Capítulo 23

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Con Stefan fuimos a recoger mis cosas y su maleta al apartamento. Al llegar al piso nos encontramos con Matthias y Milena. En la cena no me percaté de la cercana relación entre Stefan y Matthias, por lo que me sorprendió el fraternal saludo que se dieron. Stefan le comentó que la Ceremonia de Entrega del Mando Alfa y de Séquito sería el siguiente sábado.

– Entonces, ya marcaste a Amelia -Matthias sonreía demostrando una sincera felicidad por su amigo.

– Sí, ya es completamente mía -Stefan me cargó y giró conmigo en sus brazos.

La pareja se ofreció a ayudarnos con la pequeña mudanza. Milena me acompañó a la que fue mi habitación para empacar toda mi ropa, zapatos y accesorios. Comenzamos a hablar, y resultó ser muy extrovertida y conversadora, me cayó muy bien.

– Está de más decir que puedes contar conmigo y llamarme a la hora que sea. Así como Matthias está 24/7 disponible para Stefan, yo lo estoy para ti –dijo Milena mientras doblábamos mi ropa y la guardábamos en las maletas.

– Entonces, ¿te acoplas al grupo organizador de nuestra boda? –pregunté y ella dio un grito de alegría.

– ¡Por supuesto que sí! –respondió y me dio un abrazo-. Cuando era niña asistí a varias bodas humanas. Mi padre es médico, no solo en la manada, sino también en un hospital de humanos, así que desde pequeña he convivido con ellos, y sus bodas son hermosas. Siempre he creído que los licántropos deberíamos adoptar alguna clase de celebración cuando nos unimos a nuestra alma gemela, solo para lucir esos hermosos vestidos –con eso Milena dejó claro que a ella le encantaba la idea de participar en la organización de mi boda.

Como todos los bultos que necesitábamos llevar no cabían en el deportivo de Stefan, Matthias y Milena ofrecieron acompañarnos cargando en su camioneta lo que faltaba. Las compras que Solís trajo el sábado se las dejamos a nuestros Betas. Estábamos en el estacionamiento guardando los bultos en los autos cuando llegaron Gonzalo con Nadia y Patrick con Gaia.

– ¡El nuevo Alfa y su séquito, juntos otra vez! -gritaba Gonzalo mientras se acercaba corriendo junto a Patrick. Al llegar al lado de Stefan, lo cargó y lanzó hacia Patrick, quien no pudo sostenerlo y cayeron al suelo. Sin aún levantarse, Gonzalo y Matthias se lanzaron sobre los caídos. Estaban disfrutando de un juego rudo.

– Como cuando eran niños -dijo Nadia acercándose a mí y estirando los brazos para abrazarme.

Mientras ellos jugaban y reían, Nadia y Milena me presentaban a Gaia. Las tres me contaron que ellos cuatro crecieron juntos. Matthias, Gonzalo y Patrick son los hijos del Beta, Gamma y Delta de Maximiliam, y, coincidentemente, sus madres quedaron embarazadas de ellos a la par que Marie lo estaba de Stefan.

– Mis padres me contaron que la concepción de los cuatros fue considerada un milagro de la Madre Luna -comentaba Gaia- porque el Alfa y su séquito solo tenían hijas, y, por la edad de las hembras, parecía que la Manada Höller terminaría dividiéndose entre las manadas de los compañeros de las hijas del Alfa.

– ¿Y siempre han estado juntos? -pregunté.

– Pues, hasta los dieciocho años. A esa edad, Matthias, Gonzalo y Patrick se fueron a distintas partes de Europa a continuar con su perfeccionamiento académico, mientras que Stefan prefirió quedarse un año más entrenando con los guerreros -respondió Gaia.

– Matthias fue a Berlín a estudiar Música, Gonzalo a Roma a estudiar Arquitectura y Patrick a Frankfurt a estudiar Leyes. Un año después Stefan fue a Cambridge a estudiar Economía -completó Milena.

– Pero, como son inseparables, cada verano se reunían en Bonn para continuar el entrenamiento licántropo -añadió Nadia.

– Y ustedes, ¿qué hacían por esos años? ¿Ya eran las compañeras del Beta, Gamma y Delta?

La hija de la Madre LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora