CONSORT SLYTHERIN

Capítulo 10

-¿Crees que lo has aprobado todo?- Draco frunció el ceño.

Hadrian gimió, tal vez por millonésima vez, porque era la millonésima vez que le preguntaban eso. Había terminado sus NEWT hacía un par de semanas, justo después de su decimosexto cumpleaños. Se vio como algo precipitado, como si fuera a cometer errores y a dejar que las cosas se le escaparan de las manos porque estaba centrado en su boda y en su prometido. Pero no era cierto. Harry no había visto a su prometido desde su 16 cumpleaños. Quería asegurarse de que el hombre secretamente sexy no le causaba ninguna distracción, de ese modo su atención se centraba en sus estudios. Cuando sus pensamientos se preguntaban, se recordaba a sí mismo que todo eso tenía que esperar hasta que aprobara y eso le ayudaba a volver a concentrarse.

-¡Hadrian, tus resultados! Acabamos de recibir tus resultados-, gritó su madre, entrando en tromba para abrazarlo. -O's en todo. Sobresaliente, mi niño inteligente-.

-Deja respirar al niño, cariño-, sonrió su padre desde la puerta. -Necesita sus pulmones para su próxima boda-.

Ella chilló, la emoción desbordante cuando dijo que sus resultados ya habían sido enviados a su señor. Y el Señor Tenebroso había confirmado una fecha de boda para dentro de 2 meses. Bellatrix empezó a despotricar de todo lo que había que organizar, los anuncios que había que hacer y las túnicas que había que diseñar.

-¡Yo puedo hacerlo! Exijo hacerlo-.

Draco sonreía ante la perspectiva de diseñar el traje de boda de Harry, desde el pelo hasta los zapatos. El diseño era su pasión, a pesar de la desaprobación de su padre, pero Hadrian quería la opinión de su primo en todo. Así que dejó que su primo le hablara hasta por los codos de colores y ajustes, reconfortado por la mano aprobadora de su padre sobre su hombro. El tierno momento entre padre e hijo hizo que las lágrimas de su madre brotaran de nuevo. Hizo que se separaran al instante.

-Me preocupaba tanto que no quisieras nada de esto, que te lo impusieran a la fuerza y que no pudieras disfrutar de ello-, sollozó. -Pero estoy tan feliz de que tengas algo de pasión, de que pienses que podrías enamorarte de él algún día. Me hace sentir tan orgullosa de ti, Hadrian-.

-¿Qué tan pública es esta boda? ¿Me caso con el Señor Tenebroso o con Marvolo Slytherin?-.

Resulta que Draco lo sabía. Desde que tenía 7 años, lo había sabido. Cuando se lo dijeron, Hadrian se había molestado, pero después de hacer llorar a su primo ignorándolo durante dos semanas, Harry lo había perdonado.

-Va a ser grande. Te vas a casar con Marvolo Slytherin, nuestro señor dijo que puedes llamarlo así si quieres. Originalmente es su segundo nombre, pero lo prefiere al primero- dijo su padre.

Harry probó el nombre en la lengua, sin que le importara en absoluto el sonido. Desde luego, era más personal que "milord" y menos pesado que "Voldemort". Decidió verlo como un esfuerzo de su futuro marido por hacerle la vida más fácil, lo cual era muy amable. Y le despertó la curiosidad. ¿Cuál era el nombre de nacimiento de Marvolo y por qué no le gustaba?.

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El día de la boda llegó, pero los nervios no. Harry estaba seguro de ello, las miradas preocupadas de su familia no hacían más que divertirle mientras esperaban a que se le enfriaran los pies. Pero estaba preparado. Estaba guapísimo, Draco se había superado con las túnicas. Eran de un púrpura oscuro, lo bastante brillante como para distinguirse de los ribetes negros, los colores de su casa. Llevaba el pelo lo más arreglado posible y los accesorios combinaban a la perfección con el morado y el negro. Sabía que se veía muy bien. Había dejado todo lo demás a los demás, para poder concentrarse en llegar al altar.