Relatos +18 de las mujeres jerarcas de RE8 (Alcina Dimitrescu, Donna Beneviento, Madre Miranda)
DISCLAIMER: Ninguno de los oneshots me pertenece, doy créditos a sus respectivos autores
Imagen de portada: Classyfruit en twitter
Summary: Después de escuchar rumores sobre el Castillo Dimitrescu, decides verlo por ti misma y encuentras más de lo que esperabas.
Palabras: 3881
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La fresca brisa nocturna pasa mientras te mueves entre los arbustos. El castillo que estabas buscando está en tu punto de mira. Este castillo era una fantasía en tu pueblo, un mito que se utilizaría para asustar a los niños para que no se fueran. Castillo Dimitrescu, conocido por haber sido abandonado por sus propietarios hace mucho tiempo. Las historias que habías escuchado te interesaron muchísimo, después de años de escuchar rumores y chismes al respecto, decidiste encontrar la verdad por ti misma. Uno de los rumores que circulaban era que estaba lleno de tesoros, objetos de valor de todo tipo. Pero nadie tuvo el descaro de ir, o si lo hicieron, nunca regresaron.
Era una cálida noche de verano, el castillo a la vista estaba oscuro y aparentemente vacío. Finalmente llegas a las puertas. Caminando por el camino de rocas y guijarros, enciendes tu linterna para ver el edificio. Las puertas de entrada eran enormes, fácilmente de cinco metros y medio de altura. Miras a tu alrededor en busca de señales de otros y cuando ves que todo está despejado, tomas la manija con tu mano temblorosa y abres la puerta grande. Se necesitó algo de fuerza, la madera chirrió al raspar el suelo. Solo lo abres lo suficiente para pasar, iluminando instantáneamente tu linterna para ver la habitación.
Estaba completamente amueblado y no había ni una mota de polvo, lo que no era una buena señal. Aunque los rumores sobre este lugar varían mucho, siempre se dijo que aquí no residía nadie. Tragas saliva mientras miras la habitación. Subes la guardia cuando te das cuenta de que quizás no estés sola. Dando unos pasos hacia adelante, caminas lo más tranquilamente posible por la habitación y finalmente llegas a la puerta abierta del otro lado. Estaba oscuro y bastante silencioso para una casa que parece habitable.
Al cruzar la puerta, encuentras un pasillo oscuro, del que salen muchas puertas y habitaciones. Caminas hacia la puerta más cercana y giras la perilla para descubrir que está cerrada. Suspiras y pasas a la siguiente, también cerrada, así como a la siguiente y a la siguiente y a la siguiente. Suspiras de nuevo, decepcionada porque este lugar era un callejón sin salida y no se parecía en nada a las historias que habías escuchado.
Había una última puerta que revisar al final del pasillo, también esperarías estar cerrada con llave. Te acercas y sostienes la perilla, respirando profundamente mientras tu otra mano agarra la linterna con más fuerza. Giras la perilla y, para tu sorpresa, está desbloqueada. Al abrir la puerta grande, mueves la linterna por la habitación tratando de ver mejor. Era una especie de vestidor, con artículos de lujo esparcidos por todas partes. Sonríes para ti misma, tal vez te rendiste demasiado pronto. Al acercar la linterna a la pared, buscas la luz, la encuentras después de un minuto y enciendes la lámpara de araña del techo para iluminar la habitación.
Nunca habías visto tanto oro en tu vida. Las puertas, los tocadores, las paredes e incluso el sofá tenían bordados dorados. Decides que ya has tentado bastante a tu suerte y que debes darte prisa, recoger algunos objetos de valor y marcharte. Todas estas cosas pertenecían a alguien, alguien que probablemente regresaría pronto.
