Normas De La Empresa | Murder Drones

III

V se encontraba despertandose en su habitación como si nada hubiera pasado, o eso creía, a su alrededor estaba J, Tessa y Cyn observándola con emoción, J no tanto... la humana estaba algo preocupada y por ello tomó la mano de la dron que estaba recostada en la cama pero de la nada se escucharon sonidos algo extraños llamando la atención de la somnolienta para luego ver a su lado tres robots en forma de huevo—¿Y ellos...?

—¡Me alegro de que hayas despertado! Estabamos tan prepcupadas...N despertó hace un buen rato pero tú sufriste más daños de, algo que que realmente desconozco ¿Qué fue lo que pasó?—Preguntó la joven sentándose en el borde de la cama dejando ver a Cyn por encima de su hombro haciendo que V se tensara ya que sentía que ella tenía algo que ver por lo que pasó, o siquiera eso era real pero la reacción de la pequeñita fue que colocó su dedo índice en su boca espeluznante mientras nadie la miraba, solo la pelicorto.

—Yo...No lo sé ¿De donde vinieron ellos?

—Estaban contigo en el bar, tú y N los estaban cuidando así que los trajimos creyendo que le pertenecían a un cliente que los abandonó.—Respondió J de brazos cruzados mirando los mini drones, ahora alguien tenía que hacerse cargo de ellos, o ellas —¿¡Cuantas veces voy a tener que decirles que no acepten algo que los desvíe de su trabajo!?—Cyn cargó uno de los pequeñines para luego mirarlo de una forma escalofriante e inmediatamente fue apartado de sus manos por Tessa.
—Si tanto querían cuidarlos, los cuidaran por el resto de sus vidas sino quieren que los tiren al vertedero.

—¿Donde esta N?—La chica de censura le entregó el dron que tenía en manos para colocarlos en manos de V y luego responder.

—Está atendiendo el bar, últimamente mis padres han tenido muchas reuniones y tanto ha sido así que el horario de trabajo de atencion ahora abren en las mañanas y en las noches...deberías de ir a atender la biblioteca, se que estas mal y así pero sabes como se pone mi madre...—La joven parecía estar asustada por algo, eso lleno de curiosidad a la recién despertada.

—Iré, pero antes dejo de hablar con N sobre esto.—La pelicorto llevó los cuatro bebés metálicos en brazos con mucho cuidado por todo el camino, durante éste, ella se tropezó haciendo caer a dos de ellos quienes comenzaron a quejarse de inmediato, su "madre" se acercó preocupada para cargarlos de nuevo y acariciar sus pequeños cuerpos estando sentada en el suelo de rodillas para luego ver unos zapatos cafés frente a ella.

—¿Qué se siente ser madre querida V?—Cyn se había acercado para ver el estado de ánimo de V al despertar de un sueño muy profundo.

—¿Por qué la pregunta...?—La chica de cabello corto se levantó para ir a un lado de la menor, ella sabía que Cyn no era alguien normal ni mucho menos pacífica. Cada vez que se acercaba a ella algo malo o espeluznante ocurría y siempre ha sido así o por lo menos los momentos en los que ella está presente.—Escuchame Cyn...yo, no sé que quieres o planeas hacer pero simplemente aléjate de mí.

—No planeo nada ¿Por qué lo dices? ¿Acaso te doy miedo?...—La voz de la menor iba a distorsionada con una voz más gruesa y disfuncional por lo que un mal aire pasó por el cuerpo de la mayor entre ellas así que comenzó a caminar ignorando a la de largas coletas para así resguardar los bebés que no son suyos pero en eso ella sintió como si sus piernas comenzarán a humedecerse bajando la mirada se dio cuenta de que habían unas clases de garras babosas tomándola de sus talones quebrando cada centimentro de sus piernas haciendo que V solatara jadeos y quejidos del dolor. —¿O es por aquel hombre? No puedes escapar de mí, estoy dentro de tu mente y fuera de ella...tu cuerpo morirá antes que mi ser...en tí.

El visor de V explotó lanzando una gran cantidad de aceite para luego ésta quedar casi ciega y sin sentidos, pudo escuchar un poco a los pequeños llorar preocupandola un poco, no sabía lo que pasaba o hacia, solo sentía que su cuerpo se movía por sí solo pero al darse cuenta de sus acciones solo pensó en lanzarse al suelo para evitar causar daños pero luego un código binario comenzó a escribirse en su pantalla de color amarillo para luego ser traducido.—¿Qué está pasándome...?