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Envuelta en la calidez del abrazo de Randy, mi piel sentía el eco de nuestros recientes susurros compartidos. Escondía mi rostro en su pecho, absorbía su aroma como si fuera el anhelo satisfecho de todos los momentos que ahora compartíamos.

Sus labios encontraron mi frente con la suavidad de una promesa, mientras sus caricias dibujaban senderos en mi espalda. La conexión que se tejía entre nosotros era palpable, una sinfonía de cariño que resonaba en la quietud de la habitación.

Ambos llevábamos una sonrisa estúpida en el rostro, de un secreto que solo nosotros compartíamos. La satisfacción se filtraba en cada rincón, más allá de la piel que nos unía, alcanzando dimensiones donde las palabras se volvían innecesarias.

Randy, con esa ternura que lo caracterizaba, había sido delicado, me había tratado con un cuidado que resonaba en cada gesto. Pero no era como si fuera frágil; más bien, era como si reconociera la fragilidad de un momento recién nacido y quisiera protegerlo de cualquier tormenta que pudiera amenazarlo.

En ese instante, el eco de Per y los recuerdos compartidos con él en mi tiempo dentro de la banda se desvanecían. La decisión de seguir adelante estaba plasmada en cada rincón de la habitación, en cada beso compartido, en la complicidad que crecía entre Randy y yo.

A medida que la luz de la mañana iluminaba la habitación, después de un rato, sentí cómo Randy se incorporaba suavemente, desprendiéndose con cuidado de nuestro abrazo y dejando un último beso en mi frente. Sus labios dibujaron una última sonrisa antes de dirigirse hacia la ducha, dejándome sola con el susurro de emociones que aún danzaba en el aire.

Mientras Randy se sumergía en el flujo del agua, mi atención se desplazó hacia la mesita de noche, donde descansaba mi teléfono. Con cautela, lo tomé entre mis manos, y fue entonces cuando noté la notificación parpadeando en la pantalla. Un nuevo mensaje de Per, como una sombra que regresaba a mi presente.

El dilema latió nuevamente en mi pecho mientras enfrentaba la decisión de abrir o no el mensaje. La fragilidad del momento compartido con Randy parecía tambalearse ante la incertidumbre que se escondía en esas palabras no leídas. Mi corazón latía con la intensidad de una encrucijada, entre el presente que florecía con Randy y el eco del pasado que aún se aferraba a mí.

Con una pausa sopesada, deslicé mi dedo sobre la pantalla, revelando las palabras de Per que aguardaban en la penumbra digital. En ese instante, el presente y el pasado se entrelazaron, creando una dualidad que solo el tiempo y las decisiones futuras podrían desentrañar.

"Solo quería decir hola. A veces pienso en cómo solíamos compartir tantos momentos juntos en la banda."

La pantalla del teléfono iluminó mi rostro con las palabras de Per. Su mensaje sencillo y nostálgico resonó en el aire de la habitación, y por un momento, me vi sumergida en los recuerdos compartidos en la banda.

Con cuidado, comencé a escribir mi respuesta.

Al pulsar "enviar", sentí la mezcla de emociones fluyendo. La conexión con Randy aún vibraba en el aire, pero la reaparición de Per añadía un matiz adicional a la sinfonía de mi vida. La decisión de cómo manejar esta intersección entre el pasado y el presente estaba en juego, y en el eco de esas palabras digitales, se forjaba un nuevo capítulo de mi historia.

"Hola, Per. Qué sorpresa saber de ti. Sí, los días en la banda fueron únicos. Han pasado cosas desde entonces, ¿verdad? Espero que estés bien. ¿Algún recuerdo en particular que te haya hecho escribirme hoy?"

Con esta respuesta, mantenía un tono amigable pero distante, reconociendo los recuerdos compartidos pero sin profundizar demasiado. Dejaba espacio para la conversación, pero sin revelar mucho sobre mis sentimientos actuales.

Pasaron unos minutos antes de que la pantalla iluminara nuevamente, revelando la respuesta de Per:

"Hola Tn. Sí, ha pasado tiempo. El otro día estaba fumando en la terraza de un bar al que salí con unos amigos y recordé esas ocasiones en las que salíamos a las terrazas de los hoteles a conversar mientras yo fumaba, me dí cuenta de lo mucho que extraño esas charlas y tu compañía. Solo quería saber de ti. ¿Cómo has estado últimamente?"

La respuesta de Per generó un nudo de emociones en mi pecho, pero mantuve mi determinación de mantener cierta distancia. Con cautela, respondí:

"Sí, han pasado cosas desde entonces. Es curioso cómo ciertos momentos pueden traer a la memoria recuerdos tan vivos. Estoy bien, gracias. La vida ha seguido su curso y ha cambiado , como siempre ¿Y tú? ¿Cómo ha sido para ti este tiempo?"

Con estas palabras, buscaba mantener una actitud reservada,, reconociendo los recuerdos compartidos pero sin dar paso a la intimidad que una vez compartimos. La decisión de cómo manejar este reencuentro virtual se volvía cada vez más delicada, y en cada respuesta, se tejía un hilo fino entre el pasado y el presente.

La respuesta de Per no tardó en llegar, como si cada palabra estuviera impregnada de su propia reflexión:

"Entiendo. La vida es así, ¿verdad? Ha habido cambios, pero esos momentos en las terrazas de los hoteles siguen siendo parte viva de mis recuerdos. A veces, me pregunto cómo hubieran sido las cosas si todo hubiera tomado caminos diferentes. Pero bueno, supongo que así es como funciona la vida. Estoy bien, ocupado con el trabajo y algunas cosas personales. ¿Algo interesante en tu vida actual que puedas compartir?"

Yo suspiré pensando en si responder o simplemente detener la conversación. Mi mente por fin se fijó en el sonido de la ducha y sonreí obteniendo mi respuesta.

"No ha pasado mucho realmente. Volví a los streams y Randy vino a visitarme a México de sorpresa, creo que estamos saliendo."

Per, al recibir mi respuesta, tardó unos momentos antes de contestar. Sus palabras reflejaban una mezcla de sorpresa y, tal vez, una pizca de nostalgia disfrazada de alegría:

"Vaya, eso suena sorprendente. Me alegra que estés retomando los streams. Es curioso cómo el tiempo nos lleva por caminos distintos. Aprecio tu sinceridad, Tn. Aunque me sorprende.
Vi tus fotos recientes. Sabía que él te había ido a visitar pero no esperaba que estuvieran saliendo. Pareces feliz. Me alegra verte bien y que él te haga feliz.
La vida toma giros inesperados, ¿verdad? Si alguna vez necesitas charlar o ponerte al día, estoy aquí. Cuídate."

Su respuesta, aunque contenida, revelaba una mezcla de sorpresa y aceptación. Era como si estuviera navegando entre la corriente de emociones, tratando de mantener la compostura ante el giro que había tomado nuestra historia.

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𝙰𝚜𝚖𝚘𝚍𝚎𝚘; 𝚂𝚘𝚍𝚘 𝚐𝚑𝚘𝚞𝚕 (𝙿𝚎𝚛) 𝚇 𝚏𝚎𝚖𝚊𝚕𝚎 𝚛𝚎𝚊𝚍𝚎𝚛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora