Que Comience el Campamento

297 24 24
                                    

Aquella mañana recibí un mensaje de Kirishima preguntándome si quería salir con toda la banda de idiotas del salón, estaba más enfocado entrenándome a mí mismo para cuando se acercase el campamento de entrenamiento, así yo sería el más avanzado de todos.

Salí esa mañana a correr como de costumbre junto con mi saco de pulgas, la bestia era grande y podía seguir mi paso; se separaba de mí cuando necesitaba oler y hacer su mierda de perro, se ha acostumbrado bien y su dueño de mierda no había vuelto a hacer el esfuerzo por buscar a su perro, procuraba nunca sacarlo cuando el sujeto estuviese a la vista.

Pero cuando teníamos el infortunio de encontrarnos cara a cara, el cabrón nunca perdía oportunidad para verme como imbécil a punto de estornudar, ese idiota era un espeluznante hijo de perra.

一El otro día, la mamá de Izuku y yo salimos a hacer las compras solas 一comentó la vieja bruja de mi madre mientras se encontraba en la mesa haciendo recortes de revista para una maqueta de su trabajo. Me estaba platicando pero nunca despegaba los ojos de su computadora.

一Y ese hombre...

一Qué hizo ahora el hijo de puta.

一¡Lenguaje! 一reprendió mi viejo que se encontraba detrás de mí.

一¡Ese viejo rabo verde lo atrapamos viendo a colegialas como un estúpido simio embobado! -completo la vieja bruja.

Desde aquí podía escuchar a mi viejo poner los ojos en blanco y soltar un suspiro.一 Para que me molesto en corregir 一dijo derrotado.

En esta casa maldecimos cómo respiramos.

一Ya 一hice un sonido de reconocimiento, en ese momento quedó como un chisme a puertas cerradas, la única razón por la que ese hombre no había sido arrestado aún era porque carecemos de pruebas para reportarlo. Y cada vez que nos veía a mí o a la nerd de Deku podía desde aquí percibir su odio.

Para el mediodía el sol estaba pegando como su puta madre, de esta forma era muy fácil transpirar y por eso, amaba el maldito verano. Cuando había terminado de trotar, decidí darme una caminata por los alrededores del distrito, Ginko siempre a mi lado y calmado justo como le enseñé.

一¿Eh? Mis ojos me engañan... eres tú, joven Ba-er... ¡El amigo de mi sobrina!

Alguien me estaba llamando a mí ¿Quién putas me hablaría? Me quité uno de mis auriculares creyendo que había oído mal, pero por desgracia no... esto resultaba una indeseada casualidad volver a encontrarmelo. El "tío" de Deku, el hombre decrépito.

一Qué quieres 一demandé, deteniéndome para ver que quería.

一¡Guau, eres un joven de carácter fuerte! Me agrada 一sonrió él, el tío lucía prendas que se le notaban claramente grandes para su tamaño ¿Acaso era un cegatón y no notaba que estaba usando tallas extras? Pero en su brazo parecía cargar con una bolsa dónde parecía llevar ingredientes para una comida.

一Ajá 一solté de forma desinteresada.

一Quería agradecerte, mi sobrina me contó lo que hiciste ¡Te quiero dar las gracias de verdad!

La forma en cómo lo dijo me encabrono ¿Por qué este idiota que resultaba ser un conocido de la estúpida de Deku, apenas era un conocido para mí? Era la primera vez que lo veía en toda mi puta vida y actuaba como si le debiera un favor. Mi mal genio se notaba en mis facciones y no me importaba que se me viera en la cara.

一¿Buscas hacerme enojar, viejo? 一le reté.

一¡E-en lo absoluto! M-muy por el contrario, ahora que te veo creo que ha sido el destino, he querido agradecerte de alguna forma 一la forma en cómo hablaba era como el de un señor formal en una junta de negocios, todo sonrisas y cortesía.一 E-esta panadería... es dónde siempre vengo a comprar mi pan, y pasa que justo esta es la hora dónde sale un exquisito bolillo ¿Te interesa?

My Heroine Academia IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora