Un Curry y una Charla

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Para la mañana del segundo día, la clase 1-B había ya había llegado a su destino en dónde Jesús perdió los clavos -según Monoma- era tan de madrugada que ni siquiera el sol había salido y todos debían de estar de pie, vestidos y despiertos, aunque no todos cumplían con este último requisito. Y el masivo hombre que era el encargado de educar a la clase B estaba delante de ellos, con el orgullo en juego.

-¡Prepárense! Porque esta semana será la más dura de sus vidas ¡Pondremos el nombre de la clase 1-B tan en alto que opacaremos a nuestros eternos rivales! -determinó el héroe profesional y maestro de U.A, Vlad King.

-¡Los bajaremos de ese pedestal en el que están! -rugió Tetsutetsu como si fuese inmune a madrugar.

-¡Que vengan esas pruebas! -secundó Togaru Kamakiri ardiendo por competencia.

Un tercer compañero se unió a las porras pero era prácticamente mudo y solo podía comunicarse por medio de onomatopeyas y signos de exclamación.

-¡Así es Manga, como siempre demostrando tener el don de la palabra! ¡Los haré tan fuertes que hasta el mismo Emperador querrá estrechar sus manos! -alucinó el profesor.

-No puede ser, ya los perdimos tan pronto -suspiró Kendo dejando caer sus hombros.

La clase B caminó por un sendero marcado por tierra suave y pequeñas luminarias enterradas en el suelo, la luz comenzó a desvanecerse debido a que se podía vislumbrar a los lejos la luz de mañana. Avanzaron hasta un campo llano que se extendía kilómetros a lo largo y ancho.

-Y ahora que lo pienso... precisamente ¿Cómo harán que desarrollemos nuestros dones? Somos un montón y además todos somos diferentes -inquirió el estudiante más bajito, un chico regordete, bien educado llamado Nirengeki Shoda.

-En parte ese es el reto que tenemos nosotros los profesores de U.A pero para ustedes el reto será descubrir si pueden sobrepasar el límite de sus dones -se detuvo el maestro demostrándoles lo que estaba hablando.- Hablo de... ¡¡Ir más allá de su actual fortaleza, romperse y volver a construirse!!

Fueron recibidos por una potente explosión que juraban haber visto durante el Festival Deportivo, una explosión que los dejó momentáneamente sin visión si es que miraron directamente.

-¡Oh mierda, creo que me volví ciego! -exclamó Hiryuu cuando observó la gran explosión sin parpadear.

-¡¡PUTA MIERDA!! -exclamó el joven Bakugo Katsuki como forma de lidiar con el terrible dolor al que estaba siendo sometido, el chico que se encontraba delante de un contenedor lleno de agua al que debía de meter sus brazos y enseguida sacarlos y forzarse a soltar una explosión tan grande y letal en cinco series de diez repeticiones, en las primeras repeticiones sonaba pan comido pero forzarse a no bajar la magnitud de sus explosiones sin detenerse, esa era otra historia.

-Hah... hah... hah ¡Ngh! -jadeó Todoroki Shoto cuando pasó del frío al calor una vez más por quién sabe cuántas veces llevaba esa mañana; se encontraba dentro de un tambo lleno de agua a la que debía de regular su temperatura entre el fuego y el hielo sin pasarse ni un solo grado o debería comenzar de nuevo, el joven muchacho se suponía inmune a los cambios drásticos de temperatura, pero ahora estaba descubriendo que si lo hacía repetidamente sí era capaz de resentirlo.

-¡¡Tengan piedad〜!! -suplicó Sero Hanta en la punta de una pequeña montaña expulsando cinta de sus codos infinitamente, la sensación era tan espantosa como si tú podólogo intentará arrancar una uña enterrada pero nunca estando cerca de sacarla, sonaba muy específico pero deben confiar. Es el infierno. A las faldas de la montaña se encontraban Kirishima Eijiro y Ojiro Mashirao peleando ferozmente.

-¡¿Eso es todo lo que tienes!? -retó Kirishima quien se endureció nuevamente de arriba a abajo recibiendo un nuevo coletazo de su compañero.

-¡¡A-A-A-YU-YU-YU-YUD-A-A-A-A!! -se escucharon los gritos entrecortados de Kaminari Denki desde los lejos y la electricidad fluctuando a su alrededor, era tan peligroso su entrenamiento que habían decidido confinarlo especialmente en una área más lejana donde nadie pudiera electrocutarse sus gritos desde lo lejos sonaban como gritos de agonía pura. Nada que ver con los adorables gritos de su compañero Koda Koji que se encontraba entrenando su rango vocal para convocar animales hasta cierta distancia.

My Heroine Academia IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora