𝙰𝚜𝚖𝚘𝚍𝚎𝚘; 𝚂𝚘𝚍𝚘 𝚐𝚑𝚘𝚞𝚕 (𝙿𝚎𝚛) 𝚇 𝚏𝚎𝚖𝚊𝚕𝚎 𝚛𝚎𝚊𝚍𝚎𝚛

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Holaaa, antes que nada pues este es el último capítulo de la historia, espero lo disfruten mucho, perdón por la tardanza pero también quedó mucho más largo de lo que había planeado, son poquito más de 10,200 palabras

También muchas gracias por haber apoyado la historia de principio a fin, significa mucho para mí.♡

...

Ambos entramos a la ducha, dejando que el agua tibia recorriera nuestros cuerpos desnudos.

Per sin perder el tiempo se puse detrás de mí y me abrazo por las caderas mientras besaba mis hombros y nuca.

-Per, estoy demasiado cansada.

Per se quejo y mordió mi cuello jalandome suavemente la piel.
Su agarre en mis caderas se volvió más firme y me atrajo a él, soltando un jadeo en mi oreja cuando mi trasero choco con su miembro dormido por el momento.

Reí y trate de ignorarlo tomando la botella de su shampoo y poniendo un poco en mi mano, cerré los ojos y puse el shampoo en mi cabello antes de que un gemido de dolor se escapará de mis labios al sentir una fuerte palmada en mi trasero, la cuál dolió más por el agua de la ducha.

-Per!

Él solo ríe y besa mi hombro.

Me ayudó lavando mi cabello con delicadeza mientras yo cerraba los ojos y disfrutaba de la sensación de sus dedos masajeando mi cuero cabelludo.

Ambos terminamos de asearnos pero nos quedamos un poco más bajo la tibia agua de la regadera.

Lo abracé por la espalda pasando mis manos por su torso desnudo mientras depositaba pequeños besos en el gran tatuaje de Baphomet en su espalda.

El agua tibia de la ducha había despejado no solo nuestros cuerpos, sino también cualquier atisbo de tensión. Salimos envueltos en las suaves toallas, compartiendo risas y cómplices miradas mientras nos vestíamos.

La habitación estaba llena de la mezcla reconfortante de perfume y vapor. Sus ojos chispeaban de felicidad y podría jurar que también los míos. Mientras me colocaba la ropa, disfruté del juego de miradas y risas, una conexión que trascendía las palabras.

El ambiente estaba cargado de una energía cálida y confortable mientras nos preparábamos para continuar nuestra noche juntos. La música suave resonaba en el fondo, y el tiempo parecía detenerse por un momento, permitiéndonos saborear cada instante.

Entre risas y complicidad, decidimos secarnos el cabello el uno al otro con la secadora. La habitación resonaba con el sonido del aire caliente y nuestras risas juguetonas.

Per tomó la secadora y comenzó a deslizarla suavemente sobre mi cabello, mientras yo disfrutaba de la cálida sensación y sus caricias. El aire tibio acariciaba mi piel, y sus manos expertas manejaban la secadora con destreza.

Después, cambié de roles, tomando la secadora con una sonrisa. Dirigí el flujo de aire hacia su cabello mientras él se relajaba bajo mis cuidados. Cada mechón se movía con gracia al ritmo de la secadora, y nuestras risas llenaban el espacio.

En medio de este gesto simple pero íntimo, compartimos besos fugaces, sellando la conexión que se profundizaba con cada caricia y risa. Era un momento de ternura que quedó grabado en nuestra memoria, una expresión de amor en los detalles más simples.