Tercer Infierno ✿ฺ |Colombia X Venezuela|

🐝Extra🌼

La mañana era fresca, el canto de los pájaros se mezclaba con el zumbar de las abejas en aquel apiario. Venezuela trabajaba allí, cuidando a las abejas y recolectando la miel para venderla luego en el pueblito en donde vivía.

No era un trabajo fácil pues, tenía que estar atento a cada detalle, debía cuidar cada centímetro de las colmenas y verificar si tenían una buena oxigenación, alimentar a las abejas, controlar la población, prepararlas para el invierno y ahora que había llegado el verano la actividad aumentaba bastante.

La verdad nunca se imaginó haciendo algo así, de hecho, su sueño siempre fue ser modelo, tenía el porte, la imagen y la motivación, la gente se lo decía muy seguido. Sin embargo sus planes cambiaron cuando conoció a su actual novia que le enseñó todo este mundo de la apicultura ya que ella venía con una especie de “legado familiar” con el negocio de la miel.

No sabía como explicarlo pero la primera vez que Rusia lo llevó al apiario sintió algo muy fuerte, como una conexión extraña muy fuera de lo común, incluso las abejas esa primera vez se la pasaban a su alrededor muy emocionadas, como si ya le conocieran. No creía mucho en los temas de las energías, ni del horóscopo, ni de otras vidas pero a veces no podía evitar preguntarse si acaso esas abejas ya lo habían conocido en otro plano del universo infinito. Sus alas batían siempre en sincronía a su alrededor como si recordaran un antiguo pacto o algo así.

Al ver su afinidad con las abejas la rusa no lo dudó ni un momento y le propuso trabajar con ella al ver como estos animalitos voladores estaban tan encantados por su presencia y claro que el venezolano aceptó casi de inmediato y desde entonces se sentía como si estuviera en el lugar que debía, como si hubiera nacido para eso. Le encantaba cuidar a las abejas, le encantaba todo ese proceso y sentía tanta dicha al ver que ellas tenían una gran preferencia por él como no la tenían con nadie más. Hasta podía entrar al apiario sin su traje protector y las abejas nunca le harían ningún daño.

Era inexplicable, no creía que alguien pudiera entender eso, el amor por las abejas había llegado como si fuera su destino y nunca lo diría en voz alta pero… Las amaba más que a su propia novia, las amaba más que a su propia vida.

Por su extraordinario don los periódicos locales ya hasta le habían entrevistado y le habían apodado como “el encantador de abejas”, gracias a eso fue contactado por empresas mieleras más grandes pero él prefería quedarse junto a su novia manteniendo una vida tranquila, en su pueblito, con su gente y con su familia, su bella familia que estaba algo fuera del estándar porque eran 4 personas pero ninguno compartía sangre porque todos eran huérfanos.

Venezuela había perdido a sus padres cuando apenas era un bebé, no los llegó a conocer y había muy poca información de ellos por vivir tan apartados de todo, lo único que sabía era que ellos pertenecían a una tribu indígena y que decidieron salir de esta para mudarse a la ciudad y estudiar pero el transporte en dónde iban se accidentó y gracias a qué su madre le protegió con su cuerpo Venezuela pudo sobrevivir. Toda su vida estuvo en el mismo orfanato con los que ahora consideraba sus hermanos: Argentina, Perú, Brasil y Cuba, cuatro hermanos que se habían apoyado en todo momento y que aunque nadie los quiso adoptar nunca se sintieron tristes ni solos porque se tenían a ellos.

Gracias al cielo el orfanato tampoco había sido una experiencia tan desagradable, si escuchaban de algunos orfanatos en dónde se cometían todo tipo de abusos pero en dónde ellos habían sido acogidos todo era de acuerdo a la ley y el trato era decente.

Crecieron y se independizaron pero nunca perdieron el contacto y hasta ahora seguían hablando y reuniéndose como la familia que eran.

Hasta ahora no podía quejarse, su vida era bastante buena, rodeado de personas honestas y que se preocupaban verdaderamente por él, le apoyaban, le daban la mano cuando lo necesitaba, no le faltaba dinero, no le faltaba cariño, no le faltaban estudios, todo era casi perfecto pero…