Cap 15. Ahora o nunca

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-¿Te comprometiste con un hada?- Sir Gawain miró a Rosemary inquisitivamente, habían llegado a Camelot en pocos dias, aunque la gigante era la más abierta con ella, el resto de las Fairy Knight era otra historia. Al menos, ya podia ganarse cierto respeto despues de haber cumplido bien con sus misiones.

-Ella me lo pidió- La pelirosa miró nerviosa a su superior intentando ocultar su mirada.

-Yo, tu no le dijiste que no- Sir Lancelot entró a la escena siendo ignorada por el la gigante, había una fricción palpitante entre las dos, pero dentro del castillo tenían un deber. Esto no molestó al caballero dragón, simplemente le dirigió unas palabras con un poco más de soltura, como si no pudiera ocultar su alivio... -eso quiere decir que si te gusta esta hadita-

Aquellas palabras hicieron sonrojar a la Pelirosa quien no sabía cómo reaccionar, ellas eran sus superiores por lo que ese tema estaba fuera de cuestion. -yo... yo...-

-Es normal que los caballeros tengamos nuestros fans... pero no creí que tan rápido contrajeras nupcias enana- la Lancer soltó una pequeña risa entre frases, lo cual molestaba más a la niña.

-Ahora que lo veo bien, has crecido enana, apenas recuerdo cuando empecé a entrenar, creo no te caería mal un cambio de armadura te vendrá bien- Sir Gawain apenas asomo una sonrisa en su rostro, lo cual la pelirosa pudo notar.

La habían convocado a una audiencia especial, aunque ignoraba la razón, esperaba haber cumplido bien con su labor, el mejor de los casos felicitarla, por haber acabado con plagas de rebeldes con sus "tormentas"

-Rosemary- La reina Morgan llamo a la pelirrosa, mientras los caballeros hacian una reverencia ante su majestad al escuchar su llamado. Rose hizo lo mismo inclinándose -Me da gusto ver que has crecido mucho... acompáñame-

La pelirrosa siguió a la reina por un largo corredor, estaba nerviosa y dudativa.

-¿Estás disfrutando tu entrenamiento?... Escuche que estas realizando un excelente trabajo con tus encargos- sin mirarla un momento Morgan dirigió algunas pocas palabras a Rosemary sintiendo su nerviosismo.

-Ah...Sir... Gar... Lord Gawain dice que he mejorado bastante, que tal vez algún día puedo liderar mi propio ejército- Rose dudo un momento pensando en sus últimas misiones, apenas podía recordar lo ocurrido, peleas feroces y de la nada, cuando recuperaba la conciencia todo era ruinas, humo y fuego.

La reina entro en una habitación donde descansaba un traje con mangas bombachas, de corte bastante elegante con acabados azules, negros y plateados. Pero junto a este había algo más que hicieron brillar los ojos de la pequeña

Era la manga derecha de una armadura con acabados filosos y robustos que lo hacían lucir como la garra de un dragón, aquello parecía tan familiar en su mente, algo que conocía tan bien que sin dudarlo paso sus manos por aquella manga. Junto a esta descansaba un hacha grande con un mango corto, tenía una punta en curva y el lomo era un martillo contundente como una masa familiar en acabados dorados. Esto le dió un escalofrío a la pequeña.

-¿Pa...pá?...Ma... ¿mamá?-

-Así es... tu... papá... fue muy amable de enviarnos estás piezas para ayudarte a ser un caballero a la altura... Ha escuchado mucho de tus hazañas- Morgana se acercó a la pequeña colocando su mano en el hombro de Rose mientras está soltaba unas cuantas lágrimas, habia un sentimiento de nostalgia que no podía ocultar, era un sentimiento extraño, que la provocó tapar su rostro con sus propias manos.

-Eh... ¿Están aquí?... ¿Puedo verlos?-

-Oh... no... ellos vendrán por ti a su debido tiempo, cuando te vuelvas un gran caballero hada- Morgan miro de reojo a la pequeña quien no podía contener las lágrimas, apretó suavemente su hombro en un gento reconfortante, su expresión era poco mas suave que la fria mirada que le dedicaba a las hadas.

Los Niños de Chaldea: EL SECUESTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora