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En algunas ocasiones la memoria humana guarda recuerdos o cosas que prefieres sean olvidadas, pero en el caso de los vampiros las memorias se quedan ahí; estancadas sin poder irse nunca. Rosalie aborrecía eso, lo odiaba con todo su ser. Odiaba no poder borrar los horribles recuerdos que asechaban su mente día y noche.
Ella quería olvidar su trágico pasado. Pero era algo que la perseguiría por siempre. La rubia solo quería tener paz al menos una vez en su eterna vida. El único recuerdo feliz que llegaba a su mente era el día donde conoció a Emmett, que si bien se encontraba en un estado desfavorable a vista de quien lo viera, para la rubia había sido como una bocanada de aire después de estar por varios minutos bajo el agua. Emmett se había convertido en su ancla para no enloquecer en su vida vampírica.
Rosalie quería vivir una vida normal, encontrar a alguien que le brindara el calor hogareño que le faltaba a su fría vida, quería enamorarse y vivir todas aquellas etapas bellas que la vida le podía brindar a los humanos. Ella quería ser normal.
Normal. Esa palabra le dolía, ella nunca podría ser alguien normal.
Un fugaz recuerdo llego a la mente de la rubia al recordar el calor abrasador que sintió cuando vio por primera vez a la castaña en aquella cena. Su tacto se había sentido tan bien, era algo diferente y único. Su piel exigía mas de ese tacto, fue por eso que actuó tan inesperadamente a la hora de despedirse de la doctora. Ella nunca haría algo así con alguien mas, pero con ella…
Rosalie se sentía confundida, su fin de semana había consistido en eso, pensar en la castaña y abstenerse de no ir a su encuentro. Pero todo se fue al piso cuando escucho como su madre le comentaba a su hermana que llevara el maletín que se había olvidado su padre adoptivo al hospital. Sus pies actuaron por cuenta propia al dirigirse al encuentro de ambas mujeres.
—Yo puedo llevarlo —comento tranquila desde la barandilla de las escaleras.
Ambas vampiras la miraron confundidas, una mas que otra. La vidente no había tenido ninguna visión en los últimos días, al menos no una que involucrara a alguien de su familia.
—¿Estas segura cariño? —pregunto cautelosamente su madre— mira que Alice puede llevarlo sin ningún problema.
La duendecillo asintió con una leve sonrisa.
—No es problema —dijo negando con la cabeza en singo de desinterés.
—De acuerdo —Esme le extendió el maletín a su hija una vez se situó frente a ellas—, también necesito que llegues a la florería por un paquete que encargue la semana pasada por favor.
—Claro —asintió levemente y dirigió una mirada fugaz a su hermana quien no la dejaba de observar desde hace rato—, ¿esta todo bien? —quiso saber.
—¿Te sientes bien? —pregunto, aunque rápidamente añadió al ver la mueca molesta en la rubia—, quiero decir, nunca quieres ir a lugares con muchos humanos ¿Por qué de repente te entraron las ansias de ir al hospital?
—Solo… simplemente quería cambiar un poco la rutina —menciono no muy convencida.
¿Era eso? O ¿era una castaña que trabajaba en el mismo lugar hacia donde se dirigirá mas adelante lo que la hacia actuar de esa manera?
La rubia esfumo esos pensamientos fugaces de su mente y con un leve asentimiento salió de la casa hacia el garaje para tomar prestado el carro de su hermano Edward. No quería llamar la atención, al menos no mas de la que ya recibía por su belleza sobrehumana por lo cual su auto no era la mejor opción.
Con cuidado y un poco de prisa por llegar al hospital condujo por lo que le pareció una eternidad —aunque solo le hubiera tomado menos de quince minutos—, aparco cerca de la entrada y con elegancia camino hacia el hospital. Una enfermera se encontraba situada detrás del mostrador, quien al ver a la vampira no pudo retener su asombro.
—Buenos días, busco al doctor Cullen —miro sobre el hombro de la contraria al observar de lejos aquella cabellera pelirroja que había irrumpido en la cena del viernes pasado.
La pelirroja charlaba con un doctor, agudizo su oído para escuchar la conversación que mantenían aquellos dos individuos.
“—¿entonces me dirá donde esta?” pregunto ansiosa Kalie.
“—Hace poco la vi con el doctor Cullen en la sala de titulares” menciono el doctor apuntando con su pulgar el lado derecho.
La rubia centro su atención a la enfermera detrás del mostrador al sentir que de nuevo le hablaba.
—El doctor se encuentra en la sala de titulares —menciono observando su computadora— ¿gusta que le hable?
—No será necesario —despego la mirada de la pelirroja para despedirse de la enfermera frente suyo, camino hacia el pasillo por el que se dirigió la pelirroja hace un par de minutos y pudo escuchar la voz de la doctora detrás de la puerta.
Solo estaban ellas ¿Dónde estaba su padre?
—¿Por qué lo haría?
Escucho la pregunta de la castaña, su mano tomo el control de su cuerpo al tomar el pomo de la puerta y abrirla dejando a la vista como resultado la comprometedora posición en la que se encontraban la doctora y la enfermera. Rosalie estaba inmóvil en el marco de la puerta, ¿acaso había algo entre ellas?
La vampiro miro como una sonrisa se extendía en el rostro de la castaña, aquella sonrisa era para ella y la vampira no podía estar mas feliz. Aunque hubiera otra persona en aquel cuarto Rosalie solo la sentía a ella, era como si solo existieran ellas dos. ¿Cuál era ese sentimiento que surgía de su muerto corazón? ¿Por qué su pecho se sentía así?
—Hola —saludo la doctora a la contraria. Despacio y sin verse grosera se alejo de la pelirroja para caminar hacia la entrada donde se encontraba su compañera.
—Hola —sonrió la rubia.
—Si hola, —menciono la enfermera enfadada de ser interrumpida. Ahora toda la atención de la castaña estaba situada en la rubia y no en su persona— ¿buscas a alguien? —su tono sonó demasiado disgustado.
—Estoy buscando a mi padre —comento Rosalie sin despegar su vista de la castaña.
—El se acaba de retirar hace un par de minutos —dijo Miller— si gustas puedo ayudarte a buscarlo.
—Claro, me encantaría —le respondió efusivamente, eso había desconcertado a cierta pelirroja haciendo fruncir sus cejas en un evidente enfado.
¿Qué se traían esas dos? Fuera lo que fuera necesitaba captar la atención de su castaña lo mas rápido posible.
—Tal vez se encuentre en su oficina, ¿esta bien si empezamos por ahí? —propuso la castaña. La rubia asintió y juntas emprendieron su camino hacia dicho lugar, la enfermera las seguía de cerca tratando de escuchar su conversación, ¿Cómo era posible que hablaran tan bajo y se escucharan perfectamente? Ella y apenas podía captar pequeñas oraciones o palabras. Lo cierto era que Miller al sentir la presencia de la pelirroja había optado por hablar en un tono bajo siendo consiente que su compañera la escucharía perfectamente haciendo que la misma le contestara de la misma manera. Quien fuera que las observara podía intuir que algo se traían entre manos al estar ambas demasiado juntas la una de la otra, lanzándose miradas de complicidad y risas discretas. Eso sin duda alguna había enfurecido a la enfermera por lo que en un arrebato quiso interponerse en medio de ambas para que asi dejaran lo que sea que estuvieran haciendo y la castaña volviera a poner su atención en ella, pero cuando quiso hacer dicho movimiento la voz de la jefa de enfermeras la llamo, lanzando un gruñido de frustración pudo ver como ambas mujeres se perdían de su vista al doblar por un pasillo. Kalie no tubo otro remedio que ir hacia su jefa y escucharla, solo esperaba que fuera rápido, no quería dejar a la rubia tanto tiempo a solas con la guardiana.
Rosalie pudo divisar a su padre cerca de su oficina, el vampiro hablaba con otro doctor sobre un procedimiento que realizarían juntos mas tarde en cirugía. Carlisle pudo sentir a su hija por lo que elevando su vista de los papeles que leía la pudo observar andando hacia él junto con su reciente amiga y colega. Ambas parecían tener una conversación amena, su hija se mostraba relajada y agusto con la presencia de la contraria. Eso detono la curiosidad del vampiro —quien ciertamente no preguntaría nada—, simplemente embozo una sonrisa a ambas féminas y despidiéndose de su colega avanzo hacia las mujeres.
—Con que aquí te ocultaste —comento divertida la castaña al ver a su amigo llegar hacia ellas relajadamente.
—Me pareció que necesitaban un momento a solas —Carlisle claramente se refería a la enfermera, quien para desgracia de los tres ya se encontraba situada a un par de metros de distancia de ellos, por lo que no pudo escuchar la pequeña conversación que mantenían ambos adultos.
—Pff… si como no —Miller bufo por lo bajo sonando un tanto irritada por el reciente acontecimiento con la enfermera, Carlisle simplemente soltó una ligera risa causando suspiros en las enfermeras o doctoras que caminaban cerca de ellos, la castaña se abstuvo de rodar los ojos por la absurda situación empleada por la pelirroja.
Rosalie los observaba intrigada de lo que sea que estuvieran hablando, ¿acaso su padre se refería a la pelirroja y Tip? ¿Él conocía la extraña relación empleada por ambas mujeres?
—Lo arruine… ¿no? —curioseo el vampiro.
—En realidad Rose me salvo —comento la guardiana mirando a la rubia a un lado de ella, sus ojos la miraban con adoración. Miller estaba perdida, pero perdidamente enamorada de la vampira.
Rosalie nunca admitiría en voz alta la extraña sensación que sentía en su pecho al mirar y estar cerca de la castaña justo como ahora donde su corazón muerto había emitido sonido; eso desconcertó a ambos vampiros quienes se miraron rápidamente al escuchar dicho sonido. ¿Qué había sido eso?.
—¿En serio? —pregunto Carlisle intrigado tratando de mantener la calma y no alterarse por lo que acababa de escuchar.
—Si, ella te estaba buscando en realidad —dijo Miller.
—¿Sucedió algo en casa? —Carlisle se tenso, el pensaba que si Rosalie había ido a su encuentro algo malo había pasado, era rarísimo que la rubia fuera a su encuentro a no ser que hubiera malas noticias y eso solo había pasado un par de veces.
Hale negó levemente.
—Todo esta bien en casa —informo calmadamente—, mamá comento que olvidaste tu maletín en casa, así que quise traértelo.
El vampiro y la guardiana dieron un rápido escaneo a la rubia percatándose de lo mismo.
—¿Dónde esta? —pregunto curioso el patriarca.
—¿Dónde está qué? —pregunto Rosalie mirando a su padre con una ceja alzada.
—El maletín Rose, ¿Dónde esta? —Indagó Carlisle al no verlo por ninguna parte.
Fue en ese preciso momento que la vampira se dio cuenta de su error. ¿Tan mal la tenia la castaña?. Rosalie miro a la doctora al escucharla emitir una ligera risa. En alguna otra ocasión la rubia estaría molesta con la persona que se estuviera riendo de ella, pero con la doctora simplemente había sentido vergüenza. Ella pensaba que si fuera humana ya estuviera ruborizada.
—Creo que lo olvide en el auto —se sincero la rubia mordiendo su mejilla interior.
Carlisle quiso comentar algo; sin embargo la guardiana lo hizo primero.
—Si gustas puedo acompañarte —se ofreció. Quería pasar mas tiempo con su compañera.
Rosalie no pudo contestar al ser interrumpida por la enfermera.
—En realidad la doctora tiene cirugía en quince minutos —Kalie se posiciono sobre el lado derecho de la guardiana entrelazando su brazo con el de ella, Rosalie le regalo una mirada de disgusto a la pelirroja. ¿Acaso no conocía el espacio personal?, la rubia no tuvo otro remedio que posicionarse a un lado de su padre quien miraba la situación incómodamente.
—Tengo tiempo Kalie —Miller gentilmente quito el brazo de la enfermera al sentir las emociones de Rosalie cambiar ligeramente.
—Tienes que prepararte para la cirugía —volvió a insistir la pelirroja.
Miller suspiro desganada, no quería armar un espectáculo en su área de trabajo; por lo que regalándole una sonrisa triste a su compañera se despidió de ambos vampiros. Camino a la par que su colega haciendo oídos sordos cuando la palabrería empezó a salir de su boca. Pasaron un par de minutos en los que Kalie no guardaba silencio y eso ya estaba estresando a Miller, necesitaba despegarse de ella lo mas rápido posible antes de que le diera un ataque de nervios.
—Necesito ir al sanitario —menciono Tip—, ¿Por qué no te adelantas? —propuso casi ordeno a la enfermera.
Kalie entrecerró los ojos no creyéndole del todo a la guardiana.
—Te acompaño —dijo caminando al sanitario mas cercano pero al no sentir a la castaña cerca suyo detuvo sus pasos. Al voltear no pudo divisarla por ninguna parte, eso la altero. ¿Dónde se había metido?
La guardiana había hecho lo primero que se le ocurrió al notar a la enfermera distraída… correr. Sabia que le esperaba un sermón mas delante de la pelirroja pero necesitaba despedirse de su compañera, la podía sentir en el lugar por lo que corrió lo mas rápido que pudo hacia la oficina de Cullen obteniendo miradas de confusión por parte de sus colegas, haciendo caso omiso diviso la puerta de madera y la abrió sin tocar. Rosalie se encontraba sentada de espaldas a la puerta por lo que al escuchar el fuerte sonido de la puerta impactar con la pared giro levemente su cuerpo y observo como la doctora transpiraba tratando de recuperar un poco de aire.
Miller camino para adentrarse a la oficina y cerrando suavemente la puerta se acerco a la rubia, quien la miraba entre divertida y preocupada.
—Lo siento… no quise ser tan brusca —comento soltando un leve suspiro y sonriendo al final.
—Tranquila —dijo la rubia parándose de la silla— ¿Qué paso? —quiso saber.
—¿Dónde esta Carlisle? —indago al no verlo en la oficina.
—Fue por el maletín —ambas féminas rieron por lo bajo.
Un silencio tranquilizador se instalo en la oficina, no era incomodo… era reconfortante para ambas mujeres.
—No tengo mucho tiempo —Miller miro su reloj de muñeca al percatarse que quedaban diez minutos para la cirugía.
—¿Para que? —Rosalie se sentía ansiosa.
—Quería preguntarte si te gustaría ir a mi casa a cenar —comento la guardiana ansiosa.
—¿Esta noche?
Tip asintió esperando paciente la respuesta.
—¿Te gustaría? —la castaña la miro a los ojos con intensidad.
—Me encantaría —sonrió emocionada la rubia.
Miller sonrió en grande contagiándole la sonrisa a la rubia. Solo existían ellas dos para la otra y nadie mas.━─━─━─━─⊰♡⊱━─━─━─━─
¡He vuelto! Creo que tome más de una semana de vacaciones jeje pero las necesitaba lamento no subir capitulos nuevo. Por lo que les recompensare con un maratón el día sábado y domingo para que esperen con ansias los capítulos;)
Carlisle, Rosalie y Tip al ver la presencia de Kalie:
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𝓗𝓪𝓭𝓪𝓼𝓼𝓪 - [𝐑𝗼𝐬𝐚𝐥𝐢𝐞 𝐇𝐚𝐥𝐞]
FantasyHadassa || Durante años la familia Miller ha tenido que escapar de su cazador, refugiándose así en pequeños pueblos alrededor del mundo. Tip no permitirá que nada le suceda a su familia, pero las cosas se complicaran cuando cierta vampira entra a su...