05. Mission

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—— Me ofrecen una misión

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—— Me ofrecen una misión

Percy Jackson

A la mañana siguiente, Quirón me trasladó a la cabaña 3

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A la mañana siguiente, Quirón me trasladó a la cabaña 3. No tenía que compartirla con nadie. Gozaba de espacio de sobra para todas mis cosas: el cuerno de Minotauro, un juego de ropa limpia y una bolsa de aseo. Podía sentarme a mi propia mesa, escoger mis actividades, gritar «luces fuera» cuando me apeteciera y no escuchar a nadie más.

Pero me sentía totalmente deprimido.

Justo cuando empezaba a sentirme aceptado, a sentir que tenía un hogar en la cabaña 11 y que podía ser un niño normal -o tan normal como se pueda cuando eres mestizo-, me separaban como si tuviera una enfermedad rara.

Nadie mencionaba el perro del infierno, pero tenía la impresión de que todos lo comentaban a mis espaldas. El ataque había asustado a todo el mundo. Enviaba dos mensajes: uno, que era hijo del dios del mar; y dos, los monstruos no iban a detenerse ante nada para matarme. Incluso podían invadir el campamento que siempre se había considerado seguro.

Los demás campistas se apartaban de mí todo lo posible. Después de lo que les había hecho a los de Ares en el bosque, la cabaña 11 se ponía nerviosa conmigo, así que mis lecciones con Luke ahora eran particulares. Me
presionaba más que nunca, y no temía magullarme en el proceso.

— Vas a necesitar todo el entrenamiento posible –me dijo, mientras practicábamos con espadas y antorchas ardiendo–. Vamos a probar otra vez ese golpe para descabezar la víbora. Repítelo cincuenta veces.

Annabeth seguía enseñándome griego por las mañanas, pero parecía distraída. Cada vez que yo decía algo, me reñía, como si acabara de darle una bofetada. Después de las lecciones se marchaba murmurando para
sí: «Misión… ¿Poseidón…? Menuda desgracia… Tengo que planear algo…»
Incluso Clarisse mantenía las distancias, aunque sus miradas cargadas de veneno dejaban claro que quería matarme por haberle roto la lanza mágica. Deseé que me gritara, me diera un puñetazo o algo así. Prefería meterme en peleas todos los días a que me ignoraran.

𝘖𝘊𝘌𝘈𝘕 𝘌𝘠𝘌𝘚; percy jackson¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora