Rulos • Spartor

Soltar • O2O

— ¡Volvimos!

— Buenas noches a todos y perdón por la tardanza. Fuimos a una cafetería antes de venir porque Andrés quería comer macarrons.

— Estaban muy deliciosos por cierto, les trajimos algunos.

El castaño comenzó a repartir dicho postre entre su abuela, hermana y madre.

— Muchas gracias, Gonzalo, pero son muy caros, no debías.

— No se preocupe, señora Herminia. No importa el precio si es por Andrés y su familia.

— Es un gesto muy lindo de tu parte, Ari.

— Es solo amabilidad, no es gran cosa. No podía llegar a su casa con las manos vacías, no de nuevo.

— Por cierto, te compró una rosa, mamá.

— ¿A mí?

El pelirrojo fue hacia dicha mujer entregándole el detalle, una bella rosa color melón.

— Las rosas de ese color significan gratitud y simpatía, quería dársela para demostrarle que le agradezco me haya dejado entrar a su casa y poder salir con su hijo, así como también el hacerle conocer lo buena persona y madre que es para mí.

— Gonzalo, gracias.

— No hay de qué.

Habían pasado cinco minutos desde que habían llegado y se encontraban abrazados en el sofá de la sala de estar hablando con la hermana del menor, su abuela había decidido ayudar con la preparación de la cena.

— Se ven muy lindos juntos.

Interrumpió una voz que no había escuchado a lo largo de ese día.

— ¿Flex?

— Hola, Andy. Hola, Ari.

— Hola, Carlos.

— ¿Qué haces aquí, Flex?

— Paola me invitó a comer.

— ¿Eso es cierto, mamá?

— Sí, quería hablar con él y de paso lo invité a quedarse a comer.

— No te preocupes, no los pienso interrumpir.

— Bueno, hablen un momento. Iré al baño, ya vuelvo.

El ambiente se volvió silencioso e incómodo, así que la menor intentó romperlo.

— Entonces... ¿Ustedes ya se conocen?

Cuando iban a responder se escuchó a su madre llamándola hacia la cocina a lo cual hizo caso inmediato, dejando a los dos solos.

— Carlos, yo sé que...

— Cállate que debo de decirte algo antes de arrepentirme.

— Sí, lo siento...

— Tengo que confesarte que siento celos hacia ti, ¿okay? Mira, conozco a Andrés de toda la vida y desde que tengo memoria él me gusta. Le hablé mal de ti a su madre, traté de hablarle mal de ti a Andru, traté de hacer de todo para que se aleje de ti, pero nada ha servido. Andrés te quiere, incluso más que a mí. Así que solo te pido una cosa ¡una sola cosa!

Tomó una gran bocanada de aire, estaba al borde de las lágrimas y no quería verse tan débil frente al chico que considera su remplazo.

— Cuídalo por mí, ámalo por mí, quiérelo por mí. Haz todo lo que puedas para hacerlo feliz, por favor. Bájale la luna, cántale, dedícale todos los poemas del mundo, dale todas las flores que existan, celebra todos sus cumpleaños con la alegría más grande, sácale las mejores sonrisas que pueda mostrar. Solo quiero que lo hagas feliz, por lo menos más feliz de lo que yo lo he hecho...

Gonzalo tomó el hombro del menor, se veía que decía esas palabras desde lo profundo de su corazón y no dudaría en hacerle caso, era lo menos que podía hacer.

— Y lo haré, quédate seguro de eso.

Vega secó las ligeras lágrimas que habían escapado de sus ojos.

— Paola tenía razón, eres perfecto para Andrés.

Ya no sentia tanto odio por Ari como antes, pero aún tenía un problema pendiente con alguien.

Y a ese alguien no podía contarle que todo estaba bien, por lo menos no si quería aprobar una materia...

Palabras: 62O

Me había olvidado el plan que tenían Flex y el viejo cochino ese JAJAJAJ

Dejando eso de lado YA FALTA POCO PARA NAVIDAD WIIIIII

●Akira●