¡Relajate Xichen!
Inhala, exhala.
Eeeeh, uuuuuh, eeeeh, uuuuuh.
— Líder Lan. — saludo tranquilamente Jiang Wanyin al verlo rodeado de sus discípulos.
¡Sí se puede, sí se puede!
— H-hola... ¡Digo- — cerró fuertemente los ojos, ¿estaba haciendo calor o porque sentía que su cara quemaba? — E-es bueno tenerlo de vuelta, líder Jiang...
Ay.
— Mmn. — rio un poco llamando la atención de los discípulos Lan. — Entonces, ¿me dejaran pasar o me quedaré aquí afuera?
— A-ah, sí, claro. — abrió el acceso a los recesos. — Bienvenido, Wanyin.
— ¿Por dónde empezaremos?
Los discípulos se quedaron perplejos por dos cosas: Primero, ¿desde cuando ambos se hablan tan casualmente? y segundo, ¿su líder les había hecho una seña para que se vayan de ahí?
— Debimos haber visto mal. — habló uno de ellos observando como ambos líderes se alejaban por el camino que los dirigia a la cascada de Gusu. — ¿o no?
— Yo voto por darnos a la fuga y fingir demencia. — aclaró otro.
Mmn.
No sonaba como una mala idea.
Por otro lado, y lejos de la mayoría de personas en los recesos de la nube...Aquellos líderes se encontraban caminando pacíficamente admirando su ambiente, al menos Jiang Wanyin estaba tranquilo, porque Xichen...el solo veía la mano del líder Jiang con tentación.
¿Debería tomarla?, no no.
¿Por qué se ve tan suave?, era realmente tentador.
¿Sería realmente suave?, quería tomarla.
— ¿Le gusta Zidian?— la pregunta lo sacó de sus pensamientos. — ¿Tiene curiosidad por ella?
— ¿Ah? — no recordó bien la primera pregunta.
¡Malditos sean pensamientos inconcientes!
— Estuvo mirando a mi Zidian por un buen tiempo. — sonrió Wanyin. — ¿Le gusta?
Oh...En realidad, solo quería tomar su mano pero... ¿Eso le daría toques electricos?, ¡todos sabían sobre la poderosa arma espiritual!
— ¿Si toco tu mano me eletrucutare? — "..." — ¡Digo-
¡Ahhh!
¡Maldita bocota!, se pegó mentalmente.
— ¿Quiere tomarla? — habló tratando de no reirse. — Descubrelo, Xichen.
¿Eletrocutarse y morir por un arma de alto nivel solo por tomar la mano de Jiang Wanyin?, ¡joder, claro que sí!
Ni corto ni perezoso, Lan Xichen tomo la mano de Jiang Wanyin sorprendiendo un poco al Jiang, quien solo había bromeado esperando la sonrisa y rechazo de Xichen. ¿No que no se permitía tocarse las manos o solo el idiota de Lan Wangji se estaba burlando de él?
Estúpidas reglas Lan o... ¡Estúpido Lan Wangji!
— Oop. — Xichen lo miro fijamente. — No paso nada.
Y a Jiang Cheng le sorprendió el aura relajante que desprendicia Xichen, era... lindo.
— Claro que no pasó nada. — realmente se sentía cómodo. — Pero si la sueltas sin avisarme entonces te eletrocutara.
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Amor entre Lotos © Xicheng
RandomLan Xichen tenía muy claro una cosa: ¡Amaba los lotos! Por otro lado, Jiang Cheng era como un loto, agrio pero a la vez dulce. ¡Y también lo amaba! Así que acompañemos a esta pareja en una aventura para descubrir su amor, porque entre lotos el amor...
