💜Una niebla de anhelo

2.5K 147 11
                                    

Autor: Vanasha

Summary: El silencio pareció tragarte por completo, como si alguien te hubiera tapado la cabeza con una manta, lo suficientemente delgada como para que aún pudieras ver y moverte, pero aún separada del mundo real. Había algo de paz en ello, al mismo tiempo que te asustaba.

Te preguntaste si así era como se sentía Lady Beneviento.

O, eres la asistente de Lady Beneviento y no te sientes muy bien.

Top!Donna

Palabras: 4293

Advertencia: Dub con

Cuando te mudaste por primera vez a la casa al borde de la cascada, pensaste que habías escuchado todos los rumores e historias de fantasmas que existían sobre la Casa Beneviento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando te mudaste por primera vez a la casa al borde de la cascada, pensaste que habías escuchado todos los rumores e historias de fantasmas que existían sobre la Casa Beneviento. Que ellos serían lo único que tendrías en mente al ver el lugar por ti misma.

Y, sin embargo, tu primer pensamiento fue que no podías imaginarte poder concentrarte en otra cosa que no fuera el ruido del agua atronadora justo afuera. ¿Cómo podría alguien mirar este terreno y decidir que era el lugar adecuado para construir una casa?

Luego cruzaste el umbral y entraste en el silencio más inquietante que jamás hayas experimentado. Las aguas que corrían afuera no eran más que un suave zumbido, audible solo cuando aguzabas los oídos.

El tiempo pareció detenerse allí dentro, ya que casi ningún ruido del exterior lograba atravesar la pesada madera. El silencio pareció tragarte por completo, como si alguien te hubiera tapado la cabeza con una manta, lo suficientemente delgada como para que aún pudieras ver y moverte, pero aún separado del mundo real. Había algo pacífico en ello tanto como te asustaba.

Te preguntaste si así era como se sentía Lady Beneviento.

Nunca has visto su cara. Crees que hace un año o tal vez más que trabajas aquí, pero no estás segura. No hay calendario, la mayoría de las veces apenas se puede saber la hora del día con las cortinas bien cerradas y la vista hacia el exterior borrosa y gris, incluso en verano. Todo este tiempo que pasaste aquí, y ni siquiera pudiste vislumbrar detrás del velo de la mujer.

Por supuesto, está el retrato en el vestíbulo, mirándote como un recordatorio constante de que, a pesar de lo que se siente, hay otro ser humano viviendo en esta casa junto a ti. Uno que duerme, come y respira como tú.

A veces te resulta difícil de creer.

Más de una vez te habías sorprendido al ver a Lady Beneviento sentada quieta como una estatua entre sus muñecas inmóviles, tan quieta como una de ellas, sin que te dieras cuenta hasta que ves un movimiento por el rabillo del ojo. La forma en que su velo tiembla mientras respira, su mano se mueve suave y lentamente sobre la tela de su ropa.

Tu pobre corazón tuvo mucho que acostumbrarse en esta casa.

Ella no se disculpó por asustarte, y ¿por qué lo haría, cuando esta es su casa y tú eres su... su qué exactamente? Te contrataron como una especie de asistente después de pasar por la entrevista más silenciosa y extraña que puedas imaginar, pero nunca se especificó exactamente qué tendrías que ayudarla. Poco a poco te habías convertido en todo lo que ella necesitaba de ti. Alguien que mantiene la casa limpia e impecable, la despensa llena y que habla con el mundo exterior del que su Señora no quiere ser parte.

One Shots || Ladies RE8Donde viven las historias. Descúbrelo ahora