¡Oye, Felix! [HyunLix]

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¡Oye, Felix!

No te veo haciendo mucho, creo que me estás mintiendo para que te siga dando pistas.

Ay, mi Lixie es un tramposillo.

Oye, ¿Por qué eres tan dulce con tus compañeros de curso? Me da envidia que no seas así conmigo. ¿A mí también me vas a abrazar cuando me conozcas? :(

El día en el que tú logres encontrarme siento que me voy a morir.

HHJ

Felix rio mientras negaba con su cabeza.

–Si sales ahora mismo soy capaz de darte un beso.– dijo en un tono no muy alto, sabiendo que donde fuera que estuviera el otro no lo había escuchado.

Escribió una respuesta y salió dando saltitos hasta el taller de repostería, pues ya tenía una idea de lo que haría el día de hoy para aclarar sus sospechas.

Hyunjin leyó la carta con una enorme sonrisa en el rostro.

¡Hola, chico notas!

Créeme, estoy más cerca de lo que te imaginas y tengo más información de la que piensas.

¡Y claro que voy a abrazarte cuando te conozca! Me has hecho muy feliz este mes.

Ahora nos vemos, hyung.

Lixie

Quitando el hecho de que el rubio se estaba muriendo por la forma en la que el australiano lo había llamado, también estaba un tanto confundido acerca de la última línea ¿Cuándo o cómo se iban a ver?

Sin querer tomarle tanta importancia se dirigió a su respectivo salón de clases y como siempre empezaron con sus clases.

La cual se vio interrumpida una hora más tarde por unos toques en la puerta.

Yuna fue quien abrió la puerta al nuevo visitante.

–Hola, vengo para darles estas galletas a los increíbles bailarines que de seguro han de estar muy cansados.– a Hyunjin se le cerró el culo al escuchar la delicada pero fuerte voz de su amor platónico en la puerta del aula.

Y estuvo a punto de gritarle a Yuna que cerrase la puerta, pero tenía que mantener su imagen como presidente del taller de baile.

Por eso se escondió detrás de Ryujin, fallando, Ryujin era un minion y él no era precisamente un poste, pero eran 15 centímetros de diferencia entre ambos. Bastante visible.

–¿Qué haces, Hyunjin?– cuestionó la chica rubia al percatarse de cómo su mejor amigo se escondía tras ella.

–Ya sabe que soy el de las notas.– dijo y Ryujin se empezó a reír. –No da risa, estúpida.–

–Sí, sí da risa.– respondió.

Por su parte Felix entró al salón hasta una de las mesas del lugar, donde dejó el tupper con las galletitas y se quedó parado a un lado de este con una linda sonrisa en labios.

–Oigan, acérquese que no muerdo.– hizo un puchero y los bailarines empezaron a acercarse uno por uno.

Los ojos de Felix analizaban a cada una de las personas, atento a buscar en ellos las características del niño de las notas, o pendiente a que alguno de ellos mencionara el nombre que Lia le había indicado.

Sólo conocía a dos personas de aquel club, a Yuna y a Taehyun. Con Yuna hablaba de vez en cuando porque la chica era bastante sociable y Taehyun era el casi algo de Beomgyu, así que estaba escuchando su nombre todo el rato cuando cocinaba con el chico.

Vio dos cabelleras de rubio intenso, una chica y un chico que parecía ocultarse, aún no se habían acercado y recordó que en una de las notas el chico mencionaba que compartía look con su mejor amiga, una chispa de esperanza brilló en él.

Sólo quedaba saber el nombre del chico. Y si encajaba con las iniciales.

duckkchi🌷