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No era un secreto el que Rosalie Hale no quisiera asistir a la cena que Carlisle les había mencionado, su familia conocía muy bien el como se relacionaba con los humanos. Ella no los odiaba, simplemente no los toleraba lo suficiente como para convivir con ellos bajo un mismo techo, si bien en la escuela era levemente parecido; no era igual. La diferencia era simple, los ignoraba.

Por eso mismo no puso tanto empeño en arreglarse para esa noche, se vistió con un vestido ligero color azul un par de dedos sobre sus rodillas con unas linda zapatillas color negro.

Edward estaba fuera del país visitando a sus parientes en Denali que no asistiría al igual que Jasper, este último no se sentía aún con la capacidad para convivir tan cerca de otros humanos que prefirió seguirle el paso a su hermano adoptivo. Rosalie sentía un poco de celos más no lo diría nunca en voz alta, ella en verdad detestaba la idea de esa noche.

Sentía un raro presentimiento.

Pero ¿Qué era?

—Necesitare que se comporten adecuadamente —comento Carlisle— en especial tu Rosalie.

El doctor el cual iba manejando observo por el retrovisor a la chica rubia que iba mirando el bosque.

—Si claro —contesto con indiferencia.

—Alégrate Rose, ¡Será una noche divertida! —dijo Alice.

Rosalie presentía que lo que había dicho su hermana tenía un doble significado, siempre era así.

—¿Era necesario que asistiera? —pregunto— simplemente pudiste haberme excusado con tu amiga.

—No Rosalie, ella fue muy amable al invitarnos —Esme comento, giro un poco su cuerpo para poder encararla—, probablemente ella se esmero mucho en preparar la cena —se acomodo correctamente en su asiento.

—No podemos comer comida humana —expreso obvia—, esto será un completo desastre —susurro para si misma.

Y vaya que no se equivocaba.

Al llegar a dicho destino un exquisito olor rondaba el lugar, se preguntaba que era, Rosalie no se caracterizaba por ser alguien curiosa, ella dejaba que las cosas fluyeran por si solas, pero ahora en ese lugar y preciso momento la curiosidad por saber de dónde provenía dicho aroma la atormentaba. Miraba para todos lados observando si algún animal era producto de dicho manjar, claro que no presto atención a la hermosa chica frente suyo hasta que sintió el agarre de su hermano Emmett sobre su cintura que volvió en sí.

Rosalie no mentiría al decir que esa chica era hermosa y al mirarla un extraño malestar en su pecho se apoderó; mas preciso en su corazón. Algo no andaba bien, lo pudo confirmar al sentir una leve palpitación en su muerto corazón, no sabía porque de pronto sus piernas estaban débiles por lo que Emmett la sostuvo más firme de su cintura.

¿Qué era esto que sentía?

¿Acaso estaba relacionado al raro presentimiento que había tenido las últimas semanas?

Hale no quiso darle más vueltas al asunto, después le comentaría a su padre. No sé preocuparía por eso en ese lugar.

Al pasar al comedor Rosalie optó por sentarse a un costado de Emmett, en el poco tiempo que la rubia llevaba en la casa de la anfitriona pudo notar como está la miraba con intensidad de vez en cuando.
Observo a los integrantes de la familia contraria, por lo poco que Carlisle le había hablado de ellos los más jóvenes eran hermanos mellizos, mientras que el simpático —apodo dado por Rosalie hacia Ajax— era su hermano/tío de estos mismos, el simpático era hermano de la doctora y la doctora era madre de los mellizos, “un árbol genealógico un tanto peculiar” pensó la rubia, pero la chica parecía muy joven para ser madre de unos adolescentes, se preguntaba ¿los había adoptado?

Que más da, eso no le interesaba.

Antes de iniciar la cena el timbre de la casa sonó, por lo que entendía nadie más estaba invitado.

¿Esperaban a alguien más?

—¡Doctor Cullen! —grito Kalie.

Rosalie observo como una pelirroja entraba al comedor con una confianza cegadora.

—Enfermera Cox, que sorpresa —comento Carlisle un tanto extrañado.

—Perdón por aparecer sin avisar, es que recordé que Tip había mencionado una cena con su familia —dijo la pelirroja.

—Si mi madre no la invito ¿entonces para que vino? —le contesto secamente Apolo.

Ajax quien tomaba un poco de vino no pudo contener su risa y terminó expulsando un poco del líquido, afortunadamente había caído dentro de la misma copa.

—¡Apolo! —regaño su madre.

El chico le empezaba a caer bien, pensó Rose.

—Apolo tiene razón madre —Jenna miro por un leve momento a su madre y giro hacia donde se encontraba la pelirroja—, señora ¿no le parece que está siento un poco grosera al venir aquí? —pregunto sería la castaña.

—¡Jenna! —grito la guardiana.

La pelirroja se sentía expuesta, todos la miraban pero no se iría de ese lugar, antes muerta que dejar a su castaña con ese doctor.

—Lo lamento mucho Kalie —se disculpo la doctora— mis hijos tienden a ser muy sinceros que a veces no miden sus palabras —les lanzo una mirada de advertencia.

—Es la verdad —mencionaron los mellizos al mismo tiempo.

—¡Familia relax! —comento Ajax, la situación estaba empezando a incomodar a sus invitados, por lo que decidió intervenir— Keylee porque no te sientas y cenas con nosotros, sería grosero de nuestra parte echarla —lo último lo dijo mirando a su hermana, presentía que su hermana la quería despachar lo antes posible.

—Es Kalie —contesto hipócritamente, camino hacia el único asiento libre y depósito la charola y el vino sobre la mesa, acomodo su vestido —un tanto escotado si me lo preguntan— y con toda la morbosidad se sentó.

—Tks… todavía que la dejan cenar aquí contesta de esa forma —expreso enojada la rubia.

Sinceramente nadie esperaba eso, ni siquiera su familia ni mucho menos ella. Simplemente le había parecido grosero el como le contestaba al castaño. Rosalie miro a la guardiana y pudo notar una expresión de sorpresa más que de enojo, ¿no estaba enojada por como le había contestado a su invitada?

Que más da ella también lo era.

Miro a los hermanos frente suyo y los tres la veían con una sonrisa, en el poco tiempo que llevaba ahí no había visto ni una sola vez a los mellizos sonreír; hasta ahora.

—¿Perdona? —pregunto ofendida la enfermera.

—Estas perdonada —contesto Ajax por la rubia.

Los hermanos vampiro no daban crédito a lo que veían, la situación se había vuelto un tanto cómica desde su punto de vista.

—Te dije que sería una noche divertida —susurro Alice solo para Rosalie, ella simplemente negó.

—Saben que, ¿Por qué no pasamos mejor a cenar? —sugirió la castaña, tratando de aligerar el ambiente.

Rosalie se ofreció a servir la cena con ayuda de Esme y Tip, las tres mujeres servían la comida mientras que Alice y Jenna las bebidas. A la rubia le pareció maleducado la actitud de la pelirroja, no solo por él hecho de auto invitarse o el contestar mal; si no el hecho de que mínimo hubiera ayudado a servir los alimentos.

Hale trataba de calmarse, no estaba en su casa para hacer una escena. No, ella estaba en la casa de una linda chica que apenas y había conocido, en estos momentos maldecía a Jasper por no haber asistido, probablemente el la calmaría, más fue el tacto de la castaña en su hombro que la calmo.

—Este es para ti —le extendió un plato con comida, Rosalie lo tomo con cuidado, los dedos de la contraria rozaron levemente con los suyos dándole una descarga eléctrica.

—Gracias —le sonrió.

La castaña le devolvió la sonrisa y siguió en lo suyo por lo que Rosalie aprovecho para mirar sus dedos, la sensación había desaparecido.

Una vez que todos los presentes tenían su plato servido la guardiana los invito a degustar.

—Espero les guste mucho, lo prepare con mucho entusiasmo y esmero —Ajax comento.

Los vampiros se miraron unos a otros, su hora de tortura estaba por iniciar, el primer valiente que probó bocado fue Emmett quien sorprendido por lo que su boca degustaba no daba crédito a lo que comía. El matrimonio fue después, le siguió Alice y por último la rubia, la comida no sabía a tierra, sabía a ¿Comida?

Miller supo que había sido un tanto arriesgado el que usara un poco de su don en los alimentos, pero ahora que los veía comer tan felices sabía que había hecho bien.

La cena paso tan amenamente, claro sin contar las veces en que la pelirroja trataba desesperadamente de opacar la atención de la guardiana, lo cual molestaba a Rosalie aunque no sabía a que se debía eso.

La noche termino para desgracia de unos y alivio de otros, Rosalie se incluía en la primera categoría, sorprendentemente se la había pasado bien, la mayor parte de la cena si no es que toda estuvo conversando con el hermano de la anfitriona. Era un buen chico algo reservado en temas familiares; lo cual respetaba mucho, pero con el cual podías quedarte horas y horas platicando sin aburrirte. No supo cómo pero en un momento de la cena Emmett le pidió cambiar de lugar, el fortachón mantenía una conversación muy amena con los mellizos, su hermana Alice y sus padres por lo que para no verse grosero e interrumpir la plática de su hermana con el castaño le pareció buena idea cambiar de lugares.

Rosalie había quedado a un lado de la castaña por lo que se había sumado a la plática de ella y el castaño, la rubia quedó impresionada por las anécdotas que contaba. Sin duda necesitaba conocerla más.
Aunque nunca lo admitiría en voz alta.

—Es un poco tarde, será tiempo de irnos —comento Carlisle— muchas gracias por la invitación.

—La cena estuvo deliciosa Ajax —aludió Esme— espero pronto repitamos.

—¡Pero por supuesto que sí! —exclamo alegre el líder de los elementales—, claro que sería mejor sin terceros —eso último lo susurro mirando a la pelirroja.

—Dalo por hecho —contesto Apolo sumándose a la conversación.

La pelirroja se mantenía serena situada a un lado de la guardiana, en sus manos llevaba el vino y la charola que había llevado para esa noche, nadie había probado bocado de su deliciosa ensalada, le pareció maleducado de su parte porque la había hecho con mucha dedicación.

—Tip, ya me tengo que ir —dijo la enfermera obstruyendo su campo de visión.

Y en realidad la pelirroja se había dado cuenta que su castaña se mantenía por largos periodos de tiempo observando a la rubia, como ahora por ejemplo, que optó por tratar de sacarle plática.

—Espero puedas llegar con bien —dijo Tip, quien para no ser grosera le otorgó toda su atención a la enfermera, aunque le hubiera gustado seguir admirando la belleza de su compañera.

—En realidad me gustaría saber si podrías llevarme —comento mordiendo su labio.

—Lo siento no puedo Kalie —comento la guardiana entre cerrando los ojos—, pero uno de mis hijos te puede llevar —volteo a verlos.

—Pff… por supuesto que no, que regrese como llegó —respondió Apolo.

—A mi ni me mires, tome más de la cuenta —comento Ajax— apenas y puedo mantenerme en pie.

—Claro que no —dijo Jenna y siguió conversando con los hermanos pelinegros.

—¿Cómo es que llegaste? —quiso saber la castaña al obtener respuestas negativas de su familia.

—Le pedí a mi vecino el favor —respondió.

—Si gustas yo te puedo llevar —Carlise apareció ofreciendo su ayuda— Apolo se ofreció a llevar a mis hijos más tarde, así que no tengo problema con dejarte en tu casa.

Era más que claro que nadie quería a la enfermera en esa casa, a regañadientes acepto la oferta y el matrimonio se despidió de la castaña.

Las cosas no serían tan fáciles para Kalie pero no sé daría por vencida, ella conseguirá la atención de Miller costará lo que costará, y Cox se había dado cuenta de algo muy importante, Carlisle no era el objetivo si no más bien Rosalie la rubia que llamo la atención de su castaña.

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Mejor tarde que nunca, otro capítulo más y ahora desde la perspectiva de Rosalie.
¿Que tal les pareció?
No olviden comentar y votar eso me alegraría mucho;)

La honesta reacción de todos al ver a Kalie llegar a la cena:

La honesta reacción de todos al ver a Kalie llegar a la cena:

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𝓗𝓪𝓭𝓪𝓼𝓼𝓪 - [𝐑𝗼𝐬𝐚𝐥𝐢𝐞 𝐇𝐚𝐥𝐞]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora