Normas De La Empresa | Murder Drones

VIII

V despertó en su recámara con un harto dolor de cabeza. N estaba en la puerta de su habitación mirándola acostada con un aura algo tensa, él estaba de espaldas con el mismo traje de anoche o probablemente de hace unas horas, no sabía que había pasado como para quedarse repentinamente dormida por lo que se levantó o eso trató, sus piernas estaban atadas con cadenas por lo que ese deseo fue imposible y por ello cayó al suelo soltando un jadeo, el chico se dio la vuelta para verla y con una mirada preocupante la sentó de nuevo en su cama.

—Lo siento tanto pero, yo no pude...—Aquel tartamudeaba causando pánico en la contraria, él quedó en silencio por unos segundos y con los ojos deleitados continúo. —No pude salvarlo...—Los gritos retumbaron el lugar interrumpiendo el momento las luces de alarma pintaron el ambiente en rojo.

—¡Muevete idiota!—J entró con un salto a la habitación dándole una patada al masculino para luego cerrar la puerta y ésta fuera colapsada por una explosión detrás, la pelicorto convirtió una mano en cuchilla para desatarse pero fue detenida por su compañero.

—Necesito que te quedes así, no saldrás a la acción por más fuerte que esté la situación.—Ella apartó su mano y se deshizo de aquello que la amarraba, pero él no le permitió siquiera moverse, agarró sus muñecas y la cargó para luego salir junto con su jefa en vuelo.—Esto ya no es seguro ni para los drones ni para los humanos, hay que salir cuanto antes.—Esquivaban y esquivaban mientras que la recién despertaba no entendía nada pero de igual forma no le permitiría a nadie que la mantuviera quieta mirando el desastre, saltó de la espalda de su compañero y voló entre los dos aunque N se viera afectado por eso, pareciera como si le diera miedo.

—¿Quieren decirme que fue lo que pasó? ¿Dónde está Tessa?

—Ella está ocupada en asuntos fuertes. Tenemos que ir a buscarla en cinco minutos según lo pidió.—Informó la de coletas con una pausa y una mirada juzgadora para sus dos acompañantes.—Está desactivando todas las bombas y misiles que nos rodean, al parecer vivíamos dentro de un proyectil enorme, nosotros debemos de encontrar la salida para cuando ella termine.

—N y yo salimos hace un rato ¿¡Por qué no salimos por allí!? Aún no tengo respuesta de lo que sucedió, lo único que sé es que Cyn está despierta ¿Se escapó? ¿Está manipulando a alguien?

—Las puertas fueron selladas por la hermana del estúpido que tienes a un lado, intenté romper el techo pero ¡Sorpresa! Estamos en un búnker.—El de dirección contraria a ella las miraba con ciertos ojos cansados y suspirando, él se detuvo y lanzó misiles hacia arriba pero era simplemente imposible, en algun momento iba a funcionar, de eso estaban seguros pero simplemente no tenían ese tiempo que necesitaban y si lo lograban podrían crear un enorme agujero en el suelo que dejaría al descubierto el laboratorio de Octave. —Por suerte N mató a todos los bebés robots del cuarto número cincuenta y cinco por lo que ya no hay nadie a quien pueda manipular.

La pelicorta volteó su cabeza para ver al masculino que tenía un rostro arrepentido y lleno de vergüenza, ella sabia que eso no era lo que él queria, él no era así. Estaba tan callado y de cerca se sentía como si tuviera una presión negativa en su ser, ella se sintió mal pero fue peor cuando las alas de él explotaron haciendo que cayera bruscamente chocando con una pared rota y un monton de cajas, no colapsaron porque sí, un bebé dron mutante se acercaba a la escena con un monton de armamento en sus múltiples garras puntiagudas preocupando aún más a V por lo que fue volando a su lugar para llevarlo atrás suya.

—Estoy bien...—Fue lo único que soltó el más alto, se aferró al vestido de su contraria para luego ponerse de pie en la espalda de ella que andaba en acto de vuelo y disparar cañones contra el pequeño monstruo que los perseguía, J destrozó un gran trozo del techo quien cayó con una enorme cantidad de tierra encima de aquel perseguidor. Por un momento del camino llegaron a ver un pasillo oscuro donde solo se iluminaba por una bombilla que parpadeaba, en él se podía ver cómo habían varios hombres en el suelo derramando sangre y las paredes destruidas y sucias del mismo líquido, desde aquel lugar se pudo ver como una niña descalza iba hacia nuestros protagonistas.