Capítulo 2

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Los intensos golpes en la puerta son lo que la despiertan, no sabe bien que hora es, pero se siente realmente cansada, unos segundos después la puerta se abre dejando ver a una de sus doncellas. 

– Su majestad, el Rey pide que los acompañe a desayunar. 

– Me cambiaré y bajó. 

– ¿Confirmo su asistencia? 

– Hazlo, confirmale al Rey y a la princesa que los acompañaré a desayunar.

– Perfecto mi Reina. 

Después de que la muchacha se va, se toma menos de un minuto aún sobre la cama, sabe que Leopold odia que llegue tarde así que, se pone de pie para cambiarse. 

Opta por un hermoso vestido en un tono celeste, es bastante amplio y ostentoso para su gusto, ella prefiere una y mil veces sus cómodos trajes para montar. 

Una vez que esta lista baja esa enorme cantidad de escaleras y se dirige al comedor, nunca va a entender para que esa inmensa mesa con muchas más comida que la que cualquiera pudiera comer, ella debe seguir una dieta estricta. 

– Buenos días mi Reina –Leopold la saluda en cuanto la ve, agradece que no están solos, porque sabe muy bien que si lo estuvieran el la besaría. 

– Mi Rey –hace una pequeña reverencia y unos segundos después siente el cuerpo de Snow chocar contra ella cuando la abraza. 

– Regina, que bueno que ya te sientes mejor, así puedes acompañarnos al desayuno. 

– Claro querida. 

– Siéntate conmigo -está a punto se contestar pero él lo hace primero. 

– Snow, sabes muy bien que los lugares en la mesa se respetan, vengan así desayunamos por favor –ambas caminan a sus respectivos lugares, Snow a la izquierda y Regina a la derecha, en el lugar que alguna vez le perteneció a Eva. 

Comen varios minutos en silencio, bueno Regina está en silencio mientras que Snow sigue hablando sobre sus clases de equitación. 

– Oh mi Reina –mira a Leopold cuando habla–. Ayer llegó la invitación para el matrimonio de Aurora y Phillip, la hija de Stephan y Briar Rose. Se casaran dentro de poco y estamos invitados a asistir.

La información cae como un balde de agua fría en la morena, deja su comida a un lado. 

– Si me disculpan –se pone de pie sintiendo la mirada de Leopold en ella–. me voy a retirar, no me siento muy bien. 

– Espero que mejores Querida. 

– También lo espero. 

Hace una ligera reverencia antes de alejarse a sus aposentos. Toma ese libro en el que recuerda haber leído el nombre de Maléfica y trata de saber un poco más de lo que pasó con ella para que terminará rindiéndose, aunque sabe bien que en los libros no se cuentan del todo las historias. 

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Escaparse del castillo no le cuesta mucho, después del almuerzo en el que decidió no participar, Leopold le anunció que se haría dos días con Snow, a un campamento para reforzar su vínculo padre e hija. 

Agradeció a los cielos que ni siquiera le hayan insinuado que los acompañará. Esperó exactamente 30 minutos después de que el carruaje real saliera antes de escabullirse del castillo. 

Mi enorme dragón..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora