3. Pecado

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El viaje había sido extremadamente aterrador, el bote prácticamente se estaba cayendo a pedazos y quedar atrapado en medio de un mar de lava no le hacía ninguna gracia.

Y al final no supo cómo pero por suerte lograron llegar completos hasta las puertas del inframundo 3, eran unas puertas enormes llenas de flores marchitas y cadáveres de animales. Era horrible y eso que apenas era la entrada.

Las puertas se mantenían abiertas gracias a un demonio muy pequeño y flaco que casi no podía ni con su propio peso, parecía que lo habían puesto de portero con la plena intención de hacerlo sufrir.

Ambos tricolores caminaron dirigiéndose hacia una plaza central mientras el venezolano se dedicaba a mirar absolutamente todo a su alrededor y la verdad el infierno 3 no era tan caótico como pensaba, de hecho tenía una infraestructura bastante estable, las casas estaban medianamente conservadas, no había tanto ruido y los demonios alrededor parecían un poco... ¿Amables? Le saludaban y le sonreían especialmente al colombiano como vecinos o gente normal no como monstruos que literalmente venían del abismo. Era enormemente diferente al caos del infierno 0, claro, teniendo en cuenta que los niveles más bajos también podían pisar ese lugar.

Los dos caminaron un poco más hasta llegar a la casa del rubio y Venezuela como buen chismoso se puso a mirar en todos los cajones, gavetas, ventanas, muebles, nevera y demás utensilios de toda la casa. Y si, los demonios tenían todos los utensilios del mundo humano, esos que se consiguen con esfuerzo y a veces con sufrimiento, tenían que trabajar y pagar servicios de mierda, básicamente el infierno les cobraba por tener una "vida/muerte" decente tal como el mundo terrenal, era el arte de pagar por vivir y se lo habían copiado muy bien a los mortales.

Venezuela: interesante.

Dijo al ver que la mayoría de alimentos en la nevera estaban podridos o tenían bichos que nunca antes había visto, suponía que eran insectos que solo habitaban el infierno.

Venezuela: está decente aunque le falta un poco más de limpieza.

Colombia: ni que fuera pantano para que seas tan sapo.

Venezuela: ¿Qué dijiste?

El de estrellas dejó lo que estaba haciendo y lo miró con una cara de psicópata a punto de cometer un asesinato, a él le encantaba la pelea y Colombia era bueno para darle pelea.

Colombia: dije que si querías saber algo puedes preguntar.

El venezolano entrecerró sus ojos amenazante, dejando pasar el insulto ya que la curiosidad le podía más. Ambos se sentaron en las sillas de madera que a duras penas podían mantenerse en pie y se pusieron en modo chisme.

Venezuela: que carajos tienen los del tercer infierno que se les permite todo pero a la vez no hacen nada.

Si, hoy se sacaría esa duda.

Colombia: va, te voy a decir la temática de este lugar pero con la condición de que no me preguntes quién fue.

El pelinegro asintió dispuesto a investigar hasta donde Colombia le permitiera, tampoco quería ser muy metiche.

Colombia: este es el infierno de las almas vendidas y no, no de las que se venden a si mismas, alguien más nos vendió.

Tomó un poco de aire y continuó hablando.

Colombia: La mayoría de aquí son personas de almas puras que fueron intercambiados por algún beneficio egoísta de otra persona, por eso somos tan inofensivos, originalmente no estábamos hechos para ser malos o al menos en vida no llegamos a serlo hasta que se cobró nuestra alma. Ahora por la naturaleza demoniaca que nos fue dada a la fuerza cometemos pecados no tan graves la mayoría del tiempo.

Tercer Infierno ✿ฺ |Colombia X Venezuela|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora