Rulos • Spartor

Te Creo • O37

— ¿Qué...?

— Nadie más lo sabe, solo yo. Ni mi madre sabe de esto.

— ¿Cómo exactamente?

Andrés suspiró, revisó donde se encontraban sus amigos para estar más seguro y hablar con comodidad.

— Mi mamá, Ariadna, Víctor, y yo provenimos de una familia de clase no tan baja y eso lo sabe casi todo el mundo. Miguel tenía envidia de mi hermano, siempre en forma, inteligente, popular, amigable, era perfección según todos los que lo conocimos, así que, con la excusa de ser "amigos" siempre terminaba por sacarle mucho dinero, cuando mi hermano se hartó de esto ambos tuvieron una pelea muy fuerte, llegaron hasta los golpes.

Gonzalo lo abrazó de los hombros para calmarlo un poco, ya que comenzó a lagrimear de nueva cuenta, su voz se volvió aguda y su volumen era bajo.

— Al día siguiente, quince de noviembre, más específicamente un día antes de mi cumpleaños, estábamos juntos. Íbamos a una tienda porque queríamos planear algunas cosas por mi cumpleaños cuando nos asaltaron, me tomaron y de vendaron. Detrás de las vendas y-yo... Yo lo vi disparándole... Me dejaron lejos del lugar y en el hospital le escribí para decirle que lo acusaría, pero luego de eso me mandó un mensaje diciendo que si decía algo era capaz de matarme.

El pelirrojo estaba en shock, su mejor amigo de hace cinco años sería incapaz de hacer algo así, pero Andrés no podría decir una falacia tan grande y abrumadora.

— No, no, no... Esto no puede ser... ¡Esto es una mentira!

— ¿Crees que mentiría sobre la muerte de la persona más importante de mi vida...? ¡Me arruinó la vida! Y si se entera que lo sabes no me imagino lo que me haría.

Tomó una bocanada de aire, quería soltar todo lo que había guardado en su sistema durante tantos años, cosas que el único ser que logró comprender lo sé había guardado hasta la tumba.

— Él y yo fuimos "casi algo" cuando entré a secundaria, le mandé mis nudes. Al morir mi hermano y terminar "lo nuestro" le comentó a Sevilla sobre ellas, se las mandó y por eso hay fotos en las que aparento menos edad ¡yo solo tenía trece años! Por él Sevilla me comenzó a acosar, fue mi culpa no haberme resistido cuando eso pasó, pero, ¿qué podía hacer? Era solo un niño ¡soy solo un niño! He perdido mis años de pubertad y no me comporto como un adolescente porque me arrebataron esa etapa...

Sorbió la nariz antes de seguir hablando. Su rostro se veía sonrojado por la vergüenza que sentía al mostrarse débil, nunca le gustó eso.

— Ya de ti dependerá creerme...

— Y te creo, mi amor.

Tomó la mano de Andrés para abrazarlo, su chico estaba demasiado mal. Era tan joven y había sufrido una condena que no merecía.

— Yo solo quería ser amado...

— Tranquilo, yo te protegeré y daré ese amor que te mereces.

Besó cariñosamente sus labios en busca de arrullarlo para que pudiese tener algo de consuelo.

— Has pasado por mucho, mi niño. Tú eres un ángel con todos sin excepciones, el mundo se ha aprovechado demasiado de ti.

— Ni siquiera Flex sabe de esto, él piensa que conocí a dos Miguel. Uno bueno que era amigo de mi hermano con el que no hablaba por traerme su recuerdo, y otro Miguel cruel que jugó con mis sentimientos y me dejó ilusionado, lo que no sabía es que ambos eran el mismo Miguel.

Fue valiente al enfrentar a Sevilla, un viejo pedófilo sin una pizca de remordimiento, pero Miguel era un mundo diferente.

Miguel era un mitómano de primera, tan bueno que no podías percibir sus falsedades, tan bueno que la palabra de Andrés a penas y tenía validación.

Tan bueno que probablemente llegó a engañarte a ti.

Palabras: 653

ME ENCANTÓ ESCRIBIR ESTO

Fue corto pero me gustó muchoooooo <333

Espero hayan sido felices con sus dos capítulos hoy :D

●Akira●