Imagino que por culpa de Johnson - dijo Olivia.

- ¿Qué ha hecho ahora? - preguntó Thomas.

- Arrestar a William. ¿No veis que no está aquí?

- Este tío es subnormal. ¿Cómo que ha detenido a William?

Sonó el timbre y nuestros compañeros empezaron a entrar en el edificio. Nosotros, en cambio, esperamos un momento para acabar nuestra conversación.

- Escucharme una cosa, este finde quedamos y hablamos sobre esto, que os tengo que explicar algo - dijo Olivia con cara de preocupación.

- Vale. ¿Qué tan grave es? - preguntó Thomas preocupado.

- No lo sé, Thomas - contestó.

- Va, vamos a entrar. Ya hablaremos de esto el sábado, que el domingo estoy fuera.

Ellos asintieron con la cabeza y seguimos los pasos de los demás adolescentes. ¿Qué nos quería decir Olivia? ¿Sabía algo que nosotros no? ¿Estaba relacionado con la desaparición de Emily? ¿O bien era algo secundario? No podía saberlo, pero era capaz de entender que era algo que Olivia no había contado a nadie por algún motivo que también desconocía.

Las clases transcurrieron con normalidad, pero las miradas hacia nosotros eran notables. De un día para otro, todo el mundo pensaba que estábamos involucrados en la desaparición de Emily. El cabrón de Johnson había detenido a William por puro orgullo, provocando además que nos metieran en el meollo. Era fácil ver que se le estaba yendo de las manos por propia deliberación. Aunque más duro fue llegar a casa, encender la televisión y escuchar el telediario del canal local.