tiger.

XV

tiger : 15
capítulo final.

jungkook bajó del auto caminando hacia el cementerio, allí admiró el césped lleno de nieve y caminó hacia la conocida lápida de su mayor.

se sentó frente a él sobre una manta y con su mano quitó la nieve viendo allí el nombre de su mayor.

—buenos días, hyung—. saludó mirando el nombre grabado una y otra vez.

quizá queriendo que aquello no existiera y que todo sea un sueño.

—siento que me regañarías si pudieras por venir aquí todas las mañanas a darte los buenos días y por venir cada tarde para despedirme, incluso si es invierno—. comentó soltando una pequeña risa nasal.

ladeo suavemente su cabeza mientras tomaba la foto de su mayor donde se encontraba con una amplia sonrisa.

—siempre pensé que tu sonrisa era hermosa, aunque siempre no es mucho tiempo para este caso, cuando apenas nos conocimos eras un amargado que tenía cara de que me golpearía por ese beso que te robé—.

volvió la foto a su lugar con una sonrisa en sus labios, guardó silencio mientras miraba aquella tumba con flores.

—creo que yoongi vino, siempre trae narcisos para estas fechas—. murmuró sintiendo un pequeña nudo en su garganta.

recuerdos de aquellos días llegando a su memoria donde casi cae en el alcohol si no fuera por el pelinegro.

—me he vuelto su amigo o por lo menos, él se ha vuelto un amigo para mi, me ayudó mucho en todo aspecto y quizá, si no fuera por él, yo estaría contigo—. murmuró nuevamente.

aclaró su garganta al sentir sus ojos picar por las lágrimas.

—te extraño—. susurró en un hilo de voz bajando su cabeza —te he extrañado tanto y no puedo hacer nada, nadie puede porque esto solo crece y crece día a día desde que no estás conmigo—. sollozó.

apoyó su cabeza en la placa de cemento, justo en el nombre, el frío quemaba su frente pero aquello no importaba.

—todos dicen que pasará con el tiempo pero han pasado tres malditos años y solamente te extraño cada vez más—. habló entre sollozos y lagrimas gruesas.

su garganta ardía mientras lloraba sobre la lápida de su gran amor porque kim taehyung para él fue un amor platónico, fue su amor soñado, el amor de su vida y para su vida.

nada se compararía a él.

—¿por qué, hyung?—. preguntó dando un suave golpe con su cabeza —¿por qué?—.

sorbio su nariz entre sollozos dolorosos que quemaban su pecho, las lágrimas caían sobre la nieve.

las lágrimas no cesaron en unos buenos minutos y seguiría sentado allí si su teléfono no hubiera sonado.

lo tomó respondiendo a su entrenador.

—¿dónde mierda estás?, ¿crees que por ser la estrella del equipo tienes derecho a estas irresponsabilidades?, te he aguantado lo suficiente con tus lloriqueos y excusas sobre kim taehyung pero luego de tres años ya no te creo nada, estás terminando igual que ese imbécil, tu próximo apodo será la estrella en descenso y no tendrás escapatoria...—.

jungkook alejó el teléfono de su oreja para cortar la llamada y lanzar su teléfono a un metro de él.

suspirando se dejó caer al lado de la lápida de su mayor, volteó la foto hacia él sonriendo al encontrarse con la sonrisa de taehyung.

cerró sus ojos suavemente mientras la nieve en el suelo recogía sus cálidas lágrimas y la nieve que caía empezaba a congelar su llanto.

no sentía nada para aquel entonces, su pecho pesaba en vacío pero no lloraba, no sentía y aquello le gustó.

no sentía dolor ni sentía su cuerpo congelado.

kim taehyung había prometido encontrarlo pero jeon jungkook era impaciente e iría a su lado.

— koocinnamon.