Una invitada no invitada de Alceria

584 62 0
                                    

Yuuya: Gracias y perdón por llamar tan temprano.

Siendo las seis de la mañana, agradecí con una sonrisa al botones del hotel antes de cerrar la puerta. Al hacerlo, finalmente pude dejar mi fachada tranquila para poder hacer una mueca de dolor y agotamiento.

Con el balde metálico lleno de hielo en mi mano, arrastré mis pies con lentitud hacia el sofá de la habitación.

Yuuya: Auuu --- gemí de dolor mientras me sentaba en el sofá.

Con delicadeza, dejé caer todo el hielo sobre mi entrepierna cubierta por mis pantalones cortos.

Yuuya: Ahhh... --- solté un suspiro de alivio cuando el hielo dio en el clavo --- Esto es lo que recetó el doctor.

Anoche fue una locura. No voy a entrar en detalles, pero ambas me usaron como pelota gigante de gimnasio.

No tuve descanso y por un momento creí que sería el último capítulo de esta historia. Lo único que pude hacer para sobrevivir fue hacerme cargo de la situación. Logré desmayarlas, lo cual me hizo sentir orgulloso y también avergonzado.

Yuuya: Creo que es suficiente --- dije mientras notaba que el hielo se derretía.

Volteé mi cabeza hacia la cama y vi a Ai y Miku durmiendo plácidamente y únicamente cubiertas por las sábanas blancas. Hace una hora que cayeron dormidas, así que las voy a dejar a descansar un poco más.

Nuestras ropas estaban esparcidas por el suelo, lo que me hace recordar que debo recogerlas más tarde.

Recogiendo el hielo restante, lo puse de vuelta en el balde y lo dejé en el suelo para irme a bañar.

[30 minutos después]

Terminé de vestirme luego de una relajante ducha fría. Tendré que salir como Yamato Kuro, por lo que me puse una camiseta blanca y unos pantalones formales para la ocasión.

También llamé a Pitt para que nos recoja y nos lleve a casa.

¿¿??: Yawn.

Escuché un bostezo proveniente de la cama, lo que me hizo voltear a ver.

Miku se sentó en la cama, estirando sus brazos y dejando que las sábanas blancas se deslizaran de su cuerpo.

Yuuya: Buenos días, dormilona --- dije burlón.

Izayoi: ¡Darling! --- saltó de la cama cuando me vio.

Eso hizo que Ai también comenzara a despertarse.

Ai: Ugh. ¿No puedo dormir en paz? --- preguntó con un quejido.

Yuuya: Vamos, Ai, hora de ir a casa --- dije antes de girar hacia Miku --- ¿Lista para conocer a los niños y a mi familia?

Miku asintió.

Miku asintió

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El hombre ideal para todas - Temporada dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora