Volviendo a la tutoría

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Cuando salí de la vista de los chicos en el momento en que salí de la academia Ousei, miré los arbustos que rodeaban la escuela.

Yuuya: ¡Ya pueden salir...!

Al inicio no pasó nada de nada. Pero a los pocos segundos sus hojas temblaron como gelatina mal cuajada.

Yuuya: ¡Chicas!

¿¿??: ¡Está bien, está bien!

De los arbustos salieron ocho chicas quienes sudaban y sonreían nerviosamente. Furuhashi, Ogata, Takemoto, Itsuki, Nino, Miku, Yotsuba e Ichika.

Fumino: ¿Cómo sabías que estábamos aquí? --- preguntó mientras se quitaba las hojas que se enredaron en su cabello.

Yuuya: El listón de Yotsuba.

Yotsuba: ¡Ah! --- se tapó el listón con sus manos --- ¡Me olvidé esconderlo!

Yuuya: Además, las escuché gritar mi nombre durante la pelea --- añadí, a lo que ellas se avergonzaron --- Haaa... --- solté un suspiro --- ¿Por qué están aquí?

Ogata: Ellas querían hablar contigo.

Mi mirada se enfocó en las quintillizas, quienes me miraban a los ojos.

Fumino: Nosotras iremos a la estación de autobús.

Takemoto: No se tarden mucho~.

[Pov. Narrador]

En el momento en que se fueron, el ambiente se volvió incomodo y silencioso. Ninguno de nosotros dijo nada por un rato.

Yuuya: soltó un suspiro --- Yo... siento no haberles dicho que renunciaría.

Ichika: ¿Y~?

Yuuya: Y siento haberlas ignorado todo este tiempo.

Nino: ¿Y?

Yuuya: Y...y... ¿y tu cabello corto resalta el azul de tus ojos? --- dijo, sin saber que más decir.

Nino: ¡Eso no, idiota! --- exclamó sonrojada.

Mientras tanto, sus hermanas la miraban disimuladamente con celos. Ellas también querían recibir un halago de él.

Yuuya: ¿Qué otra cosa quieres que diga? ¿Qué vuelva a ser su tutor? Ya no puedo. Su padre me prohibió la entrada al edificio.

Nino: ¿Y qué? ¿Piensas dejarnos en manos con el próximo tutor que nos asignen?

Yuuya: Por favor --- puso los ojos en blanco --- Apuesto a que puedes espantar a cualquier tutor con tu talento con los somníferos.

Nino: P-puede que sea así, pero...

Yuuya: Además, ya les fallé a ustedes dos veces... y fracasé épicamente --- dijo con el ceño fruncido --- ¿Qué garantiza que lo haré mejor en la tercera?

Nino: Idiota.

Yuuya: ......¿Perdón?

Nino: ¡¡DIJE QUE ERES UN IDIOTA!! --- gritó enfadada --- Es verdad que nada garantiza que aprobemos... Pero tú no eres de rendirte, ¿verdad? No te rendiste cuando intentaste obligarme a estudiar. Por ti tuvimos que aprender un montón de fórmulas que jamás usaremos en el futuro... pero nos alegraba poder responder las preguntas. ¡Así que es tu culpa que llegáramos tan lejos! ¡¿Acaso vas a dejar que un segundo fracaso te detenga con todo lo que hemos avanzado?!

El hombre ideal para todas - Temporada dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora