𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗧𝗥𝗘𝗦: 𝗟𝗘𝗡𝗚𝗨𝗔𝗝𝗘 𝗖𝗢𝗥𝗣𝗢𝗥𝗔𝗟
...la verdad es más sencillo observarte...
𝗔𝗣𝗘𝗡𝗔𝗦 salí del escenario tuve a Effie encima recitandome los 10 principales modales necesarios para aparecer en televisión. La verdad tenía tanta adrenalina que apenas podía escucharla.
De manera inconsciente busqué con la mirada a Lila quien camino hacia mi con una enorme sonrisa. Me envolvió en sus brazos apenas estuvo cerca de mi. Podía escuchar todo a mi alrededor de una manera demasiado lejana, todo volvió a mi de golpe cuando me empujaron junto a los demás al escenario.
Vi a Johanna y a Finnick compartiendo una mirada cuando Peeta comenzó su entrevista con Cesar, odiaba que no me dijeran la verdad, que no confiaran en mi. Aunque sabía que eso también les terminaría perjudicando ya que yo ya tenía mi propio plan.
Dejé mi rostro serio, indiferente, durante todo lo que restó del programa, quería que supieran que su linda sirenita no tenía intenciones de seguirles el juego esta vez.
Todo iba con normalidad, claro, hasta que al lindo rubio del distrito 12 se le ocurrió hablar sin filtros.
Sentí como la poca comida que había ingerido hoy subía a mi garganta.
Vi la mirada complice que compartió con Haymitch, vi como se sonrieron, ya sabía de toda esa actuación de los trágicos amantes pero no significaba que me acomodara. Especialmente luego de conocerlos, a los dos, a Katniss y a Peeta, durante el primer entrenamiento.
Yo había estado acostada en una esquina donde había un poco de vegetación, más que nada tipos de flores. Me estaba dedicando a hacer una corona de flores, me ayudaba a pensar mientras trensaba los tallos de estas. Sabía pelear, aprendí a la mala por altercados en mi distrito, pero nunca había asesinado a alguien, por lo menos no directamente.
Así que solo me dediqué a confabular sola mientras hacía coronas con las pocas flores que habían puesto en el lugar. Estaba tranquila, tan metida en mis pensamientos que apenas noté cuando se sentó junto a mi.
- Cómo las haces? - su voz entró en mis oídos de manera tan rápida que nose como reaccioné con la misma rapidez.
- En mi familia teníamos la costumbre de hacer coronas de flores a los difuntos - respondí, dirigí mi mirada hacia el lentamente hasta encontrarme con sus ojos, coloqué la corona sobre mi cabeza - Nos enseñaban desde pequeñas y ahora lo terminé haciendo de forma casi inconsciente - finalicé con una sonrisa.
Su mirada solo me decía la intriga que mi precencia le producía, estaba sentado en el suelo y apoyaba su mano en este mismo a un costado de su cuerpo, su mano aputaba hacia mi. Sus hombros estaban relajados pero su ceño fruncido me hacia entender que parecia preocupado.