[06] - Las abejas interrumpen el encuentro de las flores

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Bien, esto estaba extraño.

— Hermano. — toco la puerta dos veces. — Me informaron que me mandaste a llamar.

Y antes de esperar alguna señal para que pasara, las puertas fueron abiertas de golpe y una mano lo jalo rápidamente dentro.

— Hermano, que-

— ¿Azul o morado? — mostró dos objetos de cerámica. — ¿Morado cierto? — era un felino. — Pero este se ve más tierno. — el azul era un conejo con decoros de nube.

Y Lan Wangji no tenía ni la menor idea de lo que pasaba.

— Xiong-Zhang, no estoy enten-

— ¿Lotos o Genciana? — mostró dos ramos de flores. — Me gustan los lotos, pero no creo que sea lo correcto. — suspiro pesadamente mientras corría al otro extremo de la habitación. — Las genciana son elegantes y bonitas, ¿no lo crees?

— "..."

— ¡Esa es la actitud, Wangji!

Literalmente no había dicho nada, ¡ni pensado nada!

— Hermano, ¿todo bien? — en serio, ¿todo bien?

¡Cierto! — ¿acaso grito? — Ya recordé que te iba a decir.

Al fin.

Es decir, no es como que le moleste que su hermano lo halla mandado a llamar cuando estaba cantándole una canción de cuna a su bebé para que dejaran de patear a su esposo y duerman una pacífica siesta los tres.

— ¿Qué?

No, claro que no.

— Estuve pensándolo un poco y la idea de que tú y mi cuñado salieran a una comida en el campo no estaba mal.

— Hermano.

— La vez pasada Wei Wuxian me comentó su deseo de ir a una tarde pacífica en el campo como futura familia.

— Hermano.

— Entonces, dije: ¿Por qué no? Se que a Wangji le va a encantar.

— Xiong-Zhang.

— ¡Entonces, de le su bienvenida a su día en familia! — estiró sus brazos emocionado y casi tirando las figuras de cerámica antes mostradas. — No, ustedes no se pueden caer. — las acomodó. — Y... ¿Qué dices?

— ¿Alguien vendrá?

— ¡Genial! Sabía que aceptarías y-, ¿Ah?

— Pregunte si alguien vendría. — repitió tranquilamente.

Wangji estaba sentado manteniendo una posición recta y respetable tratando de analizar que sucedía con su hermano. Y sobre todo, ¿por que aceptaba repentinamente cuando la vez pasada dijo que no, porque estaba ocupado y quería ir también?

Extraño.

— ¿No quieres ir al campo con tu esposo y futuro hijo?

— ¿Esos son regalos?

— No respondiste lo que te pregunté.

— Tú tampoco.

Ambos jades se miraron por unos minutos.

— Son oportunidades que se dan pocas veces en la vida, Wangji.

— ¿Va a venir alguien, si o no, Xiong-zhang?

Bien, esto sería difícil.

— Sí.

— ¿Quién?

Amor entre Lotos ©  XichengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora