Píntame un corazón [GOT7 fanfic]

9

—Ella es Minnie, es la hermana menor de mi novia —dijo el amigo de voz graciosa—. Sabe hablar tres idiomas, leer Braille, hablar lengua de señas y tiene un certificado en todas esas cosas.

La linda chica de cabellos oscuros y flequillo le sonrió a Jaebeom junto a una reverencia.

—Un gusto, oppa.

—Im Jaebeom, el gusto es mío.

—Este mono dijo que querías aprender lengua de señas para poder comunicarte con un amigo tuyo, eso es muy lindo de tu parte.

—Ah, sí, gracias. No importa el monto que desees que te pague, estaré dispuesto a hacerlo.

—Me gusta tu entusiasmo oppa, pero debes entender una cosa; la lengua de señas no es algo que pueda aprenderse de la noche a la mañana. Es un aprendizaje que a muchas personas les toma meses e incluso años dominar. No pienses que con el poder de la amistad podrás siquiera entenderlo al cien por ciento en tan sólo unos días.  

—Lo sé. Cuento contigo.

—Ella es un tanto agresiva —dijo su amigo—. No temas en pedir ayuda.

Minnie sólo sonrió y le indicó sentarse en la mesa de la cafetería detrás de ella.

Jaebeom llegó a dónde Youngjae sin importarle la sorpresa que le ocasionó que tomara un taburete para sentarse muy cerca suyo junto al caballete dónde pintaba.

—Hola —le dijo Jaebeom.

Youngjae lo miró extrañado al notar su amplia sonrisa.

—¿Cómo me llamo? Quiero saber cómo te refieres a mí cuando hablas de mí con alguien más.

Dudoso, Youngjae se llevó dos dedos de su mano izquierda y los colocó sobre su párpado izquierdo dando un pequeño toquecito para seguir con un ademán hacia afuera con un movimiento de muñeca.

Jaebeom sonrió aún más y finalmente se presentó a sí mismo en lengua de señas asombrando a su contrario con alegría. Sus pequeños ojos se abrieron con emoción y terminó sonriendo con ellos. Youngjae hizo un gesto sobre preguntar qué estaba pasando y a qué se debía ese acto tan gratamente sorpresivo.

—Quería decirte que ya sabía cómo presentarme contigo. 

Tomó una pluma y una hoja de papel del escritorio sin dejar de sonreír y le escribió a Jaebeom.

"Yo ya le conozco".

—¡Lo sé! —rio—. Es lo poco que he podido aprender en unas horas. Es muy difícil aprender tantos gestos y muecas en poco tiempo. En cuánto supe que en lengua de señas no se dicen los nombres cómo tal, si no que las personas se presentan con las características importantes de las personas tuve el interés de saber cómo te referías a mí.