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...no me dejes...
El grito de Katniss fue suficiente para que recobrara mis sentidos, caí directo a la tierra cuando ella y Finnick dejaron de sostenerme, no sabía que había ocurrido y el dolor en mi cuerpo no me dejaba pensar bien las cosas.
Como pude me di la vuelta y vi como ambos intentaban levantarla del suelo, Camellia estaba desmayada a solo segundos de morir dentro de la niebla que la cubría. Mi corazón se detuvo y cualquier tipo de dolor que me imposibilitara físicamente se había esfumado.
Ayudé a levantarla y la termine llevando en brazos, solo alcanzamos a correr un poco más hasta que la niebla desapareció, todos estábamos en un estado demasiado deplorable.
Caí de rodillas y con la poca fuerza que me quedaba dejé a Camellia en el suelo con el mayor cuidado posible, vi como Katniss se arrastraba hasta un gran pozo de agua, me asequé a ella y noté como las quemaduras se esfumaban con el agua. Nisiquiera lo intenté yo enseguida tomé a Lia en brazos y ña llevé al agua mientras Katniss arrastraba a Finnick también.
La recosté en el borde del pequeño arrollo y comencé a lavar sus manos, su respiración era cada vez más pesada y eso me hacía pensar que fue demasiada suerte de que siguiera con vida, aunque aún estaba inconsciente seguía respirando y esto hasta el momento era más que suficiente para mi.
Noté como todo su rostro parecía estar cubierto de pequeñas quemaduras al igual que gran parte de su cuello, no podía creer que dejé que ella pasara por algo así. Me prometí que no la volvería a dejar sola ni por un momento.
Con temor tomé un poco de agua entre mis manos y la dejé caer sobre su cuello ya que no me atrevía a tocarla del todo, para mi suerte Katniss ya estaba mejor.
— Yo lo hago, ve a ayudar a Finnick — las palabras de Katniss me dejaron más tranquilo.
Mientras ayudaba a Finnick a que no se undiera en el agua veía detenidamente como Katniss lavaba el rostro de Camellia con mucha delicadeza, incluso parecía ser que apenas la tocaba.
Que aún no despertara me tenía muy preocupado, sus quemaduras ya había desaparecido casi por completo pero no había señal de que fuera a despertar pronto. Los demás también estaban preocupados por ella, como no estarlo? Camellia era alguien de quien de encariñado demasiado rápido y es inevitable. Te hace reír con facilidad y a veces es demasiado amable para su bien, su sonrisa es tan hermosa que puedo jurar que podría alegrar a cualquier persona que la viera, incluyéndome.
Suspiré frustrado tratando de pensar en algo para ayudar a que despertara pero nada se me venía a la mente, en estos momentos me sentía demasiado inútil.