Concurso Maihou (Parte 2-2)

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Hay una cita que el famoso novelista de terror, Stephen King, comentó:

El momento que da más miedo es siempre justo antes de empezar.

Y tiene razón. Aún cuando falta mucho para que sea mi turno, siento miedo.

Los otros participantes también comparten el mismo sentimiento. Muchos de ellos están ansiosos, estresados, angustiados y asustados.

¿Tocaré bien? ¿Qué pasa si me equivoco en esta partitura? ¿Mi música le agradará a los jueces? ¿Qué pasa si fallo?

Muchas de esas preguntas deben pasar por sus mentes en este momento. Pero eso es parte de la vida, enfrentar lo que esté enfrente tuyo, incluso si tienes miedo.

En eso, mi conversación interna se vio interrumpida al escuchar una leve melodía en el pasillo. El sonido provenía de la sala de descanso, donde estaba esa chica llamada Igawa Emi miraba la pantalla de televisión de dicha habitación.

Caminé hacia la sala de descanso. Mientras más me acercaba, más podía identificar la pista que escuchaba: Chopin, Estudio Op 10, Nº 4.

Entré silenciosamente a la sala de descanso hasta que me puse a lado de Igawa, que segundo después dejó de mirar la pantalla para verme sorprendida.

Yuuya: Parece que tienes la mejor vista aquí. ¿Puedo quedarme? --- pregunté con una leve sonrisa.

Ella siguió con su mirada sorprendida hasta que volvió a su expresión seria que reconocí cuando nos vimos hace una hora.

Emi: Haz lo que quieras --- dijo antes de volver su mirada a la pantalla.

Yo también hice lo mismo y miré la pantalla donde estaba tocando esa tal Aiza. Su tonada, la forma en que mueve sus dedos en cada teclado, la mirada que demuestra que enfrenta sus miedos, y en especial su música, esa música que me está poniendo cautivado.

¿Es así como suena el piano? No, así suena él al interpretar a Chopin. Música fuerte, pero atrayente.

Incluso cuando hay una parte donde es silencio, él lo hace más ruidoso. Como si odiara el silencio frente al público.

Wow.

Cuando terminó, los aplausos reemplazados el ruido en el lugar. Incluso se podía escuchar claramente a través de la televisión.

Si yo estuviera ahí, también habría aplaudido.

Emi: Es tu culpa.

Parpadeé y miré confundido a Igawa, que seguía mirando la pantalla.

Yuuya: ¿Disculpa?

Emi: Tú lo hiciste así... Arima Yuuya. Todo es para alcanzarte. Eso es lo que dice el piano.

Ya veo. Desde que los vi hace una hora, tenía la sospecha que me conocían personalmente. No son los típicos pianistas que esperan enfrentarme a pesar de no haberme conocido nunca, ellos ya me enfrentaron cuando era niño.

Yuuya: ¿Tú también? --- pregunté por curiosidad --- ¿Tú también quieres alcanzarme?

Emi: No me hagas reír.

En eso, escuchamos el sonido de la puerta abriéndose. No era la de la sala de descanso, era la puerta que conectaba con el escenario principal.

Los dos salimos de la sala y vimos a Aiza, caminando con pasos pesados antes de perder el equilibrio y rodar por el suelo.

El hombre ideal para todas - Temporada dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora