Deku y Kacchan

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En el fondo sé muy bien lo que sucede a mi alrededor, no soy ningún imbécil como el bastardo mitad-mitad. Pero eso no significa que haya esperado toda esta coladera de mierda.

Esta noche no solo a Ojos de Mapache le explotó las consecuencias de sus acciones en la cara, a mi también. Jamás la había visto tan decaída, casi me hace sentir mal por ella.

Dije casi.

Calentamos entre los tres la comida china del restaurante y subimos al cuarto de Kirishima para ver una película, la que sea estaba bien. Me daba igual. Y la vimos en silencio, en cualquier otra circunstancia estaría agradecido de que pudieran mantenerse con el hocico cerrado por más de cinco minutos, pero ahora el silencio me parecía insoportable.

Ha pasado más de media hora y la nerd no llegaba a los dormitorios, revisaba mi celular confirmando la hora. Y no escuchaba signos de su llegada.

Debía de seguir con el lavacerebros y la loca.

En algún punto de la película me levanté y mentí con que iría al baño.

En mi camino hacia la planta baja estuve pensando que debía prepararme para la próxima semana, y que más me valía tener mi maldita tarea en orden si no quería que el odioso del maestro Aizawa me estuviese dando esa mirada reprobatoria.

Odiaba cuando lo hacía.

Estaba todo en silencio, justo como lo odiaba. Y me tumbé en uno de los sillones, y solté un suspiro largo.

Todo esto era mierda.

Aún me costaba asimilarlo pero... creo que ya estoy entendiendo todo.

Este era mi castigo.

Debía de serlo.

Escupí hacia arriba demasiado lejos y ahora me está cayendo en la cara... No literalmente, jamás haría algo tan estúpido.

Y mi pieza clave en todo este embrollo que no me dejaba en paz pasó justo delante de mí en la oscuridad. Deku...

Debía de estar cansado porque ahora estoy alucinando Dekus, no puede ser.

Debía calmarme, darle vueltas a la situación no me llevaba a nada si no podía conseguir respuestas...

Pero entonces, recordé.

Que sí podía obtenerlas. No de All Might, pero sí de ella.

Ella quien ha estado pegada a mí como una garrapata, viéndome con tal fascinación como si fuese merecedor de ella. Desafiando cada maldito obstáculo como si hubiese nacido para ello; cuando usaba ese don ella de alguna forma, brillaba.

Brillaba de una forma que me sacaba de quicio. Era difícil en mi cabeza tratar de decidirme ¿Era odio, era rechazo o frustración? Frustración porque no importa cuanto intente frenarla, se me escapa de entre los dedos como el mismo aire.

Puse mi mano sobre mi cara con cansancio, lo pienso y no llego a nada.

Creí que había sido mi imaginación la primera vez porque no hizo ningún ruido al llegar. Pero cuando la vi por segunda vez bajar para prender las luces de la cocina y hurgar en la alacena, supe que esta debía ser una señal.

Bueno, bendito sea yo.

Me removí en mi lugar causando el rechinido del sofá y estiré mi mano a la linterna que estaba a mi lado en una mesa de noche, y la encendí. Cuando Deku se volteó contuvo un respingo al verme. Pero su manera de mantener la calma me decía que ya se esperaba que estuviese aquí.

一Cuanto más se puede ir todo al carajo...

Se había quitado su ropa con la que salió y solo bajó con unos shorts y una camisola para dormir, no pude evitar notar que no llevaba ningún sostén por debajo por la forma en cómo las sombras se creaban alrededor de su pecho.

My Heroine Academia IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora