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El lunes por la mañana Miller había llegado con una nueva actitud al hospital dónde la felicidad sobresalía sobre otras cosas. Aquel sentimiento tenía nombre y apellido; Rosalie Hale.

Después de la —para lo que Miller consideraba desastrosa— cena del viernes y que Carlisle se ofreciera a llevar a la enfermera a su casa, la guardiana se había hecho un espacio en la plática que mantenía la rubia y su hermano. Ajax había comprendido de inmediato esa señal para retirarse a su habitación, diciendo como excusa el estar demasiado borracho para seguir despierto; claro estaba que los de su especie necesitaban más que un par de copas de vino para poder en verdad entrar en estado de ebriedad.
Miller sentía o más bien necesitaba saber todo sobre su compañera, sus gustos, sus pasiones, sus hobbies, sus anhelos y sus metas. La guardiana quería darle el mundo entero, quería amarla y ser amada por ella. Ella sabía que necesitaba sincerarse con Hale sobre su pasado y el que era ella; mas sin embargo tenía miedo de cuál sería su reacción.

Pasaron alrededor de un par de horas dónde ambas féminas conversaron y descubrieron algunas cosas que tenían en común. Para cuándo el reloj dio la una de la madrugada la castaña se ofreció a llevar a la rubia a su hogar, era la última de sus invitados en retirarse debido a que su hijo se había ofrecido para llevar a los hermanos pelinegros un poco más temprano.

En el transcurso a su hogar el trayecto fue silencioso pero no incómodo, algo de lo que se pudo percatar Miller fueron aquellas miradas disimuladas que lanzaba la rubia hacia ella.

—Hemos llegado —anuncio la castaña poco después de aparcar el auto—, lamento los hechos que presenciaron tu y tu familia está noche —trato de disculparse por las acciones de la pelirroja, aunque muy bien sabía que no era su obligación hacerlo.

—Nunca te culparía por las acciones de terceros  —comento la rubia— además no estaba en tus manos que eso pasara —le sonrió

—Aun así quería hacerlo —dijo la castaña.

Un pequeño golpecito en la ventana del lado del copiloto sonó, mostrando como culpable al fortachón pelinegro. Rosalie presiono el botón para bajar la ventana dándole un aire cómico a la situación.

—Hasta que llegas —menciono Emmett con burla apoyándose en el marco de la ventana—, iba a salir a buscarte.

—¿Por qué harías eso? —pregunto confundida la rubia.

—Car… papá está buscándote —dijo el pelinegro.

—Entiendo —fue lo único que dijo Rosalie, miro a Miller de reojo y noto que observaba la situación con los ojos entrecerrados, Emmett tenía intención de quedarse hasta que la rubia saliera del vehículo pero esta no lo dejo— vete —le pidió al pelinegro.

—Pero…

—¡Lárgate! —grito alterada.

Tip sonrió para sus adentros, no había tenido oportunidad para preguntarle a su compañera si contaba con pareja o no, y el hecho de que le gritara al pelinegro porque sospechaba que él lo fuera solo le provocaba satisfacción.

—Que humor —Emmett levantó sus manos en son de paz y se retiró no sin antes dirigirle una sonrisa a la castaña.

—Lo lamento, Emmett tiende a ser un poco sobreprotector conmigo —menciono Hale desabrochando su cinturón.

—Tranquila, solo está cuidándote —mostro una sonrisa sincera—, además es normal que tu pareja se preocupe.

Lanzo la bomba, era momento de la verdad.

—¿Te refieres a Emmett? —pregunto confundida.

—Si —contesto simple.

Rosalie sabía que no tenía por qué dar explicación alguna a la contraria, dado el hecho de su reciente conocimiento la una de la otra, pero algo en ella le gritaba darle una explicación a la guardiana.

—En realidad… Emmett es mi hermano —explico regalándole una sonrisa.

Miller definitivamente no recordaba la última vez que había estado rebosando de alegría, podría ser cuando conoció a su hermano , o tal vez cuando sus hijos llegaron a su vida. No lo sabía con exactitud, pero ahora ahí en aquel carro junto con su compañera a solas, le daba algo de esperanza en su alocada vida el tratar de conquistar a la chica frente suyo.

Luego de esa pequeña conversación, la rubia se había despedido no sin antes depositar un beso en su mejilla, que si bien tomo desprevenida a la castaña no pudo borrar la sonrisa de su rostro. Había manejado hacia su hogar rebosante de alegría.

Su fin de semana no había consistido más que trabajar en casa dándole mantenimiento a su sótano donde con Ajax habían acordado construir una sala de entrenamiento para poder usar sus dones como correspondían.

Y de nueva cuenta nos remontamos al inicio del lunes, dónde Miller se encontraba conversando amenamente con su reciente amigo vampiro en aquella sala de titulares en su lugar de trabajo.

—¿Ya me dirás que fue lo que pasó en ese viaje misterioso? —pregunto curiosa la doctora.

—¿Te refieres al aventón que le di a tu enamorada? —pregunto burlonamente.

Tip sonrió sarcásticamente y sin previo aviso le lanzó un golpe en el hombro al doctor que logro desequilibrarlo, Carlisle no daba crédito a lo que sintió, fue un golpe que si bien no fue tan fuerte como los golpes que daban los de su especie si fue potente para provenir de su amiga humana.

—Ella no es mi enamorada —bufo por lo bajo virando los ojos de una forma divertida.

—Bueno eso no fue precisamente lo que ella menciono esa noche —comento lanzándole una sonrisa socarrona.

—Que mentiroso saliste Cullen —la guardiana sabía que no podía tener nada con la pelirroja, ella solo estaba interesada en la hija de su amigo. ¿Raro? Tal vez.

—¿Y por qué no? Es linda y se ve que en verdad quiere algo serio contigo —dijo, se levantó del sillón y camino a la barra donde había café sin ser consciente de sus actos.

El vampiro sentía la necesidad de beber algo, había estado investigando todo su fin de semana el porque él y su familia habían podido ingerir alimentos en esa cena, pero había fallando en el intento. No habla ningún registro que mencionara tal suceso. Y eso solo lo inquietaba.

Carlisle pensaba que estaba en su etapa final, ¿y si se estaba convirtiendo en humano y moría? El no temía morir, él no temía por su vida si no más bien tenía miedo de lo que le fuera a pasar a su familia.

—Ella no me interesa —se sincero la castaña.

Carlisle volteó su cabeza para mirar a la guardiana.

—¿Hay alguien más? —quiso saber, le causaba curiosidad.

Tip asintió.

—Así es —mordió su labio en forma de nerviosismo, miro a su acompañante y comento—, pero es un poco complicado.

—¿Por qué? —el rubio volvió a su lugar de origen frente a la castaña en el sillón y tomando un sorbo de café espero paciente a qué le contestará su pregunta.

—Simplemente lo es —lanzo un suspiro cansado.
Carlisle no quiso insistir más.

—No pienses mucho en eso y simplemente haz lo que dicte tu intuición —sonrió, le dio unas palmaditas en la espalda a la contraria tratando de hacerla sentir mejor.

—¿No sería lo que dicte tu corazón? —pregunto confusa, entrecerró sus ojos mirando a su amigo.

—La intuición puede más que el corazón en algunas ocasiones.

Miller quiso comentar otra cosa mas sin embargo el ruido de la puerta abriéndose los saco de su pequeña conversación, los dos doctores voltearon a dónde prevenía el ruido y pudieron percatarse que cierta pelirroja entraba por esta.

—Hola —saludo la enfermera, entro a la sala y tomo asiento en el pequeño comedor que tenía el cuarto. Observo a los doctores frente a ella y espero que con esa simple acción el vampiro se fuera para dejarla con la guardiana a solas.

—¿Te vas? —cuestiono Miller confundida al ver cómo su rubio amigo se paraba del sillón.

—No vemos más tarde —comento en un leve susurro. Caminando a la salida volteo a ver a su amiga y sin hacer ruido alguno movió sus labios comentando un “suerte” para posteriormente retirarse.

—Hola —volvió a comentar Kalie con más insistencia.

—Hola Kalie —saludo para no verse grosera la castaña.

—Yo quería… —movió sus manos en signo de nerviosismo—, me preguntaba si te gustaría cenar conmigo esta noche.

Por un largo tiempo Tip permaneció inerte en la misma posición en el sillón, analizando lo que diría a continuación observaba los movimientos de la enfermera. Se preguntaba una y mil veces la misma pregunta ¿Acaso no había sido clara con ella la última vez?

—Lo lamento Kalie, está noche tengo trabajo —mintió. Solo esperaba que la pelirroja no se diera cuenta de eso.

—¿En verdad? —pregunto. Con cuidado se levantó de la silla donde se encontraba y camino a paso firme hacia la doctora, se situó frente a ella quedando más alta por la posición en la que se encontraba la castaña y acercando su cara a la contraria susurro— ¿No me estarás mintiendo, o si?

Miller negó.

—¿Por qué lo haría? —elevo su ceja derecha.

La guardiana quería salir de ahí, necesitaba que alguien entrara a esa sala y la sacara de esa absurda situación.

¿Pero quién lo haría?, era súper temprano y la mayoría del personal se encontraba en cirugía o en el comedor almorzando. Maldita la hora en la que ella y Carlisle se quedaron de ver en la sala de titulares para conversar más tranquilamente sin los chismosos de sus compañeros de trabajo.

Miller estaba segura de algo, si Kalie seguía insistiendo en algo que no sucedería nunca, ella se vería en la penosa situación de ponerle un alto.

Quería decirle que estaba arruinando la poca amistad que quedaba, su obsesión estaba llegando a un grado que ya no toleraba. Miller sabia que parte de los de su especie podían llegar a afectar a los humanos con sus feromonas y su gran belleza, pero eran pocos los casos que había presenciado a lo largo de su vida. La mayoría de estos eran por parte de Ajax, quien no desperdiciaba la oportunidad de poder estar con ellos para —a palabras de él— pasar un buen rato. Pero ella no era así, el único caso que le tocó vivir fue una chica en los años sesenta, las mujeres eran más conservadoras que hoy en día, por lo que no tuvo problema alguno con ella. Pero ahora las cosas habían cambiado.

Tip necesitaba conseguir algún antídoto para eso, pero muy en el fondo de su corazón sabía que no había algún remedio para solucionarlo. El ruido de la puerta abriéndose captó la atención de ambas féminas, al ver al individuo Miller no pudo ocultar su sonrisa y felicidad. En aquella entrada se encontraba situada su compañera. Rosalie Hale.

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Hola! He vuelto, lamento mucho no subir el capitulo del miércoles, deje para último momento los regalos de navidad que tuve que irme a dar vueltas y vueltas para conseguirlos. Les quiero desear una feliz navidad y noche buena.❤️🫂🎄🎁 Este capítulo es mi regalo para ustedes, muchas gracias a todas las personitas que votan y comentan capitulo a capitulo, en verdad me hace super feliz eso 😩👌En fin, para no hacer el show más largo probablemente la siguiente semana no suba capitulo porque saldré de vacaciones y lo que quiero es relajarme un poquis jejej pero no los abandonare lo prometo. Nos leemos en el siguiente capítulo.

La reacción de Emmett al ser gritado por Rosalie:

La reacción de Emmett al ser gritado por Rosalie:

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𝓗𝓪𝓭𝓪𝓼𝓼𝓪 - [𝐑𝗼𝐬𝐚𝐥𝐢𝐞 𝐇𝐚𝐥𝐞]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora