Extra: Nightfall y la realidad

597 53 1
                                    

La expresión de Twilight se mantuvo inmutable mientras Sylvia lo echaba de su oficina después de la reunión

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La expresión de Twilight se mantuvo inmutable mientras Sylvia lo echaba de su oficina después de la reunión. Agradeció con un leve gesto de cabeza, pero su superiora ya había vuelto a su seriedad habitual. Sin decir palabra, se dio la vuelta y se marchó.

Se sentía como si fuera otra persona, y en cierto sentido, lo era. Jamás pensó que podría tener una "vida" de nuevo. Como espía, había renunciado a esas esperanzas, había dejado atrás su identidad, entregándose a las misiones. Pero ahora, de alguna manera, las había recuperado gracias a una serie de eventos que no esperaba.

Sin embargo, no podía relajarse. La Operación Strix seguía en marcha, y eso le recordaba que debía mantener la cautela. Así que hizo lo que sabía que tenía que hacer. Como padre, comprobó si podía comprar maní para su hija, y como hombre de familia, contempló su reloj para asegurarse de que tenía tiempo de pasar por la tintorería. No tardaría más de media hora, y llegaría al departamento justo a tiempo para la cena.

Incluso se permitió pensar que, después, podría estudiar con Anya y pasar un rato con Yor cuando sacaran a Bond para su paseo nocturno.

La idea de sus planes futuros lo llenaba de emoción, pero se esforzó por no dejar que su rostro delatara sus sentimientos. Le encantaba pensar en su familia, lejos de las voces que le decían que no debía apegarse, lejos de los recordatorios constantes de su vida como espía.

—Es hora —susurró para sí mismo, mientras se deslizaba con discreción por las instalaciones de WISE.

Algunas personas lo saludaron de pasada, pero todos estaban en sus propios asuntos. No era sorprendente, especialmente con la visita del ministro de Turismo de Westalis a Ostania, que tendría lugar en los próximos días. A diferencia de eventos anteriores, había más agentes desplegados para prevenir cualquier inconveniente. Aun así, Twilight se mantenía alerta, atento a cualquier intento de amenaza.

Fue entonces cuando algo llamó su atención. Una figura familiar entre la multitud.

—Oh, Nightfall —reconoció él con un leve gesto de cabeza.

—Twilight —dijo ella de inmediato, apretando su carpeta con fuerza. Twilight captó la tensión en su postura—. ¿Hay alguna novedad sobre la Operación Strix? No ha habido muchos avances durante los últimos tiempos —agregó en voz baja.

Twilight se tensó ante la pregunta. Sabía que Nightfall veía su enfoque hacia la misión como débil, convencida de que eso lo llevaría al fracaso. A pesar de eso, él no compartía esos puntos de vista, y no podía evitar sentirse molesto cada vez que ella sugería rediseñar la operación.

—¿Qué estás recomendando? —preguntó él, con curiosidad, pero manteniendo una clara distancia en su tono—. Nightfall.

—Nada —respondió ella, pero luego pareció dudar, parpadeando durante más de un segundo—. Absolutamente nada.

Él asintió, pero al mirarla a los ojos, no pudo evitar notar que ella parecía disgustada.

—Bueno, si me disculpas, debo volver con mi familia —dijo Twilight, con un tono que ya no escondía su deseo de terminar la conversación.

—Sigues desperdiciando tu talento de esa manera.

—¿Eh?

—¿De verdad crees que seguirás jugando a las casitas? —lanzó ella, cada vez más amenazante—. No veo nada del espía que solías ser.

La mandíbula de Twilight se apretó con fuerza, una oleada de irritación recorriéndolo.

—Es mi misión y haré lo que considere adecuado para ella —señaló, con un tono más serio—. Recuerda tu lugar, Nightfall. No tienes derecho a opinar sobre la Operación Strix.

Se quedaron en silencio, hasta que Twilight se dio cuenta de que ella no iba a seguir discutiendo. El pasillo a su alrededor comenzó a llenarse de personas, y, sin más, el espía decidió que la conversación había llegado a su fin. No le importaba en absoluto descubrir lo que Nightfall estaba insinuando una vez más. Lo importante era que tenía otras prioridades, y no pensaba perder tiempo en ese juego.

Lo que no notó fue cómo la carpeta en las manos de Nightfall se arrugaba lentamente.

Al final, se dio cuenta de que tenía razón. Sentimientos extraños habían comenzado a surgir en Twilight, acechando en las sombras, amenazando con nublar la efectividad del espía que una vez conoció tan bien. Al principio, esos sentimientos parecían inofensivos, pero pronto se volvieron más intensos, como una sombra que se extendía sin control.

Una sombra con la forma de Loid Forger.

Nightfall intentó no pensar más en lo que había descubierto. Simplemente, sostenía la carpeta entre sus manos, caminando con paso firme hacia la oficina de Sylvia, quien, al entrar, le hizo un gesto para que esperara mientras ajustaba la pizarra detrás de su escritorio.

—¿Algo va mal con la Operación Strix? —preguntó Nightfall, su voz sonando más baja de lo habitual.

—No, todo está bien. Es una misión larga, así que habrá altibajos —respondió Sylvia, después de ajustar la pizarra—. Aunque Twilight ha tenido buenos avances en los últimos días.

—¿Qué quiere decir con eso? —exclamó Nightfall, deteniéndose en seco y mirando a su superiora con una expresión de sorpresa, observando lo que estaba haciendo.

Si había algo que Nightfall sentía en ese momento, era que el destino se estaba burlando de ella. Junto a los retratos de la familia Desmond y sus contactos, destacaba el retrato de la familia Forger, con una sonrisa en el rostro de quien solía ser Twilight. Pero esa sonrisa... esa sonrisa parecía genuina.

Nota de la autora: Esta es una actualización inesperada, lo sé

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nota de la autora: Esta es una actualización inesperada, lo sé. Inicialmente, esto se planteaba como el prólogo de una secuela, pero esa historia nunca verá la luz. Aun así, decidí compartir los capítulos que ya tenía avanzados.

Esperen un par de actualizaciones más como esta.

Ciao.

QuizásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora