Capítulo 1

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La gran noticia

Nos encontrábamos mirando aquel sol tan intenso y brillante, este iluminaba cada parte de la playa, penetraban cada célula de los jóvenes que estaban en ella, el viento era una brisa fresca que revolvía el cabello de las chicas y chicos, todos allí corrían y reían, se veían tan felices. Nuestra piel húmeda absorbía los rayos del sol, mientras nuestros ojos se fijaban en todos aquellos jóvenes que disfrutaban del momento, aún que mis ojos buscaban a una persona en específico, solo una.

—No deberíamos estar aquí, si tus padres se enteran...

—Nos darán un gran castigo, lo sé Kai, tranquila. — dije con la mirada fija en la playa.

—No quiero otra sanción Viatrix, deberíamos volver...

—Nadie sabe que estamos aquí y los humanos no nos pueden ver hasta acá, Kai por favor no arruines esto. — suplique.

Kai soltó un bufido de fastidio mientras volvía a sumergirse bajo el agua, con temor de que alguien se diera cuenta de que estábamos en zona prohibida. Mientras tanto mis ojos seguían fijos en la playa, escaneaba a cada uno de esos jóvenes de manera rápida hasta que di con mi objetivo, aquel chico  de cabello ondulado color castaño oscuro, de cejas pobladas acompañadas de unos hermosos ojos grandes y verdes, con las facciones del rostro bien marcadas, con aquellos labios carnosos qué dejan ver sin más aquella sonrisa, ahí estaba ese chico tan alto, aquel de abdomen marcado y bíceps marcados, de espalda ancha y musculosa, se le notaba bastante que se ejercitaba, se veía muy atlético, pero claro que lo era, la mayor parte del tiempo juega en la playa junto a más jóvenes, se veía tan perfecto y aquella mirada tan peculiar lo hacía ver aún más interesante.

Llevaba varias semanas yendo al mismo lugar, a la misma hora, solo para verlo jugar, cuando lo conocí al principio me dio miedo debido a que se encontraba en un bote en el centro del mar con unos cuantos amigos, estos estaban pescando en zona prohibida, nuestra zona, yo me encontraba con Kai nadando pacíficamente cuando notamos que estos chicos se encontraban pescando y haciendo idioteces, así que Kai y yo decidimos ayudar a todos aquellos peces que estaban siendo presa de estos jóvenes, con ayuda de nuestros poderes hicimos que la marea fuera más fuerte y moviera el bote donde se encontraban, causando que decidieran irse a casa, aún que ninguna de las dos midió la fuerza de sus poderes puesto una chica cayó del bote, nosotras nos alejamos a gran velocidad para no ser detectadas, cuando un chico sorprendentemente alto y fuerte se lanzó al mar y ayudó a la chica que comenzaba a ahogarse, al verlo bajo el agua fue al instante que llamo mi atención, era raro ya que él es humano y yo... Bueno yo soy una sirena, pero hubo algo en él que me dejó enganchada, tal vez fue su valentía, tal vez sus ojos, tal vez su carisma o su sonrisa, o tal vez todo a la vez. Desde ese día comencé a sentir una gran curiosidad por aquel chico, así que los primeros días iba desde temprano a una parte cerca, pero oculta de la playa para buscarlo sin ser detectada, Kai claro que me acompañaba de vez en cuando, así fue hasta que descubrí que se presentaba en la playa todos los días a la misma hora, con los mismos chicos, con la misma chica pelirroja, la misma que había caído ese día al mar.

Solo me dedicó a observarlo jugar de lejos, no sé absolutamente nada de él, no sé su nombre, no sé su edad, no sé absolutamente nada de él y probablemente jamás lo sepa, probablemente jamás logré conocerlo, ni hablarle, somos de mundos distintos, somos diferentes.

—Viatrix ya vámonos. — la voz de Kai me saco de mis pensamientos de inmediato.

Mire a la chica pelinegra a mi lado, está se veía bastante preocupada, desde que tenía memoria, ella siempre había sido así, nerviosa y con temores y tal vez por eso es que era mi mejor amiga, yo solía ser la que la corrompía, la aventurera y ella era la que analizaba la situación antes de actuar, definitivamente somos el combo perfecto. Sin poder negarme eche un último vistazo a la playa, aquel chico estaba parado con ambas manos en su cadera, mientras que su ceño estaba ligeramente fruncido, este tenía la nariz un poco arrugada y en sus ojos se le reflejaban algunas pequeñas arrugas, podía ver todo su torso descubierto y todos sus músculos, su vista viajo por ambos lados de la playa, realmente aquel chico se veía espectacular ahí parado, mordí ligeramente mi labio inferior y en cuestión de segundos su vista viajo hasta donde nosotras nos encontrábamos, enseguida el rostro del chico cambio, colocó ambas manos sobre su rostro haciendo una pequeña casita para proteger sus ojos del sol y poder enfocar mejor la vista, sus piernas comenzaron a moverse más cerca de la orilla. Me quedé en shock ante la posibilidad de que me estuviera viendo.

Viatrix: La musaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora