Ya habían pasado 2 semanas desde su visita en Yunmeng Jiang, y ahora mismo estaba en Qinghe Nie en frente de uno de sus hermanos jurados, Nie MingJue.
Pero solo, y no era que le incomodase, claro que no. Solo que extrañaba la compañía de su hermano en sus reuniones (por no decir que le agradaba ver como ahora Wangji se integraba más con los demás).
— Y Wangji está muy emocionado por la llegada de su primer hijo. — suspiró. — Su primer hijo... — los ojos de Xichen se aguaron al sobre pensar eso.
¡Estaba sensible, ¿bien?!
Aún no podía creer que su hermano menor, con quien lucho tantas veces para que sea más sociable, fue el primero en casarse y ahora sería el primero en darle un heredero a la secta.
¡Su pequeño hermano!
— Y-y...Y luego Jiang Wanyin, peló semillas de loto para mí. — lloriqueó. — ¡¿Sabes lo feliz que me sentí?! Y después de lo que dijo mi cuñado, sentí mi alma salirse.
Nie MingJue estaba aturdido mientras que con miedo le extendía un pañuelo al jade.
— ¿Acaso algún día llegará el amor para mí? — sonó su nariz. — ¡Y por favor, que sea Jiang Wanyin!, quisiera tanto que me invite a mi ¡solo a mí! a estar a su lado, en su secta. — lloró más. —Pero, ¿Cómo puede pasar eso? ¡No invita a nadie que no sea de su familia a días corrientes!
"..."
— Xichen, solo te pregunté como iban las cosas por Gusu. — se estremeció al ver su pañuelo empapado de lágrimas y tal vez mocos. — ¡Pero era para saber como te fue con el comercio que aceptaste con el clan Hua!
Aunque en realidad, Nie MingJue estaba preocupado por Xichen. ¡Jamás lo había visto llorar de esa manera! Es más, ¡Jamás lo había visto llorar!
Y justo cuando estuvo a punto de decir algo más, las puertas se abrieron de golpe.
— ¡Da-ge! — gritó. — ¿Puedo ir a Yunmeng? Jiang-xiong me invito a pasar un día junto a él y-
— ¡Waaaaa! — ese llanto lo asustó. — ¡Si invita a otros a su secta y no soy yo!
Nie MingJue golpeo su cabeza con la palma de su mano apoyándose de la mesa.
—¿Hermano Xichen? — se vio preocupado al ver como... como ese pañuelo era destrozado por la guerra de mocos y lágrimas. — ¿Dije algo malo?
— Huaisang. — Nie MingJue trataba de traer paz a el. — Solo cállate.
— ¿Pero si me dejas ir? — agitó su abanico dándose una aire tierno. — Jiang-xiong dijo que haría bocadillos deliciosos para mí.
Ese llanto se intensificó y MingJue perdió la paciencia.
— ¡Quiérete un poco Lan Xichen!
Después de unas horas, por no decir eternidades en la que Lan Xichen se aferro a Nie MingJue como si fuera un niño pequeño en busca de algún consejo de su hermano mayor y también en la que le rogó a Nie Huaisang en llevarlo si quiera en su maleta nuevamente a Yunmeng..., se pudo calmar.
No, mentira, tuvieron que darle un relajante para que dejara de chillar.
— Así que te gusta Jiang-xiong, hermano Xichen. — Huaisang rio bajo tapándose con su abanico. — Bueno, me siento feliz de que seas bienvenido.
— ¿Bienvenido? — Xichen levantó la cabeza de su depresión para mirarlo confundido.
— Sí. — Huaisang se levanto de una. — ¡Bienvenido a las clases de floración amorosa partidas por Nie Huaisang!
— ¿Ah? — tomo del té relajante que le habían traído para aclarar su garganta. — ¿Por qué floración amorosa?
— Aquí las paredes tiene ojos y oídos. — rio. — Además, hablamos de alguien de Yunmeng, los lotos...,flores..., floración...,clases de amor..., ¿lo entiendes ahora?
Oh...
No, no entendía nada.
— Bueno, no importa. — volvió a sentarse. — Clase 1: Demostrar determinación, a Jiang-xiong le gusta la gente fuerte y decidida, puedes empezar demostrándole que...
— Un momento. — interrumpió MingJue. — ¿Tú como sabes el método para enamorar al líder Jiang?
"Si supieras las cosas que hice en los recesos de la nube...", pensó.
— De hecho estuve planeando esto por mucho tiempo, Da-ge. — Xichen se emocionó. — No para Xichen-ge. — a. — Para ti. — sonrió. — Pero tu le tienes miedo al éxito y el hermano Xichen se ve muy decidido en enamorar a Jiang-xiong.
A Nie MingJue le llegó un tic en la ceja y por el bien de su hermano jurado, solo se encargaría de vigilar que su hermano no metiera en algún aprieto a Xichen.
— Y eso es lo que debes de hacer. — finalizó. — ¿Anotaste todo?
— Con lujo de detalles. — sonrió satisfecho mirando su pergamino. — Ahora, ¿me llevas a muelle de loto?
— ¿Por qué no mejor vas tu en vez de yo?
Los ojos de Xichen brillaron.
— ¿Alguna vez te he dicho que te quiero mucho Huaisang? — sonrió abrazándolo de imprevisto. — Pídeme lo que quieras pequeño Di-di y te lo conseguiré.
La sonrisa de Nie Huaisang se iluminó a todos.
— Ahora que lo mencionas... — se abanicó con gracia al notar el desconcierto de su hermano mayo. — ...si tengo algo que pedirte.
Sacaron a Nie MingJue de la sala y empezaron a hablar entre ellos, cuando el mayor salió de su desconcierto se dirigió molesto a abrir nuevamente las puertas y plantarse ahí, más antes de que si quiera pudiera dar el primer paso las puertas se abrieron dejando ver a dos personas acompañadas de una sonrisa maliciosa.
— ¿Qué es lo que están tramando?
¿Por qué de la nada un escalofrío recorrió mi espalda? , pensó MingJue.
— ¿Ya te habíamos dicho que te queremos mucho, Da-ge?
Ou...
Ese mismo día Nie MingJue acabo acompañado de un gran papeleo (las tareas y tratados que supuestamente eran de Xichen y Huaisang).
— Me las van a pagar. — apretó su pincel con fuerza. — Y muy caro.
Por otro lado, Xichen se encontraba ya listo en el barco que supuestamente era el que Huaisang utilizaría para irse a Yunmeng, y en el barco de Xichen estaba Huaisang para ir en camino a Gusu.
¿Qué?
¿Quieren saber porque el Nie quiere ir al clan Lan?
— ¡Que te vaya bien intentando hacer que el loto florezca, Xichen-ge!
— ¡Buen viaje, Huaisang!
Es un secreto.
©
¡Ojalá los dos se enamoren pronto aaaahhh!
(Sí, ni la autora sabe que pasará)
ESTÁS LEYENDO
Amor entre Lotos © Xicheng
RandomLan Xichen tenía muy claro una cosa: ¡Amaba los lotos! Por otro lado, Jiang Cheng era como un loto, agrio pero a la vez dulce. ¡Y también lo amaba! Así que acompañemos a esta pareja en una aventura para descubrir su amor, porque entre lotos el amor...