Hadassa || Durante años la familia Miller ha tenido que escapar de su cazador, refugiándose así en pequeños pueblos alrededor del mundo. Tip no permitirá que nada le suceda a su familia, pero las cosas se complicaran cuando cierta vampira entra a su...
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El ruido de las hojas bajo los pies del chico crujía de forma sin igual, el sonido del viento chocando contra su cara desorientaba sus sentidos, y los latidos de su corazón eran demasiado fuertes que se podría pensar que este saldría de su pecho, sus oídos no procesaban el ruido a su entorno por el retumbido que sus latidos provocaban en ellos.
El joven sintió como algo se enredaba en su pierna izquierda haciendo que perdiera el equilibrio y cayera de boca al suelo, afortunadamente para él las pocas hojas que había esparcidas a lo largo del bosque amortiguaron su caída. Soltó una maldición por lo bajo y lanzo una mirada furiosa a su oponente.
Él con un ágil movimiento desato el látigo que se encontraba enredado en su pierna y furioso se levantó del suelo, se colocó en posición de ataque y espero a que su oponente diera algún paso en falso, más sin embargo la chica frente a él le lanzo un poco de agua a la cara distrayéndolo y dándole tiempo suficiente para poder esconderse.
El joven pronto se vio un tanto desesperado, buscando en cada árbol y arbusto tratando de encontrar alguna señal o pista que le dijera donde estaba, mayor fue su sorpresa al sentirla detrás de él, la chica al ser descubierta con un ágil movimiento salto del árbol donde se encontraba y dando un giro de ciento ochenta grados le propino un fuerte golpe en la espalda haciéndolo aterrizar de nueva cuenta en las hojas secas del lugar.
Apolo, cuyo nombre le pertenecía al joven, gruño y se levantó del suelo con furia.
― ¡Oye! ―gritó el chico hacia su rival frente a él.
― ¿Sabías que corres muy raro? ―Se burlo la chica doblando su látigo para después situarlo en el lugar correspondiente que tenía su cinturón.
― No tenías derecho a usar tu látigo, ¡eso es trampa! ― comento el chico enojado viendo como su hermana acomodaba el objeto antes mencionado.
― Todo es válido en una pelea, ― se burló la chica― ¿o acaso le pedirás a tus oponentes que no te golpeen porque tienes miedo de lastimarte? ―se cruzó de brazos alzando una ceja.
Lo que más le molestaba al chico era la actitud tan burlona que su hermana le daba, se preguntaba ¿Acaso no tenía ningún respeto por él?
― Por supuesto que no ―comento serio.
― Me da igual ―contesto sin importancia y comenzó a caminar hacia su hogar.
Él joven mantenía una expresión seria mientras veía como la chica se alejaba cada vez más, no le quedo otra opción más que tomar el camino por donde se había ido.