XV

146 23 0
                                    

—¿ES SEGURO?

Jareth asintió, cansado de mis preguntas. En mi defensa no quería arriesgar la seguridad de mis Betas por una alianza con él, pero Jareth no parecía que iba a traicionarme. Me recordaba un poco a Sebastian cuando apareció en mi puerta buscando una tregua y una líder competente, no me había equivocado con él y algo me decía que no me estaba equivocando con mi hermano tampoco.

Hermano. Esa palabra sonaba demasiado rara después de pasar toda mi vida como hija única. Lo más cercano que tuve a una hermana era Cora por la cercanía en edad que teníamos, pero incluso en esos momentos me sentía extrañamente sola. Ahora con Jareth las cosas eran un poco diferentes, no era precisamente mi mejor amigo, pero de alguna manera ya no me sentía tan sola.

—Tú y yo vamos a hacer esto juntos. Nos vamos a enfrentar a nuestro padre. Pero hay condiciones.

—Nómbralas.

—Scott McCall está fuera de la ecuación —dijo con seguridad—. Él hizo una tregua con los cazadores. Dos veces. Es cuestión de tiempo para que algo pase y haga un trato con Deucalion.

—Bien...

—No terminé. Si le dices a McCall sobre nuestro trato, mataré a tus Betas enfrente tuyo. Luego mataré a tu novio.

Me crucé de brazos, demostrando aburrimiento.

—Sebastian no es mi novio.

—No hablaba de él —fruncí el ceño, confundida, pero antes de poder preguntar a qué se refería él siguió hablando—. Derek tampoco es parte del trato. No arriesgaré mi vida por él.

—Él es familia.

—No la mía.

—Es familia —repetí—. Él es parte del trato, Jareth. No hace falta decirle ni que arriesguemos nuestras vidas por él, pero no muere.

Jareth frunció el ceño y me dio una dura mirada, pero yo me mantuve firme y se la sostuve. Era triste no poder desprenderme de ellos, pero Derek y Peter eran familia a pesar de todo. No morirían. Al menos, no si no era estrictamente necesario.

Finalmente, el ojiverde asintió.

—Bien. No lo mataré ni participaré de su asesinato, es todo lo que puedo ofrecer —lo pensé unos segundos, pero al final asentí porque sabía que era todo lo que podía conseguir de él—. Tampoco arriesgaré mi vida por Peter. Cora...

—Cora está fuera de la discusión —lo interrumpí inmediatamente—. Está fuera de control. Quiere venganza a toda costa, así que no puede saber de esto. Pero no le harás daño, y si alguien lo hace...

—Lo mataré —dijo con simpleza. Fue tan rápido, pero tan tranquilo, que me sorprendió un poco. Intenté que no se note pero Jareth era, bueno, un maldito brujo—. Nuestra madre me escribió una carta, ¿sabes? Me habló de toda la familia, así que sé lo que Cora significaba para ella. Solo por Laura no los mataré.

—¿Y Peter? —me aventuré a preguntar.

Sus ojos se oscurecieron unos cuantos tonos, y las venas en sus brazos se marcaron cuando el pelirrojo apretó sus puños con fuerza. Jareth era puro sentimientos e impulsos, se le notaba. Era un digno Hale. Lo cierto era que no recordaba mucho de cómo era nuestra madre, pero Jareth era demasiado parecido a Derek para su propio bien.

—Lo mataré. Lenta y dolorosamente —respondió—. Lo mataré a él y a cualquiera que quiera evitarlo. Pero aún no.

—¿Por Dominick? —pregunté—. Él lo sabrá si matas a Peter. Sabrá que lo hiciste por mamá y todo el plan de escape se verá arruinado —Jareth asintió—. ¿Cómo proteges tus pensamientos de él?

The Witch Wolf [Teen Wolf III]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora