IX

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tiger : O9

taehyung sonrió viendo a jungkook cocinar mientras tarareaba una canción que él había elegido para aquella tarde.

el departamento de jeon jungkook era grande y lujoso, hace dos o tres meses que se había sumado a las grandes ligas y los resultados sólo trajeron números positivos.

e incluso más ofertas que su manager le comunicó, entre algunas empresas estaba calvin klein, celine y prada.

él no estaba seguro si aceptar o no alguna oferta y taehyung era ajeno a aquel tema, quería comentárselo aquella tarde.

—la cena está lista—. avisó apagando la llama de la cocina para acercarse a taehyung quien estaba cerca del gran ventanal apreciando la gran vista que tenían desde el sexto piso.

—huele delicioso—. halagó acariciando el cabello detrás de la oreja contraria antes de dejar un suave beso en su mejilla.

jungkook enrojeciendo ante aquel acto.

taehyung le trataba con tanto amor y delicadeza cada vez que le hablaba o tocaba, le hacía sentir amado en su totalidad.

—gracias—. murmuró abrazando la cintura de su mayor para ocultar su rostro en el cuello de taehyung.

el castaño claro sonrió, enternecido por los actos contrarios mientras dejaba suaves besos en el hombro de su menor.

—vamos a comer, me gustaría charlar de algo importante contigo—. dijo jungkook al separarse y sonreírle al contrario.

taehyung asintió siguiendo al azabache hasta el comedor, sus pasos eran lentos, su pierna a veces se quedaba atrás y aquello le exigía apoyarse de alguna superficie firme.

había dejado su bastón de lado con la idea de exigirse más de lo que podía.

—¿quieres ayuda, hyung?—. preguntó el azabache, sus ojos demostrando la preocupación pero a la vez manteniendo la distancia y el espacio para no hacer sentir a taehyung inútil por no poder caminar sólo.

—no, cielo—. respondió dedicándole una suave sonrisa antes de seguir su camino con calma hasta sentarse en la silla.

jungkook sirvió para ambos y así empezaron a comer entre charlas animadas entre ambos, recordando aquellos tiempos donde se encontraron en camarines o cuando más de una vez se escaparon en la noche para mirar la luna.

—por cierto—. habló jungkook limpiando sus labios suavemente —quería hablarte de algo importante para mi—.

taehyung asintió dándole a entender que siguiera hablándole de aquello.

—he recibido ofertas para ser embajador de algunas marcas famosas—. murmuró, sus mejillas suavemente enrojecidas —calvin klein, prada, celine y ayer llegó otra de gucci—.

—¿de verdad, cielo?—. preguntó, sus cejas alzándose por la sorpresa y una sonrisa en sus labios por la alegría.

—así es y he pensado en aceptar alguna, quizá calvin klein—. murmuró, taehyung abrió sus ojos en asombro.

imaginar a jeon jungkook siendo embajador de calvin klein era...

—¿calvin klein?—. preguntó, sus ojos abiertos en asombro, sus mejillas suavemente enrojecidas ante los pensamientos en su cabeza.

era perverso, jungkook era tan... lindo y él solamente pensaba en como se vería con ropa interior de aquella marca.

el azabache asintió, su pómulos rosáceos y una suave sonrisa en sus labios, mostrándose tímido.

—es una gran idea, cielo—. dijo dejando un suave toque en el mentón de su menor.

jungkook sonrió amplio ante el apoyo a su idea por parte de su pareja.

—le diré a manager que confirme una cita con calvin klein, buscaré mi teléfono—. avisó levantándose con entusiasmo.

taehyung le miró sonriente, jungkook era un ser de luz, sin duda alguna.

cuando vio a su menor desaparecer por la escalera directo a la habitación, se levantó con cuidado, estiró su pierna derecha un poco antes de tomar los platos y vasos que habían ocupado para dirigirse a paso lento hacia la cocina para lavar allí la loza.

sus pasos eran inseguros, el castaño tenía miedo de caer pero no se detuvo hasta que estuvo frente al lavaplatos, una sonrisa conforme en sus labios.

jeon jungkook le observaba desde la escalera, su manager hablándole por el teléfono mientras él no podía evitar sentir su pecho lleno de alegría ante lo visto.

taehyung podía avanzar por si solo, él podría volver a caminar como antes sin problema.

luego de una rápida despedida y agradecimiento a su manager, bajó rápidamente las escaleras hasta llegar donde su novio, detrás de él le abrazó.

taehyung casi voltea a golpearlo si no fuera porque tenía un plato en manos.

—oh dios, no te oí bajar—. murmuró relajando su cuerpo entre los brazos de su menor.

—perdón—. susurró dejando suaves caricias en el abdomen de su mayor mientras sus labios repartían suaves besos en su cuello.

taehyung sentía suaves cosquilleos en su espalda mientras disfrutaba de aquellas caricias, sus acciones deteniéndose lentamente.

—hyung—. susurró el azabache mientras afianzaba su agarre en la cintura de su mayor.

—dime—. susurró de la misma forma mientras sacaba el jaboncillo de la loza.

—escuché lo que seojoon hyung dijo en las terapias—. murmuró.

taehyung enrojecio fuertemente ante aquella confesión.

—¿d-de verdad?—. preguntó, un asentimiento fue dado en su cuello —seojoon es un tonto, perdón si eso te incomodó o algo parecido—. aclaró rápidamente.

jungkook negó alejándose de la anatomía contraria para voltearle suavemente, sus manos volvieron a envolver su cintura mientras sus labios se juntaban con los de su mayor.

taehyung alzó sus brazos hasta envolver el cuello de su menor recibiendo aquel beso gustoso, sintió como sus muslos eran acariciados suavemente antes de que todo su cuerpo fuera alzado hasta estar sentado en el mesón de la cocina.

un suave suspiro escapó de sus labios cuando las frías manos del azabache se metieron bajo camisa, ambos se separaron en aquel momento, sus respiraciones suavemente agitadas.

—quiero hacerlo, hyung—.

— koocinnamon.

tiger.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora