cardigan [peeta mellark]♡

𑁍𝗛𝗢𝗦𝗧𝗔𝗚𝗘𑁍

𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗢𝗖𝗛𝗢: 𝗥𝗘𝗛𝗘́𝗡

todo fue en vano?

Toda mi vida pensé que mi propósito en este mundo era hacer justicia por el legado de mi familia, restregarle a Snow toda la mierda que hizo y mostrarle que no se salió con la suya. Pues ese propósito se ha ido a la mierda.

En esta celda, en este suelo, en este dolor de las heridas en mi cuerpo... de las heridas en mi mente.

Luego de desmayarme por pérdida de sangre desperté en esta celda, una venda muy mal puesta alrededor de mi torso y un horrible sabor de boca. Para mi mala suerte no suelo quedarme callada por lo que a mi primer grito un guardia entró y digamos que no fue muy amable.

Por lo que pude entender en ese momento podía decir que no estaba sola en ese lugar, todo parecía un sótano muy mal cuidado; sin ventanas, polvo y telarañas en todos lados.

A todos nos encerraron en celdas, algunos estaban mejores que otros...

— pajarito — en la celda de al lado estaba johanna, era con la que más se desquitaban estos días.

— mmhm — últimamente prefería no hablar.

— cuando dormías escuché que te van a llevar a una de sus estúpidas entrevistas en las que han llevado al panadero últimamente — mis ojos se nublaron de lágrimas al instante.

— Peeta — tan solo pronunciar mi nombre se me hacía difícil.

No tuvimos más interacciones, no teníamos camas ni alguna manta para taparnos lo que era bastante desagradable pues era invierno y más de uno ya había muerto por hipotermia.

Aunque mi cabello ya era largo para cuando comenzaron los juegos, ahora llegaba casi hasta mis rodillas lo que me era muy incomodo. Pero todo esto de alguna manera me servía para sobrevivir al frío.

En este lugar no se podían contar los días pero podía aproximar que ya llevaba tres semanas aquí, aunque de acorde a como mi herida ya había cicatrizado podía ser mucho más.

𑁍

Johanna terminó teniendo razón, me sacaron de mi celda, no me resistí, y me arreglaron para poder parecer medianamente decente en la pantalla.

Comenzaron por mis heridas y moretones que algunas ya estaban infectadas. Fue la primera vez que me vi al espejo luego de que me capturaran. Lo que vi no ayudó nada a mi autoestima.

Mi rostro gritaba por ayuda, tenía un gran ematoma en mi mejilla izquierda y más heridas de las que creí posibles en el resto de mi rostro. No tenía idea de cómo iban a hacer para que todo esto no se viera en la entrevista, tal vez solo editarian mi rostro.

—  te memorizaste el guión? — no podía moverme pues aún me estaban maquillando pero si pudiera le enterraría una brocha a cada uno de los guardias presentes.

— no soy una computadora — debía aprender a quedarme callada, aunque ahora no me pueda hacer daño, luego de esta entrevista si que podrá.

Me llevaron a un salón lujoso y muy bonito, había un par de cámaras frente a dos sofás, Cesar estaba sentado en uno de ellos ojeando el guión y por un segundo sentí que todo había sido un sueño, que estaba en una de esas irritantes entrevistas que siempre me hacían con las mismas preguntas desde que gané los juegos.

Al sentarme escuché el leve crujido de un papel. De la forma más delicada posible llevé mi mano izquierda a mi espalda y busqué al interior de una almohada. Ahí estaba, un papel demasiado bien doblado como para ser una simple basura.

— p-puedo ir al baño antes de comenzar? — uno de los guardias me acompañó hasta el baño donde entre a un cubículo y me senté en la tasa del baño.

De la forma más silenciosa posible abrí la nota. Era muchísimo escrito pero todo estaba escrito en carboncillo.

Están tratando de lavarme el cerebro, me dicen cosas y me inyectan algo, creo que es un especie de veneno. Si te niegas a decir lo que quieren te van a hacer lo mismo y no quiero que eso pase. Por favor tienes que obedecer, hazles caso y no hables a menos que ellos te lo permitan. Si tengo razón en la entrevista te harán decir cosas estúpidas sobre katniss y la rebelión, todo es mentira.
Por favor mantente a salvo.

p.

— Señorita ya es hora! — du voz era estruendosa, tanto que me hizo sobresaltarme.

Me limpié las pequeñas lágrimas que habían alcanzado a escaparse de mis ojos, guardé la nota en mi sapato y salí del cubículo.

El guardia me guió de nuevo a la sala y la entrevista comenzó. Sonreí y me reí como de costumbre, me puse sería cuando debía eh incluso me hicieron cantar algo. Todo fue casi nostálgico pero en las peores circunstancias posibles.

— Bueno, lamentablemente es hora de despedirnos, quieres decir unas últimas palabras? — la última frase la dijo de forma tan seria que casi me convencí de que cuando apagaran las cámaras alguien sacaría una pistola y me apuntaría a la cabeza.

— Bueno... estamos en tiempos difíciles y en momentos difíciles como estos lo mejor es confiar en el capitolio el cual siempre hace lo mejor para todos — le di una última sonrisa a la cámara y la transmisión se cortó.

Luego de eso nadie me volvió a dirigir la palabra. Los muy idiotas nisiquiera hicieron que me cambiara de ropa asique la nota estaba a salvo conmigo.

Tomé el pequeño y delicado abrigo que tenía puesto y lo saqué de la celda. Con la poca fuerza que tenía lo empujé hasta que quedara frente a la celda de Johanna.

— Si no te abrigas vas a morir como los demás — susurré esperando que logrará oírme. Escuché un solo suspiro y vi como su mano agarraba el abrigo.

Una pequeña sonrisa apareció en mi rostro para porfin poder acomodarme en el suelo y tratar de descanzar un poco pero todo lo que podía oír eran las quejas y llantos de los otros capturados.

capitulo corto lose lose, peeeero pronto van a venir capítulos más largos lo prometo😭😭